La inmersión lingüística, tal y com la entendemos hoy, nacida al Quebec (Canada) hace más de 30 años, daba respuesta a una demanda social de las comunidades francófonas y anglófonas. El psicólogo canadiense W. Lambert, padre de este método, lo expresaba así: «En aquella comunidad en que hay un deseo extendido y consciente de conseguir una sociedad bilingüe o multilingüe, hay que dar prioridad en los inicios de la escolaridad a la lengua o lenguas que tienen menos posibilidad de desarrollarse».
En el contexto español la immersión se ha desarrollado exitosamente en todos los territorios con cooficialidad idiomática. Iniciada por catalanes y vascos se extendió por todas la comunidades autònomas con doble oficialidad lingüística desde hace 25 años. El PIL ha estado ligado a lo mejor y más innovador del movimiento educativo y al éxito escolar.
El sistema educativo valenciano impulsó el PIL considerablemente entre finales de los 80 y principios de los 90. La Orden de 23 de noviembre de 1990, todavía vigente, creo la figura del Centre d´Immersió Lingüística con la clara intención de «aplicar en los primeros cursos una metodologia activo-comunicativa con el fin de conseguir que los alumnos no-valencianohablantes, cuando terminen los estudios obligatorios, dominen por igual las dos lenguas».
Este marco legal ha permitido desarrollar el programa en varios centros públicos con calidad educativa, buenos profesionales, equipos asessores y resultados positivos indiscutibles bien conocidos. Y, no obstante, el programa de inmersión sigue sin generalizarse en el conjunto del sistema educativo valenciano a pesar de que más del 60% de la población escolar que llega a la escuela entre los tres y seis años no habla el valenciano y sin un PIL jamás lo aprenderá.
La Administración Educativa no ha sabido, o no ha querido, estar a la altura de las exigencia socioeducativas y lingüísticas de la ciudadanía. Muchos padres y madres que demandan oferta de inmersión en su zona se quedan sin ella todos los años; la enseñanza privada/concertada inexplicablemente no ha incorporado estos programas; las familias immigrantes no han sido adecuadamente informadas de los beneficios del PIL; no ha habido ningún intento, ni siquiera a nivel experimental, de poner en marcha el programa de inmersión en los municipios de «predominio lingüístico castellano».
Es lamentable constatar cómo ha fracasado la Conselleria d´Educació en este campo cuando lo tiene todo de cara. Un programa voluntario, llevado a cabo por buenos profesionales, respetuoso con la lengua materna de los escolares y avalado por varios años de éxito escolar no puede continuar sometido a esta vergonza minorización y marginalidad. «Immersió Lingüística, naturalment» para alcanzar cotas de bilingüismo individual real entre la población valenciana. Sólo desde el bilingüismo escolar generalizado podemos hablar seriamente de plurilingüismo educativo.