Els Papers de Santa Maria de Nassiu

EDUQUEU ELS XIQUETS I NO HAUREU DE CASTIGAR ELS HOMES (PITÀGORES)

18 d'abril de 2008
1 comentari

Ahir em va cridar l’atenció

aquest reportatge i/o escrit al voltant d’un tema que oblidem sovint: el suïcidi. Sé que no és plat agradós aquest tema, però no deixa d’estar present a la nostra societat. Ací teniu el text. Llegiu-lo i veureu. Sols resalte quatre idees que trobareu al llarg del text:

“Cada any es treuen la vida 3.300 persones a l’Estat , més que homicidis”
“‘British Medical Journal’ aconsella un control de les ‘webs’ prosuïcidi”
“Els experts demanen més mitjans per a la prevenció entre adolescents”
“El suïcidi és una de les cinc primeres causes de mort al món”.

I unes dades, com a mínim, per a la reflexió:

Durant l’any 2006 a l’Estat se suïcidaren 2.504 homes i 730 dones. I el període d’edat en què més suïcidis hi hagueren foren: en homes, de 35 a 39 anys (226), i en dones, de 50 a 54 anys (68)

També us deixe a continuació l’article del psiquiatre Enrique Baca Garcia, Otra verdad incómoda.

PD: El fet de dur aquest tema al meu bloc ha estat perquè, entre altres motius, després de llegir-lo, he considerat que no ens ha de ser un aspecte humà allunyat de la nostra vida. Podem tenir algú prop que li faça falta que l’escoltem, que li fem una miqueta de cas, que … Bon dia.

Otra verdad incómoda


Enrique Baca
García


EL PAÍS  –  Sociedad – 17-04-2008

Los trastornos mentales son la causa más importante de discapacidad en el
mundo occidental. En otras palabras, y desde un punto de vista menos estadístico
y más humano, son responsables del sufrimiento de muchas personas en nuestro
entorno. Sin duda la forma más extrema en que se manifiesta este sufrimiento son
las conductas suicidas. Se calcula que detrás del 90% subyace un trastorno
mental. El suicidio es una tragedia por la que mueren cada año un millón de
personas en el mundo. Esta cifra es superior a la de muertes por conflictos
bélicos y actos violentos. También es mayor que las muertes por otras
enfermedades como el sida o el cáncer de pulmón.

Recientemente, la opinión
pública está siendo consciente del drama de los accidentes de tráfico. Los
intentos de suicidio y las muertes por suicidio son una realidad comparable por
el número de personas afectadas. En ambas situaciones nos queda la idea de que
en un instante ha cambiado nuestra existencia y la de nuestros seres queridos de
forma irreversible; nos queda la sensación de que se podía evitar y, por qué no,
una profunda culpa. Al igual que los accidentes de tráfico, el suicidio no
discrimina por sexo, ni por edad, ni por estatus socioeconómico.
En este punto hay que preguntarse qué se puede hacer para prevenir la
conducta suicida. Hay dos perspectivas: la orientada hacia el paciente y la
orientada hacia la sociedad. En relación a la primera, la Unión Europea y la
Organización Mundial de la Salud incluyen la conducta suicida entre sus
prioridades de salud pública y salud mental. En los pilares de esta estrategia
está la identificación precoz y tratamiento adecuado de los trastornos mentales
evitando la estigmatización y discriminación. Aunque la situación ha mejorado
mucho en los últimos años, en España aún existe un estigma considerable asociado
a estos trastornos, y es posible que el temor a ser etiquetado como enfermo
mental haga que muchas familias sean reticentes a solicitar ayuda. La
investigación es otra arma imprescindible. En este sentido, la UE ha aceptado
recientemente el proyecto Save Young Life in Europe (SAYLE) para la promoción de
hábitos saludables y la prevención del suicidio, dentro del 7º programa marco.
En nuestro país, la constitución del Centro de Investigación Biomédica en Red
(Ciber) de Salud Mental va a facilitar los esfuerzos que ya se hacen en este
campo.
Con respecto a la prevención orientada a la sociedad, quizás el primer
paso es que ésta sea consciente de la existencia del problema. Los medios, las
campañas de sensibilización y los programas educativos deben abordar el tema
evitando sensacionalismo, estigmatización y el tan temible efecto Werther o
imitación. Pero con todo el cuidado y con toda la delicadeza necesarios tenemos
que ser capaces de hablar de ello, silenciarlo sólo sirve para perpetuar el
sufrimiento que genera.


Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!

Respon a Anònim Cancel·la les respostes

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.