(no sé qui és) us deixe aquesta informacíó que completa la pregunta i resposta sobre l’apunt.
Por primera vez en España un periódico, Público, se dota de un Código autorregulatorio para informar sobre la violencia de género. Desde que este grave problema social salió a la luz gracias a los medios de comunicación, se han publicado varias guías con recomendaciones y normas para su tratamiento periodístico.
Sin embargo, hasta ahora nadie se había comprometido a cumplirlas. En Público queremos hacerlo. Nuestro decálogo recoge algunas propuestas de los principales especialistas en la materia y cuenta con el asesoramiento de Pilar López Díez, experta en comunicación y género.
A partir de ahora, desde la redacción de Público nos comprometemos a que nuestro decálogo sea de obligado cumplimiento y pedimos a nuestros lectores que así nos lo exijan.
Usaremos los términos “violencia de género”, “violencia machista”, “violencia sexista” y “violencia masculina contra las mujeres”, por este orden. Rechazamos las expresiones “violencia doméstica”, “violencia de pareja” y “violencia familiar” (*).
La violencia de género no es un suceso, sino un problema social. Por ello, no le daremos este tratamiento. No publicaremos fotos ni detalles morbosos.
Nunca identificaremos a las víctimas ni incluiremos información que pueda perjudicarlas a ellas o a su entorno.
Respetaremos siempre la presunción de inocencia de los agresores. Una vez haya sentencia condenatoria, los identificaremos debidamente, destacaremos el castigo e intentaremos incluirlo en los titulares.
Nunca buscaremos justificaciones o “motivos” (alcohol, drogas, discusiones…). La causa de la violencia de género es el control y el dominio que determinados hombres ejercen contra sus compañeras.
Evitaremos las opiniones de vecinos o familiares que no hayan sido testigos directos de los hechos. En cualquier caso, nunca recogeremos opiniones positivas sobre el agresor o la pareja.
Intentaremos ofrecer opiniones de personas expertas en la materia. Priorizaremos las fuentes policiales y de la investigación. No se informará con precipitación.
Sólo incluiremos testimonios de víctimas de malos tratos cuando no se hallen en situación de emergencia o bajo cualquier tipo de presión.
Denunciaremos también la llamada violencia continuada (agresiones, maltrato psicológico… aunque no tenga resultado de muerte).
Siempre incluiremos en la noticia el teléfono gratuito de ayuda a las víctima (016) y cualquier otra información que les pueda ser útil.
(*) Aunque la RAE no acepta oficialmente, por el momento, la expresión violencia de género, sí lo hace en la edición de su Diccionario Panhispánico de Dudas (octubre, 2005). También el Diccionario de Español Urgente (Agencia Efe, 2000) afirma que el término “género” se emplea “para describir el distinto comportamiento de hombres y mujeres en la sociedad según las distintas condiciones en que se mueven: educación, familia, cultura, etc.”
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Està clar que com s’utilitza tant al final acabaran donant-la per vàlida (l’expressió "violencia de género"). Però encara em fa més gràcia -lingüística, s’entén- el que es diu en el punt sisé: En cualquier caso, nunca recogeremos opiniones positivas sobre el agresor o la pareja. És això de "la pareja"…la pareja ¿de què? ¿Una parella no són dos o dues elquesiga? Llavors si a una dona (o a un home) l’agredeix la seua parella, què vol dir? Que té dos marits (il.legalitat o bigàmia) o que els dos gossos que tenia l’han mossegada? Resumint: que et pot agredir el marit o muller, el company o companya, el nóvio o la nóvia, el cónjuge o la mitja taronja -vaja, que antic que sona!- però no la parella.
Un salut
Això de que la violència és soluciona amb una qüestió de tractament lingüistic al periodics al igual que la dels ‘terroristes’ és caure en la superficialitat acostumada de tractar els siptomes envolta de trobar solucions adients a les causes de la malaltia.