El Cau de l'Ós Bru de Taradell

lluisdetaradell.net - des del 14 de juliol del 2004

Carta abierta a Don Germán Coppini

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Estimado y siempre apreciado Señor Coppini,

Los fans, los irreductibles fans, somos así: te seguimos a ciegas en tus grandes éxitos, nos reimos, bailamos, bebemos y fumamos con tu voz a cuestas, hasta que un buen dia, pasamos de ti.

Pasamos de ti por el resto de tu vida. Pasamos de ti y, cuando nos llega la noticia de tu muerte, los recuerdos se agolpan en la cabeza, se empujan y se entremezclan y nos preguntamos ¿por qué pasamos de él?

Tu alocada voz vigesa, aunque nacida en Cantabria y afincada, exitosamente hablando, en Madrí, entró en mi vida con trece añicos recién cumplidos. Estudiaba sétimo de EGB y empezaba a necesitar un poco de humor con mala hostia porqué empezaba a ver que la humanidad no era tan humana como parecía. Y eso, humor con mala hostia, es lo que encontraba agazapado en la parduna cinta de cassette ilustrada con un histórica portada de homenaje a los hermanos Dalton.

Matar hippies en las Cies, las tetas de mi novia tienen cáncer de mama, todos los ahorcados mueren empalmados, Ayatollah no me toques la titola, los esqueletos no tiene pilila, … Uf! Temazos eternos del punk trapichero que rasgaba la postiza movida madrileña y la puenteaba con la cara oscura del rock radical vasco y los irreverentes sureños.

Tu voz daba personalidad a un grupo que representaba al galleguismo obrero y combativo vigués en pleno Madrí. Y tu, santanderino de nacimiento, eras la voz de la Galicia rebelde en la capital del Reino.

Te perdí la pista cuando me adentré, gracias a vosotros e Ilegales, en la cara agorera de la música, aquella que bailiaba a ritmo de Sarri Sarri y predecia el futuro, ya presente en aquellos años, de la mano de La Polla, Escorbuto y Cicatriz, haciendo estallar en pedazos el centralismo de la industria musical que os había sacado de Vigo para grabar con sello independiente madrileño.

Nunca dejé de ser un siniestro total. Los LPs aún reposan en los estantes de mi casa, mausoleo eterno del grupo que ayudaste a parir y que abandonaste para unirte a la Santa Compaña melódica y extraña en la qué participabas también.

Te redescubrí como un Golpe Bajo gracias a la Radio del Intitut Barri Besós. Era 1988 y llegaba al Insti como ángel caído del jesuitismo elitista y concertado. Allí, en el Insti, fue el gran Manuel Manchón, entonces promesa del periodismo musical y hoy realidad experta del periodismo económico, quién me abrió los oidos a tu nuevo proyecto.

Si, si. Ya lo sé. Hacia dos años que habíais desaparecido como tales, pero yo era demasiado borrego para salirme de mi rock radical vasco, de mi ska y del punk obrero e industrial, como para volver a saborear coppinadas magistrales.

Creo que aún tengo la casete con la gravación pirateada de A Santa Compaña que me trabajé en aquellos malos tiempos para la lirica.

La Universidad, el reggae y el ska,  me volvieron a separar de ti, de tu voz y de tus proyectos. Me quedé anclado, por lo qué a espiritu copinni se refiere en aquél Cuando se come aquí que me sedujo en la pubertad.

Y creo que es por ello que he querido escribirte esta carta de agradecimiento y disculpa, justo la semana del fatídico 24 de diciembre, en qué te fuiste para siempre. Te fuiste y se agolparon los recuerdos en mi endeble cerebro de adolescente adultizado.

Siempre tuyo,

Un fun fun un fan fan

Aquesta entrada s'ha publicat en 01d. Anem al jaç el 27 de desembre de 2013 per Lluís Mauri Sellés

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