Notices from nowhere

Estimados señores

Después de la editorial que ha evacuado el senyor director de la compañia Air-Berlín en contra del idioma de las Islas Baleares, y de sus gentes, con quiénes compartimos lengua, cultura, economía y prácticamente toda la historia los valencianos me permito dirigirme a Ustedes para agradecerles la celeridad y respuesta enérgica de su Gobierno, del Ministerio de asuntos exteriores, del Embajador español en Alemania, de los numerosos gestos de solidaridad de toda la prensa mediática de la capital de España. Así como la reacción virulenta de los usuarios y ciudadanos españoles negándose a tomar sus vuelos en dicha compañía.

Realmente les estamos profundamente agradecidos. Dicho afer nos recuerda quién son ustedes y qué pintan en todo este afer internacional. También les agradezco su buen fair play de no injerencia en asuntos internacionales que en nada les incumbe o que podría afectar las buenas relaciones hispanogermanas. Que en nada les implica un asunto que no les afecta en lo más mínimo.

Tengo el buen gusto de no usar la historia que ni he conocido ni vivido. Sin embargo recuerdo diáfanamente la que he vivido. Recuerdo el desmantelamiento de la planta siderúrgica de Sagunt y el pacto entre el presidente italiano Sandro Pertini y su presidente Sr. González.

También recuerdo que sólo su dictador accedió a realizar la autopista A7 que articulara mi sociedad socil y económicamente tras imposición de las directrices de desarrollo económico del banco mundial.
También recuerdo las múltiples veces en que los productos de esta tierra sirven como que las arcas de su estado pudieren compensar el déficit del cómputo de exportaciones para obtener divisas. También reuerdo darles la espalda cuando el proteccionismo americano le interesaba inventarse cualquier enfermedad y cerrar su mercado. 

También recuerdo que su política agrícola funciona según parámetros latifundistas tan extraños como ajenos para los agricultores de mi sociedad.

Ítem, a un ministro llamado Solchaga que nos sentenció que el Levante español seríamos únicamente una sociedad dedicada exclusivamente a ser camareros y albañiles. Como así se han implicado los sucesivos gobiernos del otro partido mayoritario español.

Ítem: cuando la liberalización de las televisión ustedes negaron la posibilidad de que uno de los grupos emprendedores capitalistas pudieran ofertar por el simple hecho de emitir en una lengua que no és suya -como reiteradamente se encargan de recordarnos-, pero sí mía y que no es en la que les escribo en este momento, precisamente. 

Ítem: gracias por dejarnos en manos del libre comercio y competencia pero sin su ayuda, ni negociación directa de nuestros propios intereses, lo cuál nos hace más fuertes en los tiempos que corren.

Ítem: por los innumerables deseos de articulación de mi país gracias a su tren de alta velocidad con sus cuatro líneas (dos de mercaderías y dos de pasajeros).

Ítem: por esos maravillosos y ultramodernos aeropuertos que son Manises, l’Altet, Son Sant Joan i el Prat, dos de ellos transcontinentales. Envidia y espejo del primer mundo. Gracias por su coordinación intermodal con los puertos marítimos y otros medios de transporte.

Gracias por la actuación sindical e independiente sobre los trabajores de este país. Grandes libertadores de cajas únicas como Fidalgo, Marcelino, Redondo que son la réplica calcada de los Cuevas, Álvarez y compañía.

Gracias por su colaboración desinteresada en los eventos de Barcelona 92 y la America’s Cup sin poner ningún impedimento en su desarollo.

Gracias a su juez estrella sr. Garzón por sus razzias antiterroristas en los años 90 que sólo escondián persecuciones  de carácter ideológico. Un recuerdo entrañable, en la misma línea, para ese grupúsculo contrareformista y inquisitorial llamado Tribunal Constitucional. 

Gracias por acabar la faena empezada por Joan Garcés como asesor del presidente chileno asesinado Allende, ninguneando al artífice real y encumbra al arribista de toga judicial. Campechano él !

Gracias, y en la misma línea, que demuestre que cree en ello y, con los mismos reaños, el tal juez que encarcele al sr. Putin. Pruebas tendrá las que quiera y necesite.

Gracias por ser tan laxos en la aplicación de la ley (suya) cuando se trata de connacionalistas españoles y tan severos cuando es para aplicarla a los que no lo son ideológicamente. Lo que los convierte en asesinos de Montesquieu.

Gracias por la desmesura en incentivar las Feria de VALÈNCIA Y la Fira de Barcelona. Gracias por su contribución para cargarse los salones de moda Gaudí y la Passarel·la del Carme. 

Gracias por las últimas declaraciones de la señora Rosa Díez sobre Canal 9.

Gracias por corromper a los artistas de este país como el sr. Boadella, Lluís Fenández, Juan Genovés, Josep Gandia, Jordi Teixidor, Ximo Michavila, etc. hasta hacerlos perder el sentido de universalidad.

Gracias por ocultar y hacerlos invisibles aquellos otros los que no se dejan ni comprar ni se dejan engañar por su discurso nacional(ista). Me viene a la mente el caso Villela, Xavier Castillo y una larga lista que no acabaríamos en una semana. 

Gracias por inmersionarnos en su mentalidad de sociedad subvencionada en vez de una productiva competitiva.

Gracias por hacernos solidarios obligatoriamente con sociedades que nos son competencia directa y ricas si comparamos con las realmente necesitadas y/o obligadamente empobrecidas.

Gracias por sus medios de comunicación que son un paradigma de contemporaneidad y universalidad.

Gracias por el estado autonómico que nos han implantado que sólo sirve para ser coletivamente menos autosuficientes y más dependientes.

Gracias por el sistema y estructura que se ha autootorgado su clase política que tiene sucursalizada a la nuestra convertida en una especie de cotolengo.  

 
Gracias por demostrarnos por activa y por pasiva que Ustedes y todo su montaje es prescindible para esta sociedad. Sólo seran imprescindibles para negociar en Bruselas la ampliación de la UE, aunque sea para firmar, únicamente. Como siempre sabemos que estaran en contra. No esperamos mucho más de Uds. No dan para más. Adéu.