A la brasa i al caliu

Joan Alcaraz

L’ORTUÑO, un nàufrag que sura (1)

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Mientras me ducho és el primer llibre de Joan-Ignasi Ortuño, i trobo que no hauria de ser l’últim. Aquest Diario de un Náufrago de Facebook no s’enfonsa ni es dilueix, com tantes altres coses, a la ja tan quotidiana xarxa social, sinó que té la virtut de surar. I ens interpel·la, de passada, sobre si la vida de cadascú  manté el rumb adequat. Ho fa com si no ho fes…

Seguint el meu codi de colors habitual, aquest serà un post força groc. L’Ortuño, amb el seu talent, s’ho ha ben guanyat… Per la seva visió càustica. Per la relativitat amb què contempla les derives humanes. Pel joc de paradoxes que sap mantenir. Per una mirada força àcrata sobre el món, però també tendra, irònica i lúcida. Que no és ni molt resignada, ni tan desmenjada.  

Els seus criteris no són necessàriament els meus -ni falta que fa. La llengua d’aquest llibre no és la que faig servir per a la meva expressió habitual. Algunes aventures de la seva vida no ens assimilen gaire… Però us he de dir que Mientras me ducho m’ha sorprès molt favorablement, més enllà de la cortesia d’haver-lo adquirit en funció de la nostra ja dilatada coneixença, iniciada fa anys quan ell treballava al Diario de Terrassa.  

Entre altres dedicacions poc o molt culturals, el periodista Joan-Ignasi Ortuño (Barcelona, 1957) s’ha convertit, amb els anys, en un facebookià molt més constant que no pas jo, que mantinc, en aquesta xarxa social, una presència discontínua i modesta. Mientras me ducho -publicat per Parnass Ediciones [www.parnassediciones.com]– és un ampli aplec de 366 textos breus. D’enginyosos clips –com diu l’autor- molt ben escrits. Interessants en la forma i en el fons, i per això el mar no se’ls enduu ni els engoleix… 

Us n’he triat uns quants, però l’operació -creieu-me- no ha estat gens fàcil.

9. UNIVERSO

“Me cuestiono si existirán otros Facebooks paralelos en el Universo y me cuestiono, puesto vivamente en ello y sin otra cosa más urgente que hacer, si en dichas redes sociales paralelas navegarán otros náufragos como yo. O de características semejantes. Me cuestiono también si estos internautas correspondientes sentirán, del mismo modo que yo, turbaciones, turbaciones y más turbaciones. Si experimentarán el vacío. Si tendrán las mismas inquietudes (y los mismos momentos de aburrimiento supino). Y si escribirán, también, diarios cono éste, que casi nadie lee o que, lo que es peor, nadie ni siquiera contesta”. 

No està gens malament, per començar. Vegem aquest altre:

42. CARTULINA

“Detesto toda documentación, de cualquier tipo. Sea el DNI, sea el de Caprabo, sea el pasaporte, sea el carnet de las bibliotecas municipales de Barcelona. Me he pasado la vida acreditándome, dando fe de mí mismo, cuando lo mejor de mí no es un pedazo de cartulina plastificada con mi firma oficial. Pues eso. Lo mejor de mí mismo soy yo mismo. Así que cuando pierdo una de esas credenciales, en mi fuero interno, me alegro mucho. Ahora mismo, sin ir más allá, estoy dichoso y feliz. No encuentro, ni que me maten, el carnet de náufrago, Y seguro que lo había dejado justo en medio de la corriente que ahora me arrastra”. 

Una de les coses que m’agraden d’aquest llibre és que en l’Ortuño conflueixen, sovint, ètica i estètica:

60. SINIESTRO

“Yo nunca llevo encima una caja negra. Ni quiero llevarla. Así que cualquier catástrofe que se cierne, lógicamente (y en mi estado, tengo todos los números), alrededor de este naufragio no quedará registrada en ningún lugar y, por lo tanto, nunca se sabrá, aunque llegue el caso, si la causa del siniestro fue un fallo técnico, mecánico o humano. O por culpa de una gaviota coja o de una tortuga muerta. Además, como no tengo nada valorado en miles de millones de rupias o de dracmas (se nota que me la soplan los euros, ¿verdad?), no creo que a ninguna compañía de seguros multinacional le interese saber las causas del desastre”.

Una bona travessia implica la necessitat de no perdre mai el criteri propi:
    
110. CONTRACORRIENTE

“Muchas veces me pregunto por qué me gustará tanto ir a contracorriente. Qué gen o qué cromosoma, qué vivencia infantil o qué sé yo, me inyectarían los perpetuos deseos de ir siempre en la dirección contraria (que no siempre es la dirección prohibida) a la que va el personal, más, cuando se me insinúa y, mucho más, claro, cuando se me obliga. Es superior a mí, como una especie de extraño instinto de conservación de mí mismo, de mi modo de ser y de pensar. Formar parte de una masa humana me da repelús, a no ser que sea yo quien vaya por delante de ella y que no sepa quiénes, ni cuántos ni cómo, van detrás”.

La cursa de la vida és contra un mateix, sí, però habitualment l’hem enfocat contra els altres:

122. COMPETENCIA

“Otra de las cosas buenas que tiene un naufragio es que no existe obsesión alguna por llegar el primero. Ni tampoco por llegar el último. Que aquí ni siquiera los últimos son los primeros, lo que, en definitiva, no deja de ser una forma más de competencia absurda y sin sentido. El hecho de que no sé dónde está la llegada, como tampoco supe dónde estaba la salida, además, hace que ese tema carezca de toda importancia. La carrera es contra uno mismo, así que perder o ganar es únicamente una actitud consciente. Un estado mental, en definitiva, que tanto puede aplicarse a un naufragio como a la vida misma. Preparados, listos, ¿qué?”

I ara, un dels clips més bonics i eteris del llibre:

132. ESTELAS

“Me gusta dibujar estelas. Son una metáfora visual de la vida. Sean como sean, sean quienes sean sus responsables, sean de donde sean, son efímeras. Las mías, por ejemplo, no duran apenas nada. Son como un pequeño soplo. Miro atrás y las distingo perfectamente, marcan mi naufragio con precisión, me animan a seguir el viaje. Poco después, veo que se atomizan, desaparecen, dejan tras de mí un rastro inmaculado. Ya sé que no ocurre lo mismo en mi pobre cabeza, que acumula y acumula y acumula, pero es bueno percibir así que llevo, tras de mí, una hermosa senda por donde todavía puedo seguir perdiendo estelas fugaces”.  

Anem o no a la deriva, necessitem, poc o molt, companyia, siguem o no Robinson Crusoe:

153. AYUDANTE

“”Se busca ayudante de naufragio. No hace falta ninguna experiencia ni titulación. Tampoco currículo, ni diplomas, ni certificado médico alguno. Abstenerse comendadores y recomendados. Se valorará amplios conocimientos en la composición de sonetos, en saber contar estrellas fugaces los días de tormenta y en la clasificación de animalitos terrestres, marinos y aéreos, como el monstruo de Gila, los pececillos de colores y los colibríes. Jornada de trabajo y dedicación, eso sí, completa. Se ofrece un trato exquisito, buen humor y, sin más, dignidad personal en el trabajo. Mandar botella con mensaje dentro. Referencia, Viernes””. 

De moment, i per a no cansar-vos, em deturo en el 7, que diuen que és número màgic… He decidit donar-li al Joan-Ignasi un salconduit perquè pugui continuar la seva peculiar travessia per aquest bloc. Surant com ell sap fer, mantenint-se la mar de bé sobre l’aigua. Tal com els textos precedents -i els altres 7 que seguiran- crec que demostren, per a gaudi de totes i de tots. 

      

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