Se trata de un viejo debate entre los revolucionarios de principio del siglo 20. Esta estrategia de las pequeñas conquistas que nos conducirán a una sociedad mejor, nunca ha conseguido sus objetivos. Solo sirve para mostrar al adversario (en nuestro caso el estado español) cuales son nuestras intenciones y fuerzas en cada momento. El nombre que recibió en su día fue el de “táctica-proceso”. Cada pequeño desafío ha servido para que el tribunal constitucional siente jurisprudencia que dificulta más y más el tránsito pacífico y legal hacia un nuevo estado catalán. Esos desafíos, incluso violentos, como en el caso de “Can Vias” o el de el “Banc expropiat” sirven para atemorizar a sectores más conservadores que están apoyando la creación de un nuevo estado catalán. Está claro que en este terreno coinciden los esfuerzos de los servicios secretos españoles y la CUP. Es difícil creer que los servicios secretos españoles no estén implicados en la escalada de la violencia. La irritación del señor Garcia Albiol del Partido Popular, contra los mossos de Esquadra por no haber respondido de forma más contundente y más agresivamente, fue patente la semana pasada en el Parlament de Catalunya. Es difícil de creer que detrás de los incidentes del Barrio de Sant Andreu en Barcelona no estén también servicios secretos españoles fomentando la violencia.
La “táctica proceso” nunca ha funcionado. Solo una desobediencia súbita, oportunista y rotunda nos puede permitir marchar….finalizar la anexión autoritaria que estamos sufriendo como sociedad por parte de España.
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