El blog de Jordi Piqué

Au dessus de la melée

4 de març de 2008
Sense categoria
0 comentaris

L’avantatge

Després de les grans enveges que ha despertat el procès de primàries als Estats Units, l’article d’en Vicenç Navarro
a El País, ve a marcar un punt de moderació al complex d’inferioritat
que, de vegades, pot entrar al ciutadà i/o polític europeu. Tal vegada
resulta evident que la capacitat de comunicació del polític
nord-americà sobre el seu electoral és molt superior a la mitjana
europea -i més encara l’espanyola-, però com diu el tòpic, el sistema
no és perfecte i cal conèixer també les limitacions que ofereix.

/…/

“IDEALIZANDO LAS PRIMARIAS DE EEUU”.
Como persona que ha vivido en EEUU durante más de 35 años, me sorprende
y me preocupa leer muchos artículos en los medios de información
españoles (incluídos varios en EL PAÍS) que presentan las primarias en
aquel país como una muestra de madurez democrática, contrastándola con
la pobreza y baja calidad de nuestro sistema electoral reflejada -según
tales artículos- en las presentes elecciones a las Cortes Españolas.

Pero antes de mostrar mi desacuerdo con tales tesis,
siento la necesidad de hacer una declaración personal. Durante mi larga
estancia en aquel país, participé activamente en su vida académica y
política. Fui asesor de Jesse Jackson en las primarias del Partido
Demócrata del 1984 y 1988. Fui miembro (a propuesta de los sindicatos
estadounidenses y del movimiento de derechos civiles Rainbow Coalition)
del grupo de trabajo liderado por Hillary Clinton en la Casa Blanca
responsable de proponer la reforma sanitaria que garantizara el derecho
de la ciudadanía estadounidense a acceder a los servicios sanitarios
(derecho inexistente en EEUU). Y antes, el Departamento de Bienestar y
Asuntos Sociales del Gobierno federal (equivalente al Ministerio de
Sanidad de nuestro país) me había citado como “uno de los científicos
que han contribuído más al bienestar social del pueblo
estadounidenses”. Me veo en la necesidad de aclarar estas notas
biográficas para cubrirme de la burda acusación de “antiamericano” que
los autores liberales conservadores atribuyen a cualquier voz crítica
de aquella sociedad.

Veamos ahora los datos que cuestionan aquella visión
idílica del sistema electoral estadounidense. Éste es el único del
mundo desarrollado que está privatizado; es decir, la financiación de
las campañas electorales es privada. La mayoría de tales fondos vienen
de grupos económicos, financieros y empresariales que compran acceso a
los candidatos y capacidad de influir en sus políticas públicas. La
revista de negocios Fortune publicaba recientemente las cantidades (la
banca Goldman Sachs 360.000 dólares a Clinton, 360.328 dólares a Obama)
que grandes empresas han invertido (término utilizado por Fortune) en
los candidatos. Tales fondos proceden también de aportaciones
individuales, que según la Comisión Federal Electoral pueden alcanzar
2.300 dólares por donación y que proceden predominantemente del 30% de
la población de renta superior al país. Cada candidato puede gastarse
tanto como pueda conseguir. No hay límites. Y tal dinero se gasta
predominantemente para comprar acceso a los medios de información y
persuasión (televisión y radio), todos ellos privados y que se venden
al mejor postor, sin ningún control o regulación. Tal sistema de
financiación privada discriminó a los candidatos de izquierda, como
Kucinich y Edwards, que, debido a sus propuestas programáticas, se
granjearon el antagonismo de importantes grupos de presión y no
pudieron conseguir los fondos que les hubieran permitido acceder a los
medios (véase Cómo entender la situación política de EEUU en
www.vnavarro.org). Según el centro de estudios electorales Common
Cause, nada menos que el 94% de los candidatos al Congreso de EEUU en
2006 mejor financiados ganaron las elecciones. De ahí que el 68% de la
población estadounidense no considera al Congreso estadounidense
representante suyo, sino de los lobbies económicos, financieros y
profesionales que financian las campañas electorales a los políticos.
En realidad, sólo el 52% de la población participa en las elecciones al
Congreso el año que eligen al presidente. En los otros años sólo
participa el 30%.

La animosidad frente a la dirección de los partidos
políticos por parte de sus bases explica una movilización anticlase
política (que incluye la dirección del Partido Demócrata) percibida
como excesivamente dependiente del mundo empresarial y financiero y que
explica el fenómeno Obama. No es éste el que ha creado tal movilización
como erróneamente se escribe. Antes al contrario, ha sido la
movilización de protesta la que ha facilitado la aparición de Obama.
Éste, que ha sido uno de los receptores de más fondos del capital
financiero (Wall Street), ha intentado capitalizar la ola
anti-Washington, beneficiándose del hecho de que no se le percibe como
parte del establishment de Washington (ha sido Senador sólo durante dos
años) y que se opuso a la invasión de Irak. Y aunque sus propuestas
programáticas son muy moderadas (en España estaría en el centro
derecha), su mensaje anti-Washington es radical y movilizador entre las
bases del Partido Demócrata.

No hay duda de que en España tenemos déficit
democráticos en nuestro sistema electoral. Pero su financiación pública
y la regulación en la exposición mediática del proceso electoral
permiten una diversidad ideológica y capacidad de elección mucho mayor
que en EEUU. Nuestra calidad democrática es mucho mayor que la de EEUU.
En realidad, es paradójico que ahora, en un momento en que el Partido
Demócrata está tan desacreditado (el Congreso controlado por tal
partido es el más impopular de los que han existido en los últimos 50
años), se convierta en un modelo para sectores españoles disconformes
con los partidos actuales.

Vicenç Navarro
01/03/2008

/…/

[ Publicat a www.jordipique.net el 2 de març ]


Links d’interès:

  • Article d’en Vicenç Navarro a Reggio’s Website
  • Article “Dí a quién donas y te diré quién eres”, per en Jordi Soler a El País

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!