Notices from nowhere

Democracy now finds there can be ample for all, but only if the souvereing fences are completely removed.

L’ESPAÑOL, UN IDIOMA PER A LA NOSTRA INDEPENDÈNCIA.

Copie tot el text d’en Savalls: SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE.

Sin que sirva de precedente me dirijo a la audiencia en castellano. Quiero decir un par de cosas a esa caterva de inadaptados lingüísticos que han decidido vomitar su odio y sus complejos de inferioridad en forma de ataques legales a una cultura herida de muerte como la catalana. Hablo a ese batiburrillo de militantes del PP y de Ciudadanos, a esos conversos a demócratas, defensores por la mañana de las más vergonzosas interpretaciones de la Constitución del 78, y del nazi propietario de la librería Europa por la tarde.

Me dirijo a vosotros con la autoridad moral que me otorga el haber sobrevivido al intento de genocidio cultural que perpetró la gente de vuestra calaña durante trescientos años. Mis padres, burgueses de Barcelona, obligados a salir por patas de la ciudad en el triste verano del 36 a causa de los desmanes y paseos de una chusma que no hablaba precisamente catalán, decidieron hablar a sus hijos en castellano. La tragedia de la guerra civil, la prudencia del que tuvo que sobrevivir escondido tres años, o la cólera de las familias que solo pudieran volver a casa abriéndose paso a tiros contra sus compatriotas supongo que fueron razones suficientes para renegar de la transmisión del idioma familiar a sus vástagos. No me escondo de ello hipócritamente como hace la mayoría, con mis hermanos sigo hablando castellano, con mi esposa también porque hemos seguido la norma no escrita en esta tierra de seguirnos hablando en el idioma en el que nos enamoramos, algo que no deja de tener su parte de romanticismo.

Como veis, casi me tuvisteis, esta vez fue de un pelo y casi lo conseguís. Castellano en casa, dos canales de televisión en castellano, todas mis lecturas infantiles y juveniles en castellano, sesión de tarde y el cine en castellano, escuela privada en catalán –porque mis padres podían haberse cabreado con Companys, pero ocho apellidos catalanes al fin y al cabo pesan- pero un analfabeto en mi idioma hasta los catorce años. Casi, casi, ganasteis. Pero mis padres seguían hablándose en catalán, mi abuela y mi tía se dirigían a mi en la lengua de Fabra, en el patio jugábamos en catalán, el catalán estaba presente en el vecindario, en la panadería, en el colmado, en mis vacaciones, y en las conversaciones de mis padres con sus familiares y amigos. Siempre presente, porque os explico algo que me parece que se os ha escapado: el idioma de Cataluña es el catalán, y punto.

Yo no puedo odiar el castellano. Muchos amigos y muchos lectores de este blog lo hacen, cierto. Lo entiendo. Mi primer suegro explicaba que a los catorce años unos falangistas le habían corrido a ostias de la Plaza Cataluña a Colón por el mero hecho de dirigirse en catalán al cobrador del tranvía. Había perdido la guerra, además de un hermano en la batalla del Ebro defendiendo la República (Española, por cierto), que quede claro. Mi padre jamás tuvo problemas por hablar catalán en Bolsa, en el Ecuestre o en Liceo, a ver si os enteráis… había ganado la jodida guerra y los falangistas de medio pelo, los funcionarios del estado y los nuevos ricos producto del estraperlo le comían el nabo en la lengua de Cervantes o en la de Segarra, a discreción del usuario, con tal de que se dignara a dirigirles la palabra. Resulta curioso que él que me habló en castellano siempre, por otro lado considerase esta lengua como propia de paletas, chachas y funcionarios de hacienda, en el fondo no se si cabrearme.

Os decía que no puedo sentir animadversión al castellano –a vosotros os la tengo toda, no os pongáis palotes-. ¿Cómo puedo enfadarme con la lengua de Jardiel Poncela después de haberme partido el culo con “La tournée de Dios”? ¿Ofenderme con el idioma de monstruos literarios como Espronceda o Valle Inclán? ¿Tirar a la basura por motivos lingüísticos mi despertar a la poesía del siglo de oro a través del anticatalán de tendencias genocidas que fue Francisco de Quevedo? Afortunadamente, los únicos que confundís la velocidad con el tocino sois vosotros, e intuyo que vuestras lecturas apuntan más en la dirección de cernícalos con César Vidal o terroristas arrepentidos como Pío Moa.

A mi entender, Juan Marsé y Eduardo Mendoza constituyen un monumento en vida a la literatura universal y a contracorriente del sentimiento pequeño y provinciano de quienes les consideran traidores a la patria, la obra de estos señores me parece espectacular. ¿Sabéis quienes están consiguiendo que los catalanes abjuren del patrimonio cultural que significan siglos de contacto con el castellano? ¿Lo sabéis verdad? Gentuza miserable, traidora, desagradecida, rencorosa, mentirosa y ruin como vosotros. Cobardes que blandís vuestros hijos como si fuesen puñales con los que asesinar la cultura que os dio una oportunidad en esta tierra. Ratas que vinisteis a colonizarnos tratando de sustituirnos al compás del peso estadístico de trescientos millones de latinoamericanos –que no os hacen puto caso- y de una España irredenta y desleal hacia la Cataluña que inocentemente pensó que la democracia surtiría efecto y ablandaría su monolingüe corazón de solterona.

Os equivocáis. Y esta vez seremos muchos esperándoos en la esquina. Porque o cambiáis el discurso, o la independencia de Cataluña llevará la semilla del odio por la lengua. Y vosotros seréis los responsables y ya no habrá quien os defienda, por zafios y manipuladores, decidid de una vez si el trato que debe recibir el castellano en la República Catalana lo queréis discutir en el Parlament o en la Direcció General de Seguretat. Porque seremos independientes y lo sabéis, y por eso estáis preparando desde ya el conflicto civil, otra vez, separando unos catalanes de otros que esa es vuestra especialidad, armando ideológicamente la Kale Borroka futura de los descamisados del toro de Osborne y de la Roja.

Pero esta vez nos encontraréis a todos en la calle, juntos como un solo pueblo que somos, los unos y los otros, no lo dudéis ni un puñetero segundo de vuestras asquerosas existencias, claro está… sin que sirva de precedente.
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En algunes ocasions ja ho vaig dir paradigmàticament també:

1. http://blocs.mesvilaweb.cat/node/view/id/56541

2. EL PORQUÉ NOS HEMOS DE INDEPENDIZAR DE ESTA GENTUZA LO MÁS RÁPIDAMENTE POSIBLE:

TOT FENT AMICS:
Ho sent però he sentit molta vergonya del senyor Pujol en recordar-nos la seua història particularment esquarterada des d’en Feliu de la Penya ençà. Tenim clar que la llibertat del nostre poble no és, ni serà, mercès a la cúpula convergent unionista.

Aquests tenen de Jefferson o Franklin, el que de simfònica té la Banda de l’Empastre.
Tot i que quan ho aconseguim, es posaran en la primera renglera.

Recorde quan baixaven al País Valencià les Joventuts Nacionalistes de Convergència carregats de llibres de Montserrat i altres totxos impaïbles. Amb un posat de com qui ‘baixava al moro‘, i jo ja els deia fa més de vint-i-vuit que se deixaren de romanços que eixos vots ja eren assegurats i que se’n vingueren a les discoteques de Benidorm que allà és on teníem molta faena a fer si mai volíem ser lliures. I se’n vingueren, però no sabien ni ballar.
Avui, un d’aquells mareja els principatins en el nom del (seu) pare i un altre fa de conseller de territori i sostenibilitat. Tenen mentalitat d’administrador de finques. Res a pelar amb ells.


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