Xavier Casals. En definitiva, entenderemos el ascenso de la extrema derecha si la consideramos un movimiento antiglobalización, aunque este ámbito ideológico no es define como tal. Sus partidos enarbolan la bandera de la “identidad nacional” y la protesta contra el establishment: se oponen a flujos migratorios o deslocalizaciones; denuncian la pérdida de soberanía en beneficio de organismos supraestatales o elites lejanas y afirman que la identidad peligra antes etnias o culturas foráneas. Este cúmulo de factores hacen que este sector político gane una centralidad inquietante: este ano la revista Time ha incluido por segunda vez a Marine Le Pen entre los cien líderes políticos más influyentes (…)
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CANIGÓ, setmanari independent dels Països Catalans
BRAUN, memòries d’una fàbrica / BRAUN, memorias de una fábrica
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