Foguera de la Beata a Benigànim
De l’article Sangre, de Rosa Solbes (EL PAÍS, 16 de gener) , vull destacar un xicotet fragment: “Como dice una líder israelí “hay que hablar para no tener que llorar a los pies de una tumba”. Doncs això. Tant difícil és entendre que, per damunt de tot, tenim la paraula i el diàleg… i açò serveix per a altres “conflictes” que tenim més a prop.
PROYECTO INTEGRA-DOS:
REDUIR l’ABANDÓ ESCOLAR: “El programa Integra-Dos que presentó ayer el conseller Font de Mora pretende favorecer el rendimiento académico con el fin de que todos los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria no abandonen los estudios.”
ELS DISSABTES DE 9 a 13: “Los alumnos de 4º de ESO con dificultades podrán asistir a este programa los sábados de 9 a 13 horas para que puedan recuperar y que no fracasen y abandonen.” (LEVANTE-EMV).
Mireu, deixeu-vos ja d’INTEGRA-DOS i d’idees “innovadores” d’aquest tipus i, si voleu millorar la qualitat de l’ensenyament i frenar l’abandó escolar, comenceu per fer cas als que cada dia estem a les aules, així, amb molta sort i voluntat -i molts diners…- alguna coseta podrà millorar. Però amb projectes de classes dissabtes al matí… el fracàs està assegurat. Sembla que Camps té Font de Mora al govern perquè vaja “experimentant”… però no recorda que els experiments es fan amb gasosa. I gràcies.
I diumenge podíem llegir aquest article de Manuel Vicent, Los jueces. Més clar no ho pot dir. Bon dia.
Los jueces
MANUEL VICENT
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EL PAÍS – Última – 18-01-2009
En general un juez es una persona, hombre o mujer, que recién
terminada la licenciatura de Derecho, alrededor de los 22 años, no tiene
demasiado claro por donde va a orientar su vida. Piensa que podría hacer
oposiciones a notarías o a abogacía del Estado, pero si en ese momento le
hubiera tocado el gordo de Navidad con una gran descarda de millones tal vez
habría montado un bar o una granja de pollos. Salvo raras excepciones, el
recién licenciado se decidió a opositar a judicatura por una razón coyuntural,
en cualquier caso muy alejada de la vocación sagrada de enderezar los torcidos
senderos del mundo a través de la justicia. Puede que necesitara colocarse a
como diera lugar, apremiado por la pareja que quería casarse o trató de
complacer a su padre, que también pertenecía a la carrera o simplemente se lo
jugó a los chinos con los compañeros de la facultad. De hecho, le parecía más
fácil ser juez que notario porque la de juez o fiscal era una oposición que se
convocaba todos los años con muchas plazas. Se encerró en casa a cal y canto
hasta cebarse con cuatrocientos temas del programa sin enterarse de las
pasiones que se cocían en la calle, salvo lo que oía por la ventana, y un buen
día soltó como un papagayo ante un tribunal la retahíla de artículos del código
que había deglutido y de no ser nadie, sin que el elector lo llamara con su
voto, pasó por oposición a formar parte de uno de los tres poderes del Estado,
el cual le regaló la potestad de meterle a usted en la cárcel o de llevarlo al
patíbulo si hubiera pena de muerte. Nadie del tribunal le preguntó a aquel
lejano opositor, que hoy por simple escalafón habrá llegado a lo más alto de la
magistratura, si era demócrata, beato, conservador o autoritario, pero es
evidente que el Estado tiene desprotegido ese flanco por donde puede colarse
con ciertas mañas toda clase de enemigos políticos. Aparte de pertenecer a un
estamento corporativo lleno de triquiñuelas jurídicas capaces de trabar la
maquinaria del gobierno por pura ideología, aquellos opositores pelanas cuyo
cargo es vitalicio, pueden sentar en el banquillo al presidente de la nación,
decir la última palabra a la hora de interpretar la Constitución e
incluso dar un golpe de Estado. Estamos en sus manos.
PD: Mireu si voeu més avall. Hi trobareu:
La crisis en clave valenciana
Una caja con telarañas, JOSEP TORRENT , EL PAÍS – 18-01-2009
Apuntes
Así se formará el nuevo
profesor
Radiografía del nuevo máster obligatorio para dar
clases en institutos, IGNACIO ZAFRA – Valencia, EL PAÍS – 16-01-2009
JOSEP VICENT BERGÓN, LA PERVERSIÓ DE LA POLÍTICA (LEVANTE-EMV)
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EL PAÍS – 18-01-2009
Convengamos que el Consell y su presidente tienen una decidida
voluntad de afrontar la crisis económica adoptando medidas que, hasta dónde sea
posible, contribuyan a paliar el pavoroso desempleo que crece y crece en la Comunidad Valenciana.
Convengámoslo así, porque, de no hacerlo, la conclusión sería que estamos
gobernados por unos sujetos indeseables, lo que no es el caso. El
vicepresidente económico Gerardo Camps viene desplegando una actividad
frenética (y sorprendente en él) para intentar trasladar a los ciudadanos la
impresión de estar seriamente implicado en la lucha contra la crisis. Tanto
que, en ocasiones, da la impresión de ser víctima de un auténtico estrés
informativo. Episodio que le hace repetir una y otra vez los mismos proyectos
con el inconfesado propósito de ver si un plan de 200 millones de euros,
repetido 200 veces, acaba por ser visto como una inyección económica de 40.000
millones. Y no es eso.
Camps (Gerardo)
ha anunciado en siete días un esfuerzo extrapresupuestario cercano a los 700
millones a través de dos planes. Como en las arcas autonómicas, además de
telarañas, sólo abundan las facturas impagadas a proveedores de toda clase y
condición, el vicepresidente se ha limitado a exhibir un vademécum no muy extenso
de medidas -algunas viejas y otras no tanto- voluntaristas sin ningún respaldo
económico que queda fiado al albur del acuerdo sobre financiación autonómica
que, paradojas de la vida, defiende el esforzado consejero de economía catalán,
Antoni Castells, y del que nos beneficiaremos, entre otros, los valencianos, en
una curiosa, singular e involuntaria aplicación de la cláusula Camps que tanta
gloria política dará a su inventor. Lamentablemente, el dinero que vaya a
paliar los efectos de la crisis no se podrá destinar a educación, sanidad o
bienestar social. Es lo que tiene ser la autonomía más endeudada de España.
Del presidente
Camps se supone que está preocupado por las crisis. Si a Zapatero le ha costado
lo suyo reconocer la realidad, está por ver que el presidente de la Generalitat haga lo
propio. En sus reuniones con los líderes de la oposición ha insistido más en
temas secundarios como los trasvases o las infraestructuras que en la situación
económica. Y lo mismo se comprobó tras su entrevista con su homólogo murciano
Ángel Luis Valcárcel, al final de la cual se dedicó con fruición a practicar la
política de salón que más le gusta; Cargar contra el gobierno socialista.
Práctica esta habitual y preocupante. Maurice Duverger ya explicó como algunos
cargos públicos tienden a atribuir sus propios fracasos a un enemigo exterior.
Camps es un maestro en este campo.
Convengamos,
pues, en que hay más voluntad de utilizar la crisis para deteriorar al Gobierno
de España, sin que por ello podamos decir taxativamente que no hagan lo poco
que pueden en intentar hallar alguna solución.
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EL PAÍS – 16-01-2009
La movilización contra el proceso de Bolonia es compleja.
Algunos de los argumentos son teóricos, e implican una mirada a medio y largo
plazo sobre la universidad: es el caso del miedo a la mercantilización. Otros,
en cambio, son de carácter práctico y su llegada es inminente: es el caso del
máster de profesorado, un caballo de batalla de primer orden en las carreras de
Humanidades y Ciencias Básicas, no por casualidad los dos principales frentes
de la protesta.
El máster será
obligatorio para todos aquellos que quieran dar clase en un instituto (en la ESO, Bachiller o Formación
Profesional), y sustituirá al CAP (Curso de Adaptación Pedagógica), que se las
ha arreglado para sobrevivir casi cuatro décadas a pesar de suscitar un rechazo
casi unánime por la insuficiente formación que da a los futuros docentes antes
de aterrizar en las aulas. ¿En qué consistirá el nuevo máster?
Tomando el que la Universitat de
València tiene en exposición pública hasta la semana que viene -la estructura
universitaria adaptada a Europa concede una relativa libertad a los campus para
confeccionar los títulos-, que prevé ofertar de entrada 1.170 plazas, tendrá un
año de duración (frente a los tres meses del CAP), constará de 60 créditos, y
ofrecerá 15 especialidades además de otras cuatro específicas para la FP. No habrá restricciones
de origen para acceder a las especialidades (aunque lo normal será que alguien
que haya estudiado el grado en Historia elija la especialidad del máster en
Historia, nada impide que un graduado en Química pueda matricularse en la
especialidad de Filosofía). Pero si no puede acreditar unos conocimientos
previos sobre la especialidad (por ejemplo, el diploma de grado) deberá superar
un examen de acceso.
El máster se
estructurará en tres grandes bloques. “Pero no se impartirán de forma
secuencial, sino que todo ocurrirá a la vez”, señala Óscar Barberá,
director de la Escuela
de Magisterio Ausiàs March.
El primer bloque
(16 de los 60 créditos) tratará sobre “materias básicas” y será común
a todas las especialidades. En él los futuros profesores se formarán en
pedagogía; psicología del aprendizaje; historia de la educación; atención a la
multiculturalidad (por ejemplo: cómo tratar con alumnos que tienen problemas
para entender el castellano y el valenciano); organización del aula; relaciones
de poder (entre el docente y los alumnos; el claustro, la dirección…);
desarrollo de la personalidad (los cambios psicológicos que los alumnos
experimentan durante la etapa que van al instituto); sociología; entorno
familiar…
El segundo bloque
aborda las “materias específicas” (28 créditos). Los contenidos
varían en función de la especialidad, pero presentan un guión común. De un
lado, conocer los conceptos básicos que tendrán que explicar (en Filosofía,
Inglés, Biología y Geología…); detectar los “obstáculos de
aprendizaje” que más a menudo encuentran los chavales en la materia
concreta (por ejemplo: ciertos déficits en matemáticas dificultan entender
conceptos de física) y ofrecer herramientas para afrontarlos. Del otro, “complementos
de formación”: todo aquello que, sin pertenecer estrictamente al programa,
puede ayudar al futuro docente y a sus alumnos a entender la materia (repasar
la historia de la ciencia, o conocer, por ejemplo la visión que la literatura
ha dado de la profesión de médico a lo largo de la historia, en el caso de
aquellos itinerarios que conducen a la carrera de Medicina).
El último bloque
(16 créditos) se centra en la práctica profesional, cuenta con un doble
tutelaje (en la universidad y en el instituto) y contiene una parte general
(por ejemplo, la organización del centro) y otra específica de cada
especialidad.
El máster lo
impartirán profesores de Magisterio, de Educación, de Secundaria y Bachillerato
(como asociados), y queda abierta la posibilidad de que participen docentes de
otras facultades de la universidad.
Muy largo |
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Datos |
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JOSEP VICENT BERGÓN, LA PERVERSIÓ DE LA POLÍTICA (LEVANTE-EMV)
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