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• Es una etnia sin lugar propio
• Habitan en zonas periféricas de las ciudades
• Viven en condiciones precarias

Su lengua, de transmisión únicamente oral, les da nombre pero los romaní son más conocidos como “gitanos rumanos” en nuestro país. Esta etnia tiene su origen en el extremo norte de la India en el año 1000 d.C. y como muchas otras, no tiene un lugar propio para poder vivir. De hecho, la palabra gitano quiere decir objeto que se mueve. Visten ropa colorida y también desarrollan su forma de vida itinerante en nuestro país. 

Suelen colocarse en pequeñas agrupaciones de chabolas en las zonas periféricas de las ciudades. España e Italia son los países con un grupo más numeroso de este colectivo que sobrevive haciendo las labores que la mayoría de españoles ya no están dispuesto a hacer. En Albacete, por ejemplo, salen a buscar trabajo en el campo como temporeros. Pequeños propietarios les contratan sin proporcionarle un sueldo hasta finalizar su trabajo por el miedo a su falta de compromiso. “La mayoría de ellos tienen buenas palabras pero luego hacen lo que les da la gana” declara uno de los empresarios que les ofrece trabajo. Después de la temporada de recogida muchos vuelven a su país pero la mayoría deciden quedarse para ganarse la vida de innumerables formas distintas. “Por lo menos aquí tenemos una chabola, en Rumanía no tenemos nada”, asegura una romaní que vive a la afueras de Madrid. En la capital, el grupo es de los más numerosos y se ven obligados a quemar la basura por la falta de contenedores. “Aquí tienes dinero para comprar comida”, declara un joven que asegura gustarle su vida en España. Los ingresos los consiguen limpiando cristales o vendiendo pañuelos en los semáforos, ejerciendo aquellos oficios que antes desempeñaban los españoles más desfavorecidos.

En la pequeña barriada de La Paz de Utrera (Sevilla), 600 personas han recogido firmas para echar a los rumanos. Los problemas de convivencia surgen de las diferencias con los sevillanos y, también, de los conflictos que hay entre las propias familias de gitanos. “Son tan guarros que tiran las compresas y el resto de basura por las ventanas”, nos declara uno de los vecinos de la zona. Fernando Herrera ha pasado toda su vida en este barrio y fue el que comenzó toda la campaña de recogida de firmas: “Hemos tenido que tapiar las puertas de nuestros pisos para que no sean ocupados”. Fernando comenzó este movimiento como particular, sin formar parte de ninguna asociación. En el ayuntamiento dicen que no tienen “nada en contra de ellos porque saben convivir con el resto de la gente”.

Pueden ampliar la información visionando este reportaje de Comando Actualidad (TVE): http://www.rtve.es/mediateca/videos/20080809/comando-actualidad-tiempo-gitanos/248146.shtml
 

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