Pere-Enric Barreda

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27 de novembre de 2013
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Publi Papini Estaci al “Diccionario histórico de la traducción…”, edd. F. Lafarga – L. Pejenaute, Madrid, Gredos, 2009

El 19 de maig de 2009 tancava aquest encàrrec que, mitjançant el Dr. Josep-Lluís Vidal, coordinador de la part de Literatura èpica llatina, m’havia fet el Dr. Francesc Lafarga, editor de l’obra. Publicat molt aviat, el meu article n’ocupa les pàgines 357-359, si bé, seguint l’estil de l’obra completa, es va resumir una mica respecte de la versió original, que és la que incloem a continuació. El volum final té més de 1.200 pàgines, i no cal dir que és una obra de referència internacional. ISBN 978-84-249-3626-6
 

Estacio (Nápoles, ca. 45 – Roma ¿96?)

 

Poeta latino. Su padre era maestro de renombre, que enseñaba a los hijos de la nobleza local, y poeta profesional, triunfador en varios certámenes y competiciones. A él debe Estacio su cuidada formación literaria. Hacia el año 60 se muda toda la familia a Roma, donde su padre sigue ejerciendo su oficio. Todavía adolescente, Estacio quiere asegurarse un futuro como poeta, y busca mecenas: dirige un poema de encomio en hexámetros, su Laus Pisonis, en honor de Calpurnio Pisón. Pero su protector pierde la vida el 65, junto con Lucano, Séneca y otros, tras participar en una conjuración contra Nerón. Después de tomar partido su padre a favor de Vespasiano, el joven Estacio se asegura la protección de varios mecenas y participa en certámenes poéticos, con victorias en los Augustalia napolitanos y en los Juegos Albanos, pero no en el Certamen Capitolino de Roma. Para estos patrones y el emperador Domiciano, protector de las artes y literatura, compuso años después las Silvas, poemas de encargo para celebrar acontecimientos sociales relevantes. Se casó con Claudia, una viuda de buena posición, que ya tenía una hija, pero que no tuvo descendencia del poeta.

Con esta estabilidad social y económica (el propio emperador le concedió agua para una villa que tenía en Alba), hacia el año 80 se dedicó por entero a la poesía: comenzó a componer la Tebaida, un poema épico sobre la historia de Eteocles y Polinices, los hijos de Edipo que se disputaron el trono de Tebas hasta darse muerte ambos en duelo singular. Esta obra le ocuparía los doce años siguientes, durante los cuales se iba difundiendo a medida que avanzaba por medio de recitaciones públicas entre sus seguidores. En su prólogo (Theb. 1, 15-33) manifiesta la intención de cantar también las gestas bélicas de Domiciano, pero no lo hizo. En cambio, hacia el 89, comienza a escribir sus Silvas, que publicaría él mismo en cuatro libros, tres hacia el 94, el cuarto el 95, más un quinto que se editó póstumamente con composiciones inéditas. También habían circulado antes por separado a medida que las componía, pues se trata de poemas del género epidíctico, compuestos para un acontecimiento concreto (actos sociales como un viaje, nacimiento, funeral, inauguración de un templo, invitación a una cena…), para elogiar a sus protectores (descripción de villas, despedida…) o escritas de forma improvisada o muy rápida. Sobre el año 94 o 95 comienza la Aquileida, que pretendía contar toda la vida de Aquiles desde su infancia hasta su muerte. Pero sólo llegó a componer un libro y medio. La obra debió quedar interrumpida tras su muerte, ocurrida seguramente en el 96, poco después del asesinato de Domiciano y de quedar sin protectores.

Estacio tuvo éxito en vida e influyó en poetas coetáneos y posteriores. En cuanto a la obra épica, la Tebaida era conocida antes de su publicación gracias a las recitaciones públicas, y tuvo enorme popularidad entre sus contemporáneos, como atestiguan Juvenal (sat. 7, 127-132) y el propio Estacio (Theb. 12, 806-819). Luego el gusto arcaizante de los autores de los siglos II y III motivó un cierto olvido de la épica neoclásica, pero en los siglos posteriores vuelve su influencia en poetas como Ausonio, Claudiano (que en el epilio De raptu Proserpinae imita la Aquileida) y Sidonio Apolinar. Además, entre los siglos IV y VI el comentarista Lactancio Plácido redacta una extensa explicación sobre la Tebaida (que se completa entre el XII y XIII con una breve interpretación alegórica atribuida sin fundamento a Fulgencio el Mitógrafo). En la Edad Media esta obra épica estaciana contó con una enorme difusión como texto escolar entre los siglos X al XIII, demostrada por la tradición manuscrita (más de 150 manuscritos de la Tebaida, y unos cien de la Aquileida). Dante, reconociendo la fama de Estacio, lo cristianiza en los cantos 21 y 22 del Purgatorio de su Divina Comedia. La llegada de la imprenta supone la divulgación definitiva de ambas obras épicas a partir de su edición príncipe de 1470, a la que siguen otras muchas. En España la Tebaida la conocen y citan ya poetas del siglo XV como el Marqués de Santillana, Juan de Mena o Juan de Encina, y más tarde Góngora, en especial en su Fábula de Polifemo y Galatea (1612), y Manuel de Gallegos en su Gigantomaquia (1626). Pero será sobre todo fuente de la épica culta del Siglo de Oro, con algún rasgo en la Araucana de Ercilla, y una profusa imitatio, sobre todo de las comparaciones épicas, en el Bernardo de Balbuena (1624; cf. Barreda 1995a, 1997). Además Juan de Arjona (1570-1603) comenzó su traducción íntegra en octavas reales, terminada a su muerte por Gregorio Morillo. Pero lamentablemente quedó inédita, conservándose sólo en tres manuscritos, hecho que la privó de difusión hasta editarla A. de Castro a mediados del siglo XIX (Arjona – Morillo 1855, 1888), como han estudiado Cristóbal (1987) y Barreda (1992, 1993-94, 1995b).

Las Silvas, en cambio, caen en el olvido hasta la antigüedad tardía, entre los siglos IV y VI, cuando las imitan Ausonio, Claudiano, Ausonio, Ennodio, Sidonio Apolinar, el autor anónimo del Alcestis Barcinonensis, Flavio Merobaudes, Draconcio y Paulino de Nola, e incluso escritores griegos como Menandro el Rétor o Paulo Silenciario. Les sirven como modelo de diversos géneros epidícticos como panegíricos, epitalamios, epicedios, descripciones y prólogos en prosa. Ausonio, por ejemplo, basa su Mosella en descripciones de villas, y Claudiano le imita tan estrechamente en sus panegíricos y epitalamios que casi no se diferencia de su modelo. Pero a ello sigue un olvido de siglos, toda la Edad Media, hasta que en 1417 Poggio descubre un manuscrito en Saint Gall. Tras su impresión príncipe en 1472, seguida por otras muchas, las Silvas se difunden rápidamente, junto con el comentario que el humanista Poliziano les dedica en 1480. Como recoge Menéndez Pelayo (1950), en España el mismo Arjona las usó para componer la biografía de Estacio que prologa su traducción de la Tebaida, y sirven como modelo de poesía ocasional a casi todos los poetas del Siglo de Oro (Garcilaso, Boscán, Juan de Aldana, Fray Luis de León, Quevedo…). Sin embargo, el polígrafo sólo documenta tres versiones directas: primero Francisco Cascales traduce versos del epitalamio de Stella y Violentilla (silu. 1, 2, 182-187) en su epístola 1, década 3 (Cartas Philológicas, Murcia 1634), mientras que Antonio Pérez Ramírez traduce versos de la carta a Marcelo (silu. 4, 4, 32-36) en las estrofas 401-402 de sus Armas contra Fortuna (Valladolid 1698). Luego aparecen versos de Via Domitiana (silu. 4, 3, 147-151) en el discurso 34 del anónimo El Censor (Madrid 1781, 531), y finalmente, es Ignacio Montes de Oca el que imita el Psittacus (silu. 2, 4), de forma no literal, en un poema de sus Ocios poéticos (México 1878, 249-252). Por su parte, Laguna (1990, 1998) coincide en señalar que las silvas más conocidas son la mencionada 1, 2 (el epitalamio), ya desde la antigüedad tardía, y, sobre todo, la 5, 4 (la plegaria al Somnus), imitada por Quevedo y también en diferentes épocas y naciones, llegando hasta Unamuno y, ya en nuestros días, en un artículo de Muñoz Molina que comienza casi igual. Quevedo, según Rey (2006), inicia poco después de 1621 un libro de silvas con poemas no uniformes en tema ni métrica, aunque al final estos poemas amorosos se publicaron como la parte titulada “Musa IV: Erato” de su El Parnaso Español (1648). De la imitación de Estacio se ocupan Senabre (1982), Crosby y Schwartz (1986), Alatorre (1998) y Candelas (1997), y la resume bien la misma Schwartz (2003): Quevedo recreó composiciones ecfrásticas (descripciones de villas, estatuas y jardines) o celebratorias, e intentó reproducir fielmente sus motivos temáticos centrales y también sus adornos retóricos. Así, su silva 398 “El sueño” imita con amplificación silu. 5, 4; la silva 201, un ramo desgajado por el peso de la fruta, silu. 2, 3; la silva 202, sobre la casa de campo de un valido, silu. 1, 3 (la villa tiburtina de Vopisco); la silva 383, las exequias de la tórtola, silu. 2, 4; y finalmente en el idilio 385, dedicado a la cabellera de una mujer enferma, silu. 3, 4 (la cabellera de Earino).

Sin embargo, debe decirse que desde finales del siglo XVII el aprecio por las Silvas de Estacio decae totalmente hasta bien entrado el siglo XX: entre 1957 y 1960 se publica su versión catalana íntegra a cargo de G. Colom y M. Dolç. En castellano la primera versión completa es de F. Torrent (1995), y su segunda edición (2002) cuenta con una introducción de G. Laguna, que las había estudiado y divulgado en diversos artículos y en su edición crítica con traducción y comentario del libro III (1992). El mismo Laguna (1998), junto con su aproximación a la vida y obra de Estacio, traduce parte del Laus Pisonis (vv. 243-261) y ocho pasajes de las Silvas, además de cinco de la Tebaida y uno de la Aquileida.

Bibliografía: ALATORRE 1988; ARJONA MORILLO 1855, 1888; BARREDA 1992, 1993-94, 1995a, 1995b, 1997; BELTRÁN NOGUER 1980; CANDELAS COLODRÓN 1997; COLOM – DOLÇ 1957-60; CRIADO 1996, 2000; CRISTÓBAL 1987, 1988; CROSBY SCHWARTZ 1986; GALÁN 1999; GIL 1967; IGLESIAS 1972-73, 1978, 1979-80; IGLESIAS ÁLVAREZ 1984, 1987-89; LAGUNA MARISCAL 1990, 1992, 1994, 1998, 2002; LUQUE LOZANO 1986; MENÉNDEZ PELAYO 1950; MENÉNDEZ PELAYO 1952-53; MOYA DEL BAÑO 1984-87; POST 1912; REY 2006; SCHWARTZ 2003; SENABRE 1982; TORRENT RODRÍGUEZ 1995, 2002; VILANOVA 1957.

 

Referencias bibliográficas

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VILANOVA ANDREU, A., 1957. Las fuentes y los temas del Polifemo de Góngora, Madrid, CSIC.

 

Resums:

 

El Diccionario histórico de la traducción, realizado por los profesores Francisco Lafarga y Luis Pegenaute, recoge en 1.232 pàgines en forma de diccionario enciclopédico las más de 800 entradas sobre la historia de la traducción en España que han preparado 400 especialistas nacionales e internacionales. El volumen presenta intercalados artículos relativos a los contextos emisores (literaturas nacionales y autores extranjeros) y a los contextos receptores (traductores y distintos aspectos relacionados con la práctica y teoría de la traducción), con una atención especial a la realidad multilingüe y multicultural del estado, incluyendo información detallada sobre la actividad traductora desarrollada en castellano, catalán, euskera y gallego. Lafarga (catedrático de Filología Francesa de la Universidad de Barcelona) y Pegenaute (profesor titular de Traducción e Interpretación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona) son además los directores de la Biblioteca de Traducciones Españolas, de Editorial Gredos.

Este volumen recoge en forma de diccionario enciclopédico las más de 800 entradas sobre la historia de la traducción en España que han preparado 400 especialistas nacionales e internacionales. El lector hallará aquí intercalados tanto artículos relativos a los contextos emisores (literaturas nacionales y autores extranjeros) como a los contextos receptores (traductores y distintos aspectos relacionados con la práctica y teoría de la traducción). Se ha prestado atención a la realidad multilingüe y multicultural del estado, incluyendo información detallada sobre la actividad traductora desarrollada no sólo en castellano, sino también en catalán, euskera y gallego.

Web: http://www.editorialgredos.com/diccionarios/_1e_diccionario_historico_traduccion_espana
http://blog.cervantesvirtual.com/gredos-publica-el-diccionario-historico-de-la-traduccion-de-los-profesores-lafarga-y-pegenaute
http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/119/pyc1199_es.htm

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