7 d'abril de 2018
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¿Cómo es posible que ante tanta corrupción e incompetencia en España las calles no estén patas arriba?

Porque el sufrido pueblo español ha sido siempre derrotado por una CASTA de señoritos con sus fieles capataces.  Una garrapata que incrusta sus huevas en el sistema económico, social, judicial, policial, etc…. Ella es España,  fuera de ella no hay nada,  solo frío.

Gracias a esa bicha,  España no tuvo ni ilustración ni revolución anti aristocrática francesa,  ni revolución industrial, ni parlamentarismo inglés, pero si IMPERIALISMO, CONTRAREFORMA, POBREZA, PICARESCA, INQUISICIÓN, ULTRACATOLICISMO,  FERNANDO VII,   FALANGE,  FRANQUISMO, PARO, PRECARIEDAD, PP y C’s.

Y el  paisanaje continúa igual pues ahora, según las últimas encuestas,  los neofranquistas de Ciudadanos reciben un enorme soporte de 22 escaños más. Hicieron salivar a mucha gente. Es de suicidio colectivo.

En España apenas existe sociedad civil organizada y menos con capacidad crítica,  porque ha estado diezmada,  disgregada, perseguida, descalificada y atacada por los medios afines al régimen. Que se lo pregunten a los comuneros, a Machado, a Unamuno, a Lorca, a Blas Infante, etc.

Pero yo les diría a mis conciudadanos que se animen, que todavía hay esperanza para cambiar las cosas. Y nada como el movimiento republicano de Cataluña, que no deja de ser un movimiento revolucionario aunque pacífico,  que haría temblar a esa garrapata y a sus huevas que nos chulea y que nos chupa a todos la sangre desde hace siglos.

Pero no será fácil, porque aun habiendo una infinidad de españoles con grandes ideales no verán bien la República. Unos por miedo a los cambios y otros porque seguramente anide en ellos ese desprecio sembrado por esa casta contra todo aquello que parezca catalán.

Y no se percatarán de que ese sentimiento es precisamente el arma  que le garantizará  a la bicha y a sus colaboradores su supervivencia. Aunque tengan 900 imputados sólo en  el caso Gurtel, la casta como si oyera llover. Interponiendo recursos y cambiando jueces.
¿Donde está el bravío  delante de esos molinos? ¿Viendo la selección por la tele tal vez?

Y en cambio esos parias de los catalanes enfrentándose a ellos solitos sin armas y con sus lazos amarillos, a las castas de allí y de aquí. Ni jueces, ni cárceles, ni porras, ni embargos los detienen.

¡Ah! Y recordar que  ERC no ha tenido ni un caso de corrupción en 85 años. Mejor no oírlo ¿verdad? Mejor creer que ellos son terroristas y que la organización criminal instalada en la Moncloa son patriotas.

Lo que realmente une a muchos españoles es “ese desprecio visceral”, es ese “a por ellos”  contra los catalanes. Que tantos votos permiten recolectar. Todo muy sabroso y energético para las vísceras.

Es  un odio atávico con el que de niño nos  adoctrinan y del que ya no te desprenderás. Un desprecio que se retroalimenta cada día gracias a todas la mentiras y medias verdades lanzadas desde sus poderosos medios propagandísticos.

Por ello no es de extrañar que los que emigraron a esa tierra (casi tres millones de españoles y que doblaron la población de Cataluña) expoliados por el hambre que su estimable casta era incapaz de saciar, estén  agradecidos a la que ahora es su tierra, sí su tierra.  Y que sean ellos o sus hijos, los que viendo la diferencia, sean los más fervientes  defensores de la República.

A pesar de ello, despreciaremos a ese pequeño pueblo catalán, como otros estados imperialistas han despreciado a otros grupos culturales minoritarios. Es que la  casta es muy valiente pero sólo cuando es 7 contra 1. Sus armas son la mentira, el engaño y la fuerza desproporcionada. Realmente cobarde.

Han conseguido inocular un veneno  tan adictivo y tan potente que no sólo surte efecto  entre aquellos que viven fuera de Cataluña, sino que incluso lo hace entre algunas personas que fueron a Cataluña huyendo de ese Estado español gobernado ahora por los hijos y nietos de esa casta de señoritos a los que nunca les importó dejar sin alimento, ni vestido, ni educación a su pueblo y que ahora vuelve a extorsionarlos y manipularlos por su doble condición de españoles y catalanes.

Por ello hemos de reflexionar y hacernos preguntas. Una muy sencilla sería preguntarnos  ¿cómo es posible que siendo Cataluña un pueblo de tarados haya sido desde hace siglos el motor económico, social, artístico, innovador, revolucionario? O ¿cómo es que tienen una bandera que tiene 900 años y la nuestra en el mejor de los casos tiene 170 años?

Por favor no podemos ser más tiempo cómplices del genocidio cultural de una comunidad  que siempre ha acogido a todo el mundo, a donde todo el mundo quiere ir, sigue yendo y de donde casi nadie quiere marchar. Cataluña dobló su población en 50 años sin grandes conflictos. No hay parangón mundial.

Son nuestros vecinos, hijos y amigos.  Además tal vez sea la mejor manera de que los  ciudadanos de este maravilloso país que es España se despierten de su letargo, sumisión e impotencia.

Recordad que Ciudadanos es un invento tanto de la casta financiera catalana (que en absoluto es independentista y que abandonaron a los catalanes el primer día) como de la casta española. “Necesitamos un Podemos de derechas” dijeron.  Y en dos meses nació Ciudadanos.

ÁNIMO QUE SE PUEDE MEJORAR EL MUNDO, AUNQUE SÓLO SEA UN POQUITO.
¿CONTAREMOS CONTIGO?

 

Ferran Oliva, Paco Martinez y Xavier Ludevid.

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