En contra:

els Poders i els seus servidors

2 de juliol de 2010
2 comentaris

El futbol. Un campionat mundial insòlit i també el pais campió, una Espanya inexistent

El futbol, l’opi pel poble

Transcrit les reflexions d’Eduardo Galeano, que comparteixo, i deixo per a més avall el meu  pronòstic que vaig errar quasi totalment. Deia que els equips tercermundistes guanyarien i varen anar perdent tots. I també deia que els equips europeus, menys Espanya, anirien perdent estrepitosament i varen anar guanyant. Vaig acertar que Espanya arrivaria a la final i que pel seu bon joc merexeria ésser guanyador.

Tots sabem el que ha passat:
Brasil va caure davant d’Holanda jugant mil.lor, molt mil.lor a la primera part al menys. Ghana, segons els diaris, merexia guanyar. Als africans els falta autoestima, creure que poden. Estan dominats i amb sentiment d’inferioritat. Tenen a més els entrenadors europeus i els jugadors jugant i vivint a Europa.  No és extrany que hagi guanyat Europa. El món està globalitzat i el domini d’Europa cada cop és més fort i en tot el mon. Uruguay va lluitari per molt poc, amb pròrroga i un poster de Forlan a l’ultim segon, va ser eliminat a semifinals per Holanda.

Bé, de totes maneres considero que la meva hipòtesi és vàlida i que sols es tracta d’una excepció que confirma la regla, que diu que tots els partits jugats al continent Americà, la meitat, els han guanyat equips llationamericans. Per tan el pròxim campionat a Brasil, el guanyarà possiblement Brasil o un equip llationoamericà.
Africa on s’ha jugat  per primera vegada han passat tot de coses insòlites que les comenta amb gràcia i amb l’inteligència habitual, l’Eduardo Galeano. 
És quasibé una defensa de les meves hipòtesis errades.

 

 

El reino mágico

EDUARDO GALEANO
ESCRITOR 13/07/2010 16:59 Actualizado: 13/07/2010 17:16

IKER AYESTARAN

IKER AYESTARAN

Pacho
Maturana, colombiano, hombre de vasta experiencia en estas lides,
dice que el fútbol es un reino mágico, donde todo puede ocurrir.
El Mundial reciente ha confirmado sus palabras: fue un Mundial
insólito.

Insólitos fueron los diez estadios donde se jugó,
hermosos, inmensos, que costaron un dineral. No se sabe cómo hará
Suráfrica para mantener en actividad esos gigantes de cemento,
multimillonario derroche fácil de explicar pero difícil de
justificar en uno de los países más injustos del mundo.

Insólita fue la pelota de Adidas, enjabonada, medio loca,
que huía de las manos y desobedecía a los pies. La tal Jabulani
fue impuesta aunque a los jugadores no les gustaba ni un poquito.
Desde su castillo de Zurich, los amos del fútbol imponen, no
proponen. Tienen costumbre.

Insólito fue que por fin la todopoderosa burocracia de la
FIFA reconociera, al menos, al cabo de tantos años, que habría que
estudiar la manera de ayudar a los árbitros en las jugadas
decisivas. No es mucho, pero algo es algo. Ya era hora. Hasta estos
sordos de voluntaria sordera tuvieron que escuchar los clamores
desatados por los errores de algunos árbitros, que en el último
partido llegaron a ser horrores. ¿Por qué tenemos que ver en las
pantallas de televisión lo que los árbitros no vieron y quizá no
pudieron ver? Clamores de sentido común: casi todos los deportes,
el basquetbol, el tenis, el béisbol y hasta la esgrima y las
carreras de autos, utilizan normalmente la tecnología moderna para
salir de dudas. El fútbol, no.

Los árbitros están autorizados a consultar una antigua
invención llamada reloj, para medir la duración de los partidos y
el tiempo a descontar, pero de ahí está prohibido pasar. Y la
justificación oficial resultaría cómica, si no fuera simplemente
sospechosa: el error forma parte del juego, dicen, y nos dejan
boquiabiertos descubriendo que errare humanum est.

Insólito fue que el primer Mundial africano en toda la
historia del fútbol quedara sin países africanos, incluyendo al
anfitrión, en las primeras etapas. Sólo Ghana sobrevivió, hasta
que su selección fue derrotada por Uruguay en el partido más
emocionante de todo el torneo.

Algunos resentidos llegamos a sospechar que el pulpo era un
corrupto

Insólito fue que la mayoría de las selecciones africanas
mantuvieran viva su agilidad, pero perdieran desparpajo y fantasía.
Mucho corrieron, pero poco bailaron. Hay quienes creen que los
directores técnicos de las selecciones, casi todos europeos,
contribuyeron a este enfriamiento. Si así fuera, flaco favor han
hecho a un fútbol que tanta alegría prometía. África sacrificó
sus virtudes en nombre de la eficacia, y la eficacia brilló por su
ausencia.

Insólito fue que algunos jugadores africanos pudieran
lucirse, ellos sí, pero en las selecciones europeas. Cuando Ghana
jugó contra Alemania, se enfrentaron dos hermanos negros, los
hermanos Boateng: uno llevaba la camiseta de Ghana, y el otro la
camiseta de Alemania.

De los jugadores de la selección de Ghana, ninguno jugaba en el
campeonato local de Ghana. De los jugadores de la selección de
Alemania, todos jugaban en el campeonato local de Alemania. Como
América Latina, África exporta mano de obra y pie de obra.

Insólita fue la mejor atajada del torneo. No fue obra de
un portero, sino de un goleador. El atacante uruguayo Luis Suárez
detuvo con las dos manos, en la línea del gol, una pelota que
hubiera dejado a su país fuera de la Copa. Y gracias a ese acto de
patriótica locura, él fue expulsado pero Uruguay no.

Insólito fue el viaje de Uruguay, desde los abajos hasta
los arribas.

Nuestro país, que había entrado al Mundial en el último lugar,
a duras penas, tras una difícil clasificación, jugó dignamente,
sin rendirse nunca, y llegó a ser uno de los mejores. Algunos
cardiólogos nos advirtieron, desde la prensa, que el exceso de
felicidad puede ser peligroso para la salud. Numerosos uruguayos,
que parecíamos condenados a morir de aburrimiento, celebramos ese
riesgo, y las calles del país fueron una fiesta. Al fin y al cabo,
el derecho a festejar los méritos propios es siempre preferible al
placer que algunos sienten por la desgracia ajena.

Terminamos ocupando el cuarto puesto, que no está tan mal para
el único país que pudo evitar que este Mundial terminara siendo
nada más que una Eurocopa. Y no fue casual que Diego Forlán fuera
elegido mejor jugador del torneo.

Insólito fue que el campeón y el vicecampeón del
Mundial anterior volvieron a casa sin abrir las maletas. En el año
2006, Italia y Francia se habían encontrado en el partido final.
Ahora se encontraron en la puerta de salida del aeropuerto. En
Italia, se multiplicaron las voces críticas de un fútbol jugado
para impedir que el rival juegue.

En Francia, el desastre provocó una crisis política y encendió
las furias racistas, porque habían sido negros casi todos los
jugadores que cantaron la Marsellesa en Suráfrica. Otros favoritos,
como Inglaterra, tampoco duraron mucho. Brasil y Argentina sufrieron
crueles baños de humildad. Medio siglo antes, la selección
argentina había recibido una lluvia de monedas cuando regresó de
un Mundial desastroso, pero esta vez fue bienvenida por una
abrazadora multitud que cree en cosas más importantes que el éxito
o el fracaso.

Insólito fue que faltaran a la cita las superestrellas
más anunciadas y más esperadas. Lionel Messi quiso estar, hizo lo
que pudo, y algo se vio. Y dicen que Cristiano Ronaldo estuvo, pero
nadie lo vio: quizás estaba demasiado ocupado en verse.

Insólito fue que una nueva estrella, inesperada, surgiera
de la profundidad de los mares y se elevara a lo más alto del
firmamento futbolero. Es un pulpo que vive en un acuario de
Alemania, desde donde formula sus profecías. Se llama Paul, pero
bien podría llamarse Pulpodamus.

Al fin se hizo justicia, lo que no es frecuente en el fútbol ni
en la vida

Antes de cada partido del Mundial, le daban a elegir entre los
mejillones que llevaban las banderas de los dos rivales. Él comía
los mejillones del vencedor, y no se equivocaba.

El oráculo octópodo influyó decisivamente sobre las apuestas,
fue escuchado en el mundo entero con religiosa reverencia, fue
odiado y amado y hasta calumniado por algunos resentidos, como yo,
que llegamos a sospechar, sin pruebas, que el pulpo era un corrupto.

Insólito fue que al fin del torneo se hiciera justicia,
lo que no es frecuente en el fútbol ni en la vida. España
conquistó, por primera vez, el campeonato mundial de fútbol. Casi
un siglo esperando.

El pulpo lo había anunciado, y España desmintió mis sospechas:
ganó en buena ley, fue el mejor equipo del torneo, por obra y
gracia de su fútbol solidario, uno para todos, todos para uno, y
también por las asombrosas habilidades de ese pequeño mago llamado
Andrés Iniesta. Él prueba que a veces, en el reino mágico del
fútbol, la justicia existe.

Cuando el Mundial comenzó, en la puerta de mi casa colgué un
cartel que decía “Cerrado por fútbol”. Cuando lo
descolgué, un mes después, yo ya había jugado 64 partidos,
cerveza en mano, sin moverme de mi sillón preferido.

Esa proeza me dejó frito, los músculos dolidos, la garganta
rota; pero ya estoy sintiendo nostalgia.

Ya empiezo a extrañar la insoportable letanía de las vuvuzelas,
la emoción de los goles no aptos para cardíacos, la belleza de las
mejores jugadas repetidas en cámara lenta. Y también la fiesta y
el luto, porque a veces el fútbol es una alegría que duele, y la
música que celebra alguna victoria de esas que hacen bailar a los
muertos, suena muy cerca del clamoroso silencio del estadio vacío,
donde ha caído la noche y algún vencido sigue sentado, solo,
incapaz de moverse, en medio de las inmensas gradas sin nadie.

 

 

Els equips tercermundistes guanyaran estrepitosament als equips europeus

En aquest pronòstic no hi ha sols una exposició de desitjos i
intencions. És fruit també de l’estadística i del anàlisi dels
resultats dels anteriors campionats de futbol.

De moment les estadístiques dels campionats mundials no estan
fallant a Sud-àfrica. Les potencies colonials europees, França i
Itàlia, junt amb l’Imperi nord-americà, ja han sigut eliminats a
Africa, i per equips africans. El futbol, ja ho sabem, no és una
ciència exacte, tampoc les estadístiques, però en aquest cas, els
mundials, s’hauria d’analitzar perquè les estadístiques no fallen.

Ha de guanyar un equip tercermundista. L’estadística demostra que
tots els partits jugats a Llatinoamèrica o en un país
tercermundista (Corea del Sur), sempre els han guanyat equips
llatinoamericans. També el jugat als USA (primer món) el va
guanyar un equip del continent americà (Brasil).

L’estadística també ens demostra que l’altre meitat dels
campionats jugats a Europa, a països del primer món, tots menys un,
l’han guanyat equips europeus. L’excepció fou el campionat a Suècia
que el va guanyar Brasil, però els altres tres finalistes foren ,
com mana l’estadística equips europeus: Suècia, França i Alemanya.

Aquesta lògica i tradició de que a Europa guanyen els europeus,
i al continent americà guanyen els llatinoamericans, la conec de fa
molts anys. I funciona. Qualsevol pot mirar wikipedia i separar-se
els resultats, com jo estic fent i estan amb gràfics amb colors i
tot:

El primer campionat l’any 1930 a Uruguai, el va guanyar Uruguai
contra Argentina.

El segon campionat, l’any 1934 a Itàlia, el va guanyar Itàlia a
Txecoslovàquia. Els altres dos equips finalistes foren Alemanya i
Austria, europeus.

El tercer, al 1938, A França, el va guanyar Itàlia, segon
Hongria, tercer:

Etc… Podeu mirar-ho.

L’ultim, l’any 2006, Alemanya, el varen guanyar Itàlia contra
França per penals. Alemanya va quedar tercer i Portugal quart.
Quatre equips europeus. Semblant passa quan es juga al continent
americà. La majoria de finalistes són llatinoamericans.

La importància del camp, de jugar a casa, és un factor a tenir
en compte. No és ciència científica, però orienta. Entre equips
semblants en joc i qualitat, el factor camp determina, al menys
influencia.

Aleshores com que no es juga ni a les Amèriques, ni a Europa
(primer mon), podem concloure que guanyarà un equip del tercer mon.

Sols una vegada s’ha jugat fora dels dos continents (Europa i
Amèrica): a Corea del Sur. Mirem què va passar, ja que estem en
camí de que passi alguna cosa de semblant. Va guanyar Brasil a
Alemanya. Va guanyar un país del tercer mon. El tercer lloc per a
Turquia, un altre país del tercer mon, i Corea del Sur, el país
amfitrió va aconseguir passar a les semifinals. Ghana, l’únic
equip africà potser passí a quarts de final. Ells són conscients
que representen tot el continent africà.

La bona noticia pels espanyols és que és l’únic equip europeu
que es pot salvar de l’escabetxada, per tot una seria d’atzars i
combinacions.

Espanya és un país colonial i del primer mon, i com a tal no pot
guanyar el campionat malgrat que aquest any presenten uns jugadors i
estil de joc amb bones oportunitats per a guanyar per primer cop el
mundial.

La raó principal és que a l’equip hi han jugadors canaris, que
són genuïnament i autènticament africans, del continent africà,
en Pedro i Silva, que ja han jugat. Potser ells ni ho saben que són
africans , ja que no se’ls ensenya a l’escola, però això encara els
fa més africans.

Els altres jugadors són majoritàriament catalans i bascos, amb
la base de l’equip del Barça “que és més que un club”, que,
com els africans, estem colonitzats pels mateixos quatre governants
espanyols de sempre, uns xoricos, d’altres corruptes al servei dels
poderosos. Estem pitjor que els africans que al menys poden elegir-se
els seus reis i dictadors, això sí posats per les multinacionals.
Aquí no tenim dret ni a Referèndum i ens hem de tragar un Borbó
posat pel dictador Franco, que prové de la dinastia de reis més
nefasta, inútil i perjudicial per a Catalunya i per tot Espanya.

Els que hem sofert el règim franquista dèiem que Europa
començava als Pirineus, i que no érem res més que simples
nord-africans. Ara amb el post franquisme democràtic estem igual o
pitjor. Per tant, molts seguim pensant que som més grassos, però
menys conscients i menys dignes que en el temps del Franco. Ni vaga
es pot fer. De totes maneres, els africans, a qui explotem de mala
manera i maltractem, saben que fa uns anys , nosaltres érem uns
immigrants com ells.

Tot això i altres causes fan que Espanya tingui opcions a passar
a quarts de final com a equip falsament tercermundista. I ajuda que
l’entrenador actual sigui humil i no vagi de cregut com l’anterior.
El fet de perdre el primer partit els va fer aterrar, tocar de peus a
terra. I varen deixar de considerar-se potència futbolística. Ara
estarien plorant com els francesos, italians, anglesos. Pobrets!
Molts diners, molta publicitat, molts espectadors, molts fanàtics,
moltes vedettes, molts ídols, i poca cosa més.

Maradona pot donar la sorpresa guanyant a Alemanya. Maradona és
l’entrenador més tercermundista i antiimperialista que hi ha. Per
tant el més representatiu dels països tercermundistes. La potencia
mundial Alemanya ho té malament. Poden emplenar mig camp. Però no
podran amb la litúrgia de Maradona. S’ha sacrificat ell mateix com a
millor jugador del mon per a que Messi, el superi. Ha posat al
servei de Messi (el messies) tot l’equip, Higuain inclòs, per a que
Messi guanyi el Mundial com el millor jugador de l’història i en
representació de tots els països tercermundistes, en especial els
africans. I Messi és capaç d’aconseguir-ho.

Els alemanys estan nerviosos, tenen por, com ha dit encertadament
Maradona. Qualsevol sap que els insults els utilitzen els covards i
energumens amb pocs arguments. Els argentins ja juguen amb
avantatge, amb més autoestima.

Pido a los argentinos que entiendan que vamos
por la dignidad, para defender lo nuestro… Es un orgullo ir en este
tren para repudiar a esa basura que es Bush… Si lo tuviera [a Bush]
bajo un arco, le arrancaría la cabeza de un pelotazo”.

La culpa d’aquest joc endevinatori n’és el meu fill que sols em
telefona (de Nicaragua) per parlar-me de futbol i saber els meus
pronòstics, que sobre futbol, em fa cas. I la culpa també les
victories del Barça, ja que em diu que li ha fet guanyar molts
diners últimament. Fa dies li vaig dir que guanyarà Brasil o
Argentina. Sobre Espanya, que potser arribarà a la final. Són
pronòstics bastant facilets i poc arriscats. L’explicació, com heu
pogut llegir, és més divertida i fomentada.

  1. Corea del Sud és del tercer mòn?

    I dels que hi ha ara vius al Mundial (Argentina, Alemanya, Espanya, Paraguai, Ghana, Uruguai, Holanda i Brasil) diria que els únics que es poden considerar com a tercer món són Paraguai i Ghana….

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!