A la brasa i al caliu

Joan Alcaraz

L’ORTUÑO, un nàufrag que sura (i 2)

L’oferta de clips de Mientras me ducho no quedaria completa sense aquesta segona part. Joan-Ignasi Ortuño, com us feia veure fa dos posts, no ha naufragat amb aquest volum: tot el contrari. Com diu el conegut perruquer i artista Lluís Llongueras en un breu prefaci a l’obra, l’autor “escribe ese tipo de libro que los lectores inquietos e inconformistas buscamos”. Em plau d’afegir-me, doncs, a aquesta selecta confrariaIl·lustro el post amb la imatge de La vida de Pi, un film que vaig veure darrerament, que també tracta d’un naufragi -però amb un altre sentit- i que em va agradar força. Amb 11 nominacions als Oscars d’enguany, veurem quants n’aconsegueix. Si en donessin a les bèsties, el tigre -real o digital- bé que se’l mereixeria. I el jove actor que encapçala el repartiment, a parer meu, també. Llàstima que no sigui nominat. 

 

L’Ortuño defineix com a almanac un llibre que recull textos penjats a Facebook entre dos juliols -del 2011 i del 2012. Però el naufragi continua avui, de manera que el material per fer un Mientras me ducho 2 hi serà relativament aviat. Posats a fer, jo suggeriria un títol diferent. Per variar i també perquè l’actual -tot i que evidentment aquàtic- no m’acaba de convèncer: un, quan és sota la dutxa, no té la sensació d’anar necessàriament a la deriva

Però no em feu massa cas i torneu a llegir l’autor. Sense enfadar-vos massa, per si de cas:

157. ENFADARSE

“Quienes se enfadan no sólo tienen dos trabajos (enfadarse y desenfadarse), tienen muchos más. Tienen el trabajo, por ejemplo, de fruncir el ceño, tensión entre una ceja y otra ceja incluida. Tienen el trabajo de elevar el tono de voz, alteración de las cuerdas vocales añadida (eso si no enseñan los dientes, lo cual encima es desagradable). Tienen el trabajo de alterar los esquemas mentales de su cerebro, ni que sea mientras dura el enfado, o más. Y tienen el trabajo, en fin, de acelerar el latido de su corazón, como cuando se ama, pero, ¡uf!, inútilmente. ¡Ummm…! Ahora, cada vez que vaya a enfadarme por algo, repasaré antes mis apuntes”.

Sí, s’ha de tenir tot ben repassat i assajat, perquè la vida és una funció contínua:

182. ESCENA

“La vida es una función teatral de la que no nos dejan ni escribir el texto. Tampoco la escenografía, ni la puesta en escena, nos corresponden. Como mucho, escogemos algún elemento del atrezzo, con disimulo. Iluminación, efectos musicales y sonoros, tampoco, menos aún. ¡Ni los efectos especiales son cosa nuestra! ¿Y el precio en taquilla? ¡Eso, ni soñarlo! Lo único que nos ocupa es actuar. Y sin haber leído el guión, y sin haber ensayado. Al final, acabamos improvisando… Es entonces cuando se nos acerca el director y con voz grave y socarrona nos dice: “¡Eh, chaval!, ¿qué, acaso te crees Marlon Brando?”

En aquest món crispat, ser feliç depèn de factors diversos:

241. MÁQUINAS

“Acabo de tener una idea de bombero, digo de náufrago. Así como se les habla a los animales y a las plantas (hay quien dice que hasta las flores reaccionan a los piropos), también deberíamos hablarles a las máquinas. Yo he visto aporrear cruelmente a un artilugio suministrador de bebidas por no cumplir su cometido, pero nunca he visto a nadie dando las gracias a uno de ellos por hacerlo diligentemente, que suele ser lo más habitual. Si queremos un mundo más justo, más feliz, es decir, más humano, agradezcamos, como se merece, el buen comportamiento de todo aquello que lleve una bisagra, un tornillo, o una tuerca”.  

Una part de les nostres sensacions i percepcions les adquirim per la pell:

283. TRANSPIRACIÖN

“Me gusta sentir aquello que transpiro. No como un gorrino, claro, sino esa intensa sensación de sentirse vivo. Ya sé que se puede sudar de escalofríos, pero es preferible que sea a causa de mover el sistema muscular de un modo gozoso (los más salidos buscarán, y encontrarán, el componente erótico, pues bueno, vale, también). Cuando el corazón (que, además, también es un músculo perfecto) bombea la sangre con pasión. Y reivindico, encima, una sudoración intelectual, producto de los pensamientos más agitados. En fin, que dudo entre apuntarme a una maratón o asistir a una conferencia sobre la transpiración“. 

El títol d’aquest clip, si l’havia de pintar, havia de ser amb el color més tènue de la gamma:

329. BLANCO

“Yo creo que vale la pena pasar de vez en cuando una noche en blanco. Te intensifica. Te “horizontaliza” (palabra que me acabo de inventar, pues no aparece en el mamotreto de la RAE). Te galvaniza (ésta sí, existe, y si no la uso en uno de mis clips, reviento). Yo creo que vale la pena pasar una noche en vela a la espera de ver cómo van yendo los acontecimientos, de sitiar o situar la situación o el sitio (¡cómo me gustan las redundancias!, no entiendo por qué la gente tiene que disculparse por ellas). Vale la pena pasar una noche en blanco porque, sea como sea, de la descomposición del blanco surgen todos los colores”.

I potser també s’ho val, posats com som enmig d’un naufragi, caure en una mena d’estat letàrgic:

349. LETARGO

“Admiro a los osos polares en su letargo. Esa capacidad (y facilidad) que tienen todos los plantígrados de color blanco. Acostarte antes de una campaña electoral o, si se apura, antes de las Navidades (que, joder, ¡ya están a la vuelta de la esquina!), y levantarte cuando ya se ha consumado el nuevo Gobierno (y vivido su primera crisis, por lo menos) o, si se apura, cuando ya han terminado las rebajas de invierno. Reconozco que este naufragio mío tiene mucho de eso, de letargo osuno, pues de lo único que vivo yo pendiente, informativamente hablando, claro, y lo digo con mucho orgullo, es de la caída de las hojas de los árboles”.

I acabo amb el darrer dels textos que he seleccionat del Joan-Ignasi, però hagués pogut fer-ho -el talent és seu- amb molts d’altres:

356. RECONOZCO

“Tengo una parte femenina, lo reconozco, que me conecta con la Tierra. Tengo una parte infantil, lo reconozco, que me pide lo que pudo haber sido y no fue. Tengo una parte de náufrago, lo reconozco, porque lo vivo. Tengo una parte de loco, lo reconozco, todo el mundo lo sabe. Tengo una parte de enamorado, lo reconozco, porque me reconcome el alma.Tengo una parte de pensador, lo reconozco, que es mucho. Tengo una parte de mediterráneo, lo reconozco, que me llena el alma de sal y el cuerpo de arena. Tengo una parte de cósmico, lo reconozco, porque sé que lo siento. Entonces, ¿por qué, a veces, ni siquiera me reconozco?”.

El que us deia: el llibre és força enginyós, i per això me n’han sortit dos posts. Si us interessa seguir poc o molt en directe com el naufragi continua, feu-vos amigues o amics de l’autor –Joan-Ignasi Ortuño Benages– al Facebook, i us ho passareu la mar de bé. Admeto que jo -que ja en sóc, d’amic d’ell, personal i virtual- practico poc, en el sentit de no posar allò de “M’agrada”, tot seguint els usos de la coneguda xarxa social.

Per això, malauradament, no figuro en una llista relativament àmplia que s’inclou al final del llibre, amb persones que sí que ho fan. A veure si vosaltres teniu més sort… L’Ortuño i la seva prosa/poesia s’ho valen.

Ah! I aneu a veure La vida de Pi. Encara la fan als cinemes, tot i que avui ja no calgui visitar-los per a veure un film…

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