Jaume Renyer

per l'esquerra de la llibertat

21 de maig de 2010
19 comentaris

“A Israel hi ha jueus antijueus igual que aquí hi ha catalans espanyolistes”

Avui, el Diari de Girona (http://www.diaridegirona.cat) publica aquesta entrevista extreta d’una conversa amb Albert Soler arran de la presentació del meu llibre “Anticatalanisme i antisionisme, avui”.

 

Escriu vostè a sou del sionisme internacional ?
– Ha, ha, què més voldria jo.

Existeix, el sionisme internacional ?
– El que existeix és l’antisionisme internacional. Aplega gent de molts països i amb diferents motius. Hi ha des de comunistes a ultracatòlics que odien Israel.

Hi ha alguna raó per aquest odi ?
– Ja des d’abans de la creació d’Israel, l’integrisme catòlic -i l’esglèsia ortodoxa grega- estava contra el judaisme. I més modernament, a aquest antisemitisme d’arrel religiós s’hi afegeix el propi dels règims totalitaris comunistes.

Catalunya no és comunista ni gaire catòlica i Israel no desperta simpatia.
– Home, el catolicisme sempre ha sigut l religió hegemònica a Catalunya, i crec que ho continua essent, almenys en els comportaments mentals. El comunisme igual, és electoralment minoritari però alguns  dels seus tics i pautes hi són.

Què tenen en comú antisionisme i anticatalanisme ?
– El jueu era la contraidentitat del catolicisme espanyol, que fonamenta l’Espanya moderna, i el català és la contraidentitat cultural de l’espanyol. De fet, per justificar l’opressió als catalans s’apliquen mecanismes com els que s’apliquen als jueus.

Com ara ?
– Tot i que la situació a Catalunya és d’espoli, es fa veure que els catalans dominem l’economia espanyola. O es parla de la situació dels castellanoparlants com si fos la persecució dels jueus pels nazis, invertint els termes de dominat i dominant.

Essent així, per què la majoria de catalans són antiisraelians ?
– Ha sigut en els darrers trenta anys que aquesta esquerra banal que domina el nostre país ha importat comportaments antisionistes, antidemòcrates, antiamericans i antiliberals. Per això Catalunya està en situació de crisi.

On queden els isarelians contraris a l’ocupació de Palestina ? Són també antisionistes ?
– A Catalunya també tenim gent com Ciutadans o Foro Babel, o catalans d’origen que escriuen contra Catalunya. Hi ha jueus antijueus igual que hi ha catalans que critiquen el nacionalisme català però no el nacionalisme espanyol.

És fàcil ser proisraelià ?
– A Catalunya és un risc ser proisraelià. La prova és que la comunitat jueva a Catalunya es fa invisible. Jo he tingut moltes amenaces.

No troba criticable cap conducta d’Israel a Gaza o Cisjordània ?
– Israel és tan criticable com qualsevol estat. però no tinc prou elements per dir quines són les conductes criticables. Jo no sóc israelià, a mi el que em preocupa és la llibertat de Catalunya, i crec que Israel és un referent.

Li agradaria que Catalunya fos com Israel ?.
– Vull que Catalunya sigui lliure, no com Israel. Que Israel sigui Israel, i Catalunya un altre estat.

  1. És evident que al llarg de la història hi ha hagut antisiomisme. Ara bé, a l’Estat d’Israel ja li va bé parlar d’una conjura internacional contra els jueus, d’aquesta manera qualsevol crítica contra les actuacions de l’estat d’israel són titllades d’antijueves. No hi ha matís. Em sembla que la teva actitud acrítica a les activitats de l’estat israelí contra els palestins em semb la que és impròpia d’un independentista com tú (i compte, jo no estic pas d’acord en moltes de les accions del splaestins, no et confonguis com sempre). Pertànyer a un poble oprimit comel català t’hauria de donar una altra perspectiva d’aquell conflicte.

  2. Els catalans estem marginats en la nostra pròpia terra igual com ho estan els palestins.
    Són castellans i israelians els qui imposen el seu sistema de valors, per les bones o per les males.

  3. A medida que pasan los años resulta cada vez más evidente que el
    mayor desafío al que debemos enfrentarnos es el triste hecho de que la Nakbah
    no ha terminado. Y cuando digo “debemos” me refiero a todos aquellos
    que individualmente o como miembros de algún colectivo hemos aceptado la
    responsabilidad de mostrar al mundo nuestra solidaridad con el pueblo
    palestino y nuestra determinación de poner fin a su opresión. De
    explicar y presentar la catástrofe de 1948 como un proyecto de
    desposesión de todo un pueblo que no ha terminado todavía y que si no
    hacemos algo para detenerlo -cosa que aún no hemos logrado- alcanzará,
    ineludiblemente, sus últimas y siniestras metas.ustituyendo así a la
    población palestina eliminada durante los días de la Nakbah.

    Es
    por eso por lo que debemos, y podemos, encontrar la manera más efectiva
    de hacer entender al mundo la relación existente entre la destrucción
    en 1948 de 531 pueblos y 11 ciudades y la demolición en 2010 de las
    casas palestinas de Jerusalén, cuyos propietarios, en buen número,
    fueron seguramente en su día víctimas también de la limpieza étnica
    perpetrada por Israel en 1948.

    Quizá para convencer a los lectores
    de lo que en verdad sucedió sería bueno explicar brevemente la
    destrucción de 64 de esas 531 aldeas y cómo se desarrolló el drama que
    condujo a la casi completa aniquilación de la Palestina rural.

    Estas
    aldeas se encontraban en el área situada entre las ciudades costeras de
    Tel Aviv y Haifa. Una de las brigadas de la Haganá, la Alexandroni, se
    encargaba de la misión de judaizar esta parte de Palestina. Desde
    finales de abril hasta finales de julio de 1948, en casi todas las
    aldeas se repetiría la misma lúgubre escena. Soldados israelíes armados
    rodeaban la aldea por tres lados y obligaban a huir a la población por
    el otro. En muchos casos, si las gentes se negaban a abandonar la aldea,
    los llevaban a la fuerza en camiones hasta Cisjordania. En algunas de
    estas aldeas había voluntarios árabes que se resistían, así que cuando
    las tropas tomaban la aldea la destruían inmediatamente con explosivos.

    El
    14 de mayo, el día en que se declaró el Estado judío, ya habían
    desaparecido 58 aldeas. Quedaban seis. Tres de ellas, Jaba’, Ijzim y Ein
    Ghazal, serían arrasadas en julio. Dos, Fureidis y Jisr al-Zarqa, a
    unos 35 kilómetros al sur de Haifa, siguen todavía en pie. Ambas
    proporcionan mano de obra barata a los viejos asentamientos judíos de
    Zichron Yaacov y Binyamina, y por eso se salvaron.

    Tantura, la más
    grande de las citadas seis aldeas restantes, quedó en medio de
    territorio judío, como “una espina en la garganta”, en palabras de la
    historia oficial de la guerra de la brigada Alexandroni. El 23 de mayo
    le llegaría su turno. Oficiales de la inteligencia judía ofrecieron a
    dos o tres notables, incluido el mukhtar (el alcalde), ciertas
    condiciones para que se rindiese. Esas condiciones fueron rechazadas
    sospechando, al parecer con razón, que una rendición sería sólo el paso
    previo antes de la expulsión. La noche del 22 de mayo atacaron el lugar
    por cuatro lados. Buena parte de la población quedó en manos de la
    fuerza ocupante. Después, los cautivos fueron trasladados a la playa.
    Allí se separó a los hombres de las mujeres y los niños, a los que se
    obligó a marchar hasta la cercana Fureidis; algunas familias lograron
    reunirse 18 meses después. La brigada Alexandroni y otras fuerzas judías
    asesinaron a 200 hombres entre los 13 y los 30 años.

    Sólo la
    venganza, así como el deseo consciente de matar a varones en edad de
    combatir, explican los motivos de esta masacre.

    En Galilea y el
    Neguev, así como en la llanura costera, otras brigadas israelíes
    utilizaron estrategias similares para judaizar el nuevo Estado. El
    sistema consistía, primero, en aterrorizar a la población, ejecutar a
    unos cuantos para inducir a otros a abandonar el lugar y pedir entonces a
    un comité oficial que valorase la tierra y las propiedades de las
    aldeas o de los barrios desiertos.

    De manera que sí, es esencial
    que encontremos la forma de explicar a las buenas gentes de este mundo
    que la ideología que respaldó en 1948 la masacre de miles de palestinos
    inocentes es la misma que justificaría años después (enero de 2009) la
    matanza de 1.400 palestinos en Gaza.

    Y hemos de advertir también
    que es esta misma ideología la que convierte a todos los palestinos,
    ellos y ellas y allá donde estén, en objetivos potenciales de las
    próximas etapas de desposesión que el Estado de Israel tiene intención
    de llevar a cabo: beduinos de la zona de Naqab amenazados por nuevas
    expulsiones y por la guetización de sus reservas y enclaves; la
    población de Gaza que vive bajo la constante amenaza de brutales ataques
    por parte del ejército israelí, enfrentada al hambre y a una muerte
    lenta; palestinos residentes en el área del Gran Jerusalén, habitantes
    de unas zonas condenadas a su desaparición por los planes políticos y
    urbanísticos de las autoridades encaminados a conseguir una ciudad por
    completo desarabizada; y, también, los palestinos de Muthalath, Wadi
    Ara, Jaffa, Ramleh, objetivos directos de una miserable política de
    judeización que acabará privándoles de sus medios de subsistencia, de
    sus derechos elementales y de toda calidad de vida, sin olvidar tampoco
    los palestinos de los campos de refugiados de Líbano y Siria: ninguno de
    ellos se encuentra a salvo del último empujón sionista a un proyecto
    que se inició en 1882 y que pretende someter, también por la fuerza, a
    los países árabes vecinos.

    Las presiones contra todos estos grupos
    se van produciendo en lo que podríamos llamar “un goteo diario”. Desde
    un punto de vista mediático, no resultan llamativas ni son tampoco lo
    suficientemente dramáticas como para provocar un levantamiento.

    Pero
    ha llegado la hora de darles un nombre, de hablar de ellas, de que
    todos reunamos nuestras energías y nos esforcemos en explicar que cada
    hora que pasa forma parte de un crimen organizado que dio comienzo en
    1948 y que no tendrá fin hasta que consigamos que no vuelva a haber un
    solo refugiado más y que todos los expulsados en 1948 pueden regresar
    por fin a su país.

    Y esta, no lo olvidemos, es una de las
    condiciones esenciales de un plan de paz verdaderamente justo y
    duradero.

    Ilan Pappe, historiador israelí, preside el
    Departamento de Historia en la Universidad de Exeter y es codirector del
    Centro de Estudios Etno-Políticos de Exeter. En 2007 publicó The
    Ethnic Cleansing of Palestine.
    Traducción de Pilar Salamanca.

  4. El problema de Catalunya és que es busca problemes fora quan ja en té de grossos a dins. Que israelians i palestins es maten? Doncs ja s’apanyaran. Quan els espanyols ens han matxacat no ha vingut ningú a ajudar-nos, ningú.
    I els catalans, no som ni com els palestins ni com els israelians, som catalans i punt, i fer comparacions resulta tendenciós.

  5. Aquest politic, per mediocre que sigui, sap perfectament que jueu i sionista no es el mateix.
    Israel es revendica a si mateix com l’estat jueu, i estableix lleis discriminatories per als seus ciutadans no jueus, i per als israelians que volen viure al marge del judaisme.
    Per aquesta rao, els matrimonis civils no existeixen, i les parelles que no volen passar pels matrimonis religiosos han de fugir unes hores a Xipre  per veure’s reconegut el seu matrimoni a l’estranger.
    Afortunadament, molts jueus no accepten anar a viure al seu nou “pais”.

    El sionisme es una ideologia que va expressar la seva culminacio politica en la creacio de l’estat d’Israel, que va suposar la massacre i expulsio de prop d’un milio de palestins, i la destruccio de més de 500 poblacions palestines.

    Els europeus tenim una gran responsabilitat en aquest fet, i el xantatge a l’antisemitisme no ens ha de fer abandonar la critica de tot sistema feixista.

    El problema es que, aprovant l’actitud criminal d’aquest estat, els europeus perdem els nostres valors i referents democràtics.

    Si permetem que un estat vei infringeixi la llei, i continuem a establir tot tipus d’acords comercials, empresarials, culturals amb ell, traim la nostra memoria de represaliats per la guerra civil, i fugim de la nostra responsabilitat en tant que europeus.

  6. Historicament hi ha hagut jueus antijueus, com, al menys aparentment, ho era el conegut Karl Marx, pero no han estat mai molts. El que si que hi ha avui dia es jueus anti-israelians, entre els quals molts ho son per motius religiosos.

  7. “On queden els
    isarelians contraris a l’ocupació de Palestina ? Són també antisionistes ?

    – A Catalunya
    també tenim gent com Ciutadans o Foro Babel, o catalans d’origen que escriuen
    contra Catalunya. Hi ha jueus antijueus igual que hi ha catalans que critiquen
    el nacionalisme català però no el nacionalisme espanyol.”

     

     

    Segons tu, oposar-se a l’ocupació de Palestina
    és ser antijueu. Embolica que fa fort. I suposo que per la mateixa regla de
    tres, oposar-se a l’ocupació d’Iraq és ser antiamericà o antibritànic o antiespanyol.
    I era ser antifrancès estar en contra de l’ocupació d’Argèlia.

     

    El problema vostre ja ho ha dit algú: ho
    barregeu tot, sionisme i judaisme, com si fossin el mateix. I la barreja ara
    s’amplia fins al punt que oposar-se a una política de l’Estat israelià
    (l’ocupació de Palestina) és ser antijueu. Segons el teu argument, la majoria
    de jueus del món, que abans de la Segona Guerra Mundial no compartien el
    projecte sionista i molts hi estaven en contra, també eren antijueus.

     

    A més, com qualsevol discurs maniqueu i
    reduccionista, redueixes la complexitat de posicionaments polítics i ideològics
    dels qui estan en contar de l’ocupació de Palestina a una etiqueta, a un
    anatema: antijueu. Així ja no cal pensar i analitzar. Pensament totalitari en
    estat pur. No hi ha lloc per a la dissidència dins l’AUTOANOMENAT Estat jueu i democràtic (sic): si t’oposes a un determinada política, ets antijueu.

     

    I la comparació amb el Foro Babel o Ciudadanos
    és el sofisma dels sofismes. Aquests defensen l’ocupació del nostre país, és a
    dir, el sotmetiment dels PPCC a l’Estat espanyol. Volen mantenir l’hegemonia
    espanyola a casa nostra a nivell polític, econòmic i cultural, és a dir,
    l’statu quo actual. Els seu paral·lel no serien els i les qui estan en contra
    de l’ocupació de Palestina sinó els palestins que volen mantenir-la.

     

    En canvi, els israelians que s’hi oposen (jueus
    o no, perquè els sionistes sou com els espanyols, que sempre s’obliden que al
    seu Estat hi ha diferències culturals i ètniques i cap enfora les
    invisibilitzen) qüestionen l’statu quo del seu Estat, el discurs
    hegemònic que en sorgeix i es difon a la resta de la cietat, cosa que per
    descomptat no fan ni Ciudadanos ni el Foro, ans al contrari. La diferència és
    entre dominants i dominats i a quin costat se situa cadascú: Ciudadanos i el
    Foro al costat de la dominació, mentre que els qui critiquen l’ocupació de
    Palestina o dels PPCC es situen a l’altra banda, al costat dels dominats.

     

    Bé, potser tu, amb una visió paranoica de la
    realitat, deus pensar que, com creuen alguns o molts (no ho sé, encara que
    aquest palntejament és molt visible mediàticament) espanyols respecte dels
    catalans, els jueus israelians són els dominats i els palestins ocupats són els
    dominants. Si és així, com passa amb aquesta mena d’espanyols, no s’hi pot
    discutir.Amb una persona que ha perdut el sentit de al realitat no hi ha ragumentació possible.

     

    Els equivalents d’aquests últims serien els
    espanyols que defensen que el nostre país pugui decidir el seu futur i/o
    qüestionen el nacionalisme espanyol. Serien a nivell intel·lectual i acadèmic
    una part dels autors d’un llibre com “Nacionalismo español”, com ara Moreno Cabrera
    (vegeu per exemple aquesta entrevista .( http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=531823&idseccio_PK=1006).

     

    D’altra banda, amb aquesta resposta i tenint
    en compte els teus plantejaments, estàs dient implícitament que no ens hem
    d’oposar a l’ocupació de Palestina, perquè si no esdevenim automàticament
    antijueus, cosa que ningú òbviament vol ser. I per tant tu hi deus estar a
    favor, perquè si no, ets també antijueu. Visca el Gran Israel, oi?

     

    T’has ben retratat amb aquesta resposta (i d’altres que no
    comentaré, com ara allò que no tens prou elements per saber quines ´son les conductes criticables d’Israel, però si en té per criticar altres Estats o per considerar que Israel és un referent del nostre país, la qual cosa implica que no veuries malament uan neteja ètnica) . Si fins fa poc pensava que eres més ponderat que
    la Rahola i cia, cosa que vaig començar a dubtar fa tres mesos, amb el que dius
    en aquesta entrevista (i que a més tu destaques al teu post) ja et situes a
    l’extrema dreta sionista. Cada cop més veig més similituds entre els pro-sionistes catalns
    i els espanyolistes: els esquemes argumentatius bàsics són els mateixos.

  8. Jaume,

    Per una part, la meva impressió és que molts catòlics i altres cristians veuen la religió jueva amb simpatia, de fet comparteixen l’antic testament. A la nostre societat, amb el laïcisme dominant, les persones amb fe religiosa i que fan activitat en l’àmbit religiós tenen tendència a “fer pinya”, i més si comparteixen creences.

    En quan al tema palestí-israelià, la solució no és tornar a les fronteres de maig 1967?, tal com disposen les resolucions de l’ONU i que Israel no intervingui (ocupi) en cap territori fora de les seves fronteres. Vol dir que Jerusalem és en gran part a territori palestí. Si per aconseguir aquest acord cal garanties de seguretat, doncs que es donin. Queda el tema dels expulsats en el 1948 del territori israelià, crec que caldria tractar o restituint les propietats (i la nacionalitat) o se’ls indemnitza. El mateix si hi han casos de jueus (dic jueus però vull dir residents a l’Estat d’Israel) expulsats de territori palestí. En quan els colons a territori palestí o es queden sota sobirania palestina o marxen. Si el títol de propietat seu és legítim que se’ls respecti les propietats i si no ho és, que indemnitzin per les destroces fetes. No és el normal en dret civil?
    Mentrestant, si l’Estat d’Israel és un força ocupant, crec que no es mereix gaire respecte internacional, igual que Xina en quan al Tibet, per exemple. Són els dos casos més coneguts de ocupació militar de territoris aliens que hi han al mon.

    Unes preguntes, un lluitador contra un ocupant estranger és un patriota o un terrorista, o també pot ser les dues coses? Cal que la lluita sigui violenta? crec que hi ha molta lluita a Palestina que no és violenta. Ara, un ocupant d’un territori estranger, si és violent , és un criminal? i les colons, són colons que viuen a les colonies, quan es restitueix la sobirania al ocupats, poden tornar a la metropoli o quedarse, tenen elecció moltes vegades segons ens ensenya l’història.

    Jo crec que el problema palestí-israelià te semblances amb altres situacions històriques. S’hauríem de aprendre de l’història per trobar la millor solució.

Respon a RRE Cancel·la les respostes

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!