Un estudi sobre els efectes de l’escalfament global en més de 1.000 espècies pesqueres, el més important que s’ha fet fins avui, posa de manifest com no només es confirmen les pitjors hipòtesi, sinó que s’incrementen les expectatives negatives. Un equip
internacional, liderat pel prestigiós investigador canadenc Daniel
Pauly, va presentar ahir els resultats a Chicago, en la reunió anual de la
Societat Americana per a l’Avenç de la Ciència (AAAS), editora de la revista Science. En parla avui Alicia Rivera, enviada especial de El País a Chicago, al seu article titulat: La pesca se desplazaraá 45 kilómetros cada diez años hacia los polos. Tot plegat apunta a que ja hem superat fa temps el temps de la denúncia per entrar, de ple, en la urgència de l’acció. Molt em temo, però, que, tal i com passa sovint, l’interès pels mars i oceans és inversament proporcional al desconeixement de les nostres institucions, mitjans i societat en general en relació a la urgència i la gravetat del problema. La noticia la trobem avui a les pàgines de Societat. Hem d’esperar a certificar-ne la total i completa defunció per trobar-la a les pàgines de política, i en els discursos i prioritats governamentals? Espero que no, però ens queda poc, molt poc, marge (segueix…)

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La pesca se desplazará 45
kilómetros cada diez años hacia los polos

El cambio climático
dañará al sector de los países de latitudes ecuatoriales

ALICIA RIVERA
(El País) – Chicago – 14/02/2009

Revolución en el océano
por el cambio climático. Centenares de especies de pesca en todo el mundo se
van a desplazar hacia latitudes altas del planeta -unos 45 kilómetros de media
por década- y hacia aguas profundas de aquí a mediados de siglo. Las costas de
algunos países del norte saldrán ganando, pero las aguas de países de latitudes
ecuatoriales y medias perderán, y mucho.

El primer estudio global
de los efectos del calentamiento sobre más de 1.000 especies de pesca -hasta
ahora sólo había investigaciones para algunas y en zonas concretas- añade una
nueva preocupación al negro panorama dibujado por los expertos. Un equipo
internacional, liderado por el prestigioso investigador canadiense Daniel
Pauly, presentó ayer los resultados en Chicago, en la reunión anual de la
Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), editora de la revista Science.

La temperatura del agua y
las corrientes marinas influyen en los hábitats, tanto directa como
indirectamente, por su efecto en los desplazamientos del alimento primario,
explicó William Cheung (Universidad de la Columbia Británica), autor del
trabajo de proyección de la pesca de aquí a 2050. El bacalao, los calamares,
las gambas o los tiburones son algunas de las capturas afectadas por estos
desplazamientos. Además de la disminución o pérdida de pesquerías en extensas
zonas del océano, se producirán invasiones de especies, con efectos difíciles
de evaluar.

Cheung y sus colegas han
interrelacionado los parámetros básicos de especies marinas con los modelos
climáticos y así han obtenido “la primera proyección cuantitativa de los
patrones de impacto de cambio climático sobre la biodiversidad marina a escala
global”, comentó el científico. El trabajo se publica esta semana en la
revista Fish and Fisheries.

El sector pesquero de
algunos países se beneficiará de esta alteración. Es el caso de Noruega,
Groenlandia, EE UU (Alaska), Islandia o el norte de Rusia. Pero otros como
Japón, México, Argentina o Chile verán sus potenciales capturas gravemente
afectadas. Habrá especies que prácticamente desaparecerán de aguas tropicales,
de latitudes bajas y el Mediterráneo meridional. Sin embargo, Cheung advirtió
de que su estudio no indica una tasa de extinción global para las especies
marinas tan alta como la de las terrestres (entre un 15% y un 37%) debido
“seguramente a que tienen mayor capacidad de dispersión”.

En cualquier caso, las
habrá. Las especies que ahora viven en muy altas latitudes no encontraran aguas
más al norte para sobrevivir. Ocurrirá con algunos tipos de langosta o de
bacalao. El arenque del Atlántico norte disminuirá en torno a un 20%.

Ya son perceptibles
algunas alteraciones en la distribución de especies de pesca. En mares
septentrionales, comentaron los científicos, se ha observado un enriquecimiento
de la fauna marina, entre 1985 y 2006, que explicaría los cambios de los
patrones biogeográficos y el cambio climático.

Ya sea por apoyo a la
estrategia del presidente Barack Obama, que sitúa la cuestión del clima en la
primera línea de prioridades para EE UU, ya sea para criticar a los
republicanos si hubieran ganado (las sesiones de la AAAS se preparan con meses
de anticipación) o porque la comunidad científica estadounidense en ningún
momento ha despreciado el reto del cambio climático al margen de la postura de
sus políticos, la conferencia de Chicago confiere un peso relevante al
calentamiento global y sus impactos.

La conferencia inaugural
del jueves, a cargo del presidente de la AAAS James J. McCarthy (Universidad de
Harvard) se dedicó al cambio climático y los futuros posibles -futuros, dijo,
porque la realidad será una u otra dependiendo de las decisiones sociales,
económicas y políticas-.

También la UE, con una
fuerte presencia en la conferencia, dedica varias sesiones científicas al
calentamiento. Su representante, José Manuel Silva (Comisión Europea), destacó
en su conferencia el eje clima/energía como una prioridad de investigación y de
cooperación internacional.

Font foto: Xurxo Lobato / El País