Josep Arasa i Ferrer

Nadala del intel·lectual aragonés i bon amic, José Ramón I. Alba, que reflexiona sobre el paper de l’art en la cultura contemporània:

“Dice Julia Luzan “¿Cuánto vale una vieja foto de Stalin? Nada. ¿Y si Damien Hirst le pinta encima una nariz roja? 155.000 euros. Cuando el artista contemporáneo se convierte en marca, el mercado en especulación y la obra en símbolo de estatus, ¿qué queda del arte?”
Yo no sé que queda del arte, o sí lo sé y a mí me parece que no queda nada, nada de nada. Aunque bien pudiésemos pensar como Beuys que “cada hombre es un artista” y así acabamos antes. O nos apuntamos a las tésis de Baudrillard y comprender que el arte debe “volverse más mercancía” y así “escapar de él radicalizándolo”. O también interpretar la hiperreproductibilidad de la que nos hablaba Benjamin. En fin, que tiendo a pensar que lo que lo que llega a determinadas lonjas no es sino una referencia especulativa de tendencias marcadas por un interés clasista de lo más variado. Pero hablar así no está bien y es, todavía para algunos, pecar de ingenuo. Qué le vamos a hacer… A mí sigue pareciéndome que el único fin de este modelo es perpetuar el estatus clásico del arte y recolocarlo en pedestales inalcanzables para continuar con los privilegios de una determinada élite. Cuando han desaparecido las prerrogativas de nobleza y aristocracia la mejor forma de reforzar la clase social es a través del consumo y el “arte” es un extraordinario vehículo. El narcisismo de las diferencias, la exaltación simbólica de las trivialidades.
A lo nuestro: Las novedades de ese año. Pocas para mis ganas pero no ha habido más tiempo. Ahí se han quedado carpetas abiertas con ideas y proyectos que espero puedan ir tomando forma. Como siempre en www.albagrafica.com encontrareis nuevas salas abiertas. Pasen y vean.”