Prendre la paraula

jordimartifont

21 de febrer de 2014
0 comentaris

Félix Grande al “Dents i ungles” de la Maria Romano

Dents i ungles (P81 19.02.14)

Félix Grande
Textos: Biografía (1958-2010) (2011)

Música: Juan Peña “Lebrijano”, Félix Grande (“Mi condena (Galeras)”, “Sangre, sangre (Bulerías)”, “Libres como el aire (Caravana)”); Quatuor Diotima (“Different trains for string quartet and tape: After the War)”); Vicente Amigo (“Tío Arango”); Paco de Lucía (“Fuente y caudal”); Camarón de la Isla, Paco de Lucía, Tomatito (“Como el agua”); John Adams (“Lollapalooza”); Tallin Quartet (Erkki-Sven Tüür: “String Quartet: I. Quarter Note = 80”, “String Quartet in b minor op.11: II Molto adagio”); Garth Knox (Viola Spaces (Eight Concert Studies): “Ghosts”, “Up, Down, Sideways, Round”, “Variations on Marin Marais”, “La Valse de la Vineuse”); Elsa Grether, Ferenc Vizi (Ernest Bloch: “Poème mystique, Sonata No. 2 for violin and piano: Andante moderato – Animato – L’istesso tempo – Animato”, “Sonata for violin and piano No. 1: I. Agitato”); José Heredia Maya (Macama Honda: “Ya viene el día”, “Mira qué flamenca soy (Bulerías)”).


Art, enigma i ferocitat en homenatge a Félix Grande, poeta de Tomelloso, i al flamenc.

Ética inútil


Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás: el tiempo
habrá hecho sus destrozos, levantado
su muro fronterizo
contra el que la ilusión chocará estupefacta.
El tiempo habrá labrado,
paciente, tu fracaso
mientras faltabas, mientras ibas
ingenuamente por el mundo
conservando como recuerdo 
lo que era destrucción subterránea, ruina.

Si la felicidad te la dio una mujer
ahora habrá envejecido u olvidado
y sólo sentirás asombro
-el anticipo de la maldición.
Si una taberna fue, habrá cambiado
de dueño o de clientes
y tu rincón se habrá ocupado
con intrusos fantasmagóricos
que ahora te empujan a la calle, al vacío.
Si fue un barrio, hallarás
entre los cambios del urbano progreso
tu cadáver diseminado.

No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan sólo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
un cuchillo desesperado,
morir asesinado.
Mas sabes que la dicha es como un criminal
que seduce a su víctima,
que la reclama con atroz dulzura
mientras esconde la mano homicida.
Sabes que volverás, que te hallas condenado
a regresar, humilde, donde fuiste feliz.

Sabes que volverás 
porque la dicha consistió en marcarte
con la nostalgia, convertirte
la vida en cicatriz;
y si has de ser leal, girarás errabundo
alrededor del desastre entrañable
como girase un perro ante la tumba
de su dueño… su dueño… su dueño…

(Música amenazada, 1963-1966)

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!