¿Pero puede uno hacer proyectos? ¿Tanta confianza se tiene en la vida, en la marcha del corazón, en la persistencia del existir? No sé si estaré vivo el próximo verano. Quizá si, pero puede ocurrir que ya no sea el mismo. ¡La vida nos cambia tanto!
Hay seres lo bastante ingenuos como para decir: "Yo ya estoy formado".
Nada está formado, todo fluye hasta un estado distinto, y lo que seré yo mañana puede ser que lo configure mi ser de hoy. Me quedará el nombre, el cuerpo, los datos civiles. ¡Pero lo que cuenta es el alma!
(Julio Cortázar. En una carta datada a Buenos Aires. Gener de 1939)