Oi?

Algunes notes d'un bloc d'Oriol Izquierdo

“Huérfanos de alegría”

Vam conversar fa uns dies amb Rosa Maria Piñol sobre Moments feliços, i avui en presenta la seva mirada a La Vanguardia. […]

Huérfanos de alegría
ROSA MARIA PIÑOL – Barcelona
 – 28/10/2008

Editor
de Proa, crítico y jurado de premios de poesía durante una larga etapa,
Oriol Izquierdo (Barcelona, 1963) confiesa haber escrito siempre
poemas. Pero hasta ahora no se ha decidido a publicar una primera
muestra de su trabajo, bajo el título Moments feliços (Edicions 62). El
libro estaba listo para principios del 2007, pero entonces Izquierdo
fue nombrado director de la Institució de les Lletres Catalanes y creyó
oportuno aplazar su publicación. Ahora llega a las librerías esta obra
“agridulce”, que habla de la vida y la muerte, de la soledad, la
incomunicación, el miedo o “la dificultad del lenguaje”. Unos poemas en
los que está muy presente la hija del autor, Clara, fallecida en el
2005 a los 13 años.

“Había ido acumulando poemas, pero no tomaron forma de libro hasta que
murió mi hija. La última parte de la obra refleja el dolor por la
pérdida. Pero en el resto de poemas también se percibe la vida con
Clara. Sin ella, mi mirada sobre la realidad hubiera sido otra”, dice
el escritor, que dice mantener una “rara complicidad” con otros dos
autores amigos que han vivido experiencias límite con sus hijos: Joan
Margarit (Joana)y Màrius Serra, que ahora la relata en el libro Quiet.

El título elegido, Moments feliços, tomado de un poema, quiere “generar
tensión con el contenido del libro, que en general no invita al
optimismo, pese a no ser negro”. La primera parte, más narrativa, trata
de la vida y la muerte; la segunda reúne poesía “civil, de inserción en
la sociedad”, y la tercera es intimista, con el deseo como “idea
recurrente”.

La desoladora pérdida de Clara se manifiesta en la parte final: “… que
la mort se t´enduia i ens deixava ben orfes, / de la teva alegria ja
per sempre ben orfes”, escribe Izquierdo en el poema Pausa. Advertimos
la vulnerabilidad de la niña, con su vida dramáticamente limitada a un
tiempo demasiado breve: “ocell engabiat / en un cos massa fràgil / a
punt d´aixecar el vol”. Sin necesidad de incluir el nombre de la hija,
el poeta se vale de la riqueza del adjetivo clara para dedicarle un
homenaje explícito: “Així la teva / viva mirada muda / sempre tranquil·la, / companyia perenne, neu clara que ens abriga”.



Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Aquesta entrada s'ha publicat dins de Moments feliços per oi | Deixa un comentari. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent