En acabar un any i començar-ne un altre és habitual fer balanç, personal i global. És un bon moment per prendre perspectiva de les coses, tot i que personalment penso que és molt millor prendre perspectiva contínuament de les coses, i no només en canviar d’any. En relació a la situació del món, el fet que hi hagi situacions com la que estem vivint a Palestina, per exemple, entre molts d’altres llocs, ens pot abocar a actituds catastrofistes quan no directament nihilistes, i és que de motius, certament, no en falten. És bo, per tant, de tant en tant, aturar-se a mirar el context, les tendències, les evolucions d’aquest i d’altres conflictes. I això és el que fan gent com l’Escola de Cultura de Pau de la UAB, dirigida per Vicens Fisas, que segueixen i analitzen les múltiples dimensions dels conflictes armats arreu del món. Vaig tenir la sort de treballar-hi molts anys i, des que els vents ens van fer agafar rumbs diferents que he seguit l’activitat de l’Escola puntualment i amb especial atenció. És per això que en aquest canvi d’any he volgut recuperar algunes de les reflexions de’n Vicenç, recollides en una entrevista que li van fer a La Vanguardia amb motiu de la presentació de l’Anuari Alerta 2008! (anuari, per cert, de consulta obligada). I és que, de les moltes virtuts de’n Vicenç, n’hi ha una que destaca especialment: el sentit comú. Fa bé escoltar-lo i rellegir-lo de tant en tant. (Segueix…)
ENTREVISTA
A VICENÇ FISAS
“Están
desapareciendo los grupos armados con ideología política”
Presenta
el Informe Alerta 2008!, que analiza los conflictos armados vigentes en todo el
mundo
Enric Tomàs per a La Vanguardia 22/05/2008
Vicenç
Fisas es director de la Escola
de Cultura de Pau de la UAB y titular de la Catedra UNESCO sobre paz y
derechos Humanos de la UAB. Doctor en estudios sobre la paz de la Universidad
de Bradford, ha escrito más de 30 libros sobre procesos de paz, conflictos y
desarmes. Como cada año, presenta el Informe Alerta 2008!, que analiza los conflictos armados
vigentes en todo el mundo, así como los procesos de paz en marcha. Fisas se
muestra moderadamente optimista: existen ahora menos conflictos y se negocian
más rápidamente.
–
De los 30 conflictos que hay en la actualidad, 22 están en África y Asia.¿Por
qué?
Bueno, hay que tener en cuenta que no hace muchos años Europa también tuvo
conflictos, y que hoy en día hay algunos casos como Georgia, Chechenia,
Azerbaiyán, que en el pasado fueron armados y que hoy en día aún no están
resueltos. También hay contextos de mucha tensión, como en la antigua
Yugoslavia. Es por ello que no hemos de tender a pensar que todos los
conflictos se dan en África o Asia.
– Pero, hoy en día, el informe Alerta 2008! dice otra cosa.
Efectivamente hay una vinculación entre conflictos armados y estados débiles,
con poca tradición democrática, con pocos años de descolonización, y en los que
no se ha podido hallar la manera adecuada de hacer participar a la ciudadanía
en la construcción de su futuro. Son países que parten, económicamente, de un
nivel muy bajo, y en los que las organizaciones mundiales de comercio no
facilitan su desarrollo. Hay también mucha corrupción y mala gobernabilidad,
factores que alimentan la continuación de conflictos armados.
-¿Es lo mismo en Asia que en África?
En Asia hay estos componentes y otros, como la existencia de dictaduras muy
feroces que dieron origen a guerrillas de oposición muy potentes, que mantienen
sus reivindicaciones. Asimismo, en Asia hay muchos conflictos vinculados a
procesos de autonomía o independencia, pese a que el Gobierno de turno haya
abierto fases de negociación. O también hay pueblos repartidos en diferentes
estados, por ejemplo, India. En el caso de África vemos, como en Darfur, la
escisión de muchos grupos armados: donde antes había dos grupos armados, ahora
hay hasta 18, luchando todos contra todos. Pese a todo, personalmente tengo una
percepción optimista a medio plazo: tenemos muchos menos conflictos que hace
unos años y, además, se negocian de manera más rápida.
-¿A qué se debe que las intervenciones sean ahora más rápidas?
El conocimiento y la información [que existe un conflicto] lo tenemos al
momento. En la mayor parte de los conflictos sabemos quién es quien. Sin
embargo, esto no es suficiente para intervenir de forma rápida y positiva,
porque hay otros aspectos que lo estropean. Por ejemplo, los actores que
intervienen en los conflictos de hoy ya no son ejércitos, sino mafias,
guerrillas, milicias, narcotraficantes, piratas… Todos estos son actores que
están armados y que tienen una estructura…
-Y que no representan a ningún estado.
No. Además, la diferencia con el pasado es que normalmente no buscan la toma de
poder político, sino que quieren el control de territorios pequeños en los que
suele haber riquezas naturales, tipo petróleo, diamantes, minerales, etc. No
buscan una transformación. De hecho, una de las conclusiones del Anuario de
Procesos de Paz es que están desapareciendo los grupos armados con ideología
política.
-¿Su ideología es el dólar?
Eso es la rapiña. Pero buscan también el control de una zona, de sus recursos.
Eso da poder a unas pocas personas. Esto se da sobre todo en África. En Asia,
insisto, dominan más los conflictos en los que se tienen que negociar formas de
autogobierno.
-¿Con estos grupos se puede negociar de tú a tú?
Sí se puede, pero es más difícil. Cuando operan muchos grupos armados en un
país se hace difícil negociar individualmente, y esto hace que las
negociaciones deban afrontarse de un modo distinto a como se hacía antes porque
no es un trato de Estado a Estado. Estos grupos, además, están en las listas de
organizaciones terroristas.
-¿Entonces, cómo se puede negociar con estos grupos?
De manera discreta, con terceros países que cedan su espacio. O también pueden
ir a Europa, a Suiza o Noruega, que no están en la UE, lo que los hace muy
activos en las negociaciones, porque los grupos que están en las listas
terroristas sí pueden ir allí.
– Dice que las ideologías van a menos. ¿Qué sucede con las religiones? ¿Hay
conflictos puramente de naturaleza religiosa?
No los hay. El factor religioso es un factor añadido. Está demostrado de
forma estadística que el religioso es un factor que se añade como legitimador o
como excusa, pero que pocas veces está en el núcleo del conflicto.
– Por qué la comunidad internacional interviene en unos conflictos sí y en
otros no?
Tenemos un problema histórico: los cinco países del Consejo de Seguridad de la
ONU tienen derecho a veto y son aliados de países en conflicto. Por ello, vetan
la posibilidad que Naciones Unidas incluya el conflicto en su agenda. Además,
hay un tercio de los conflictos que hay el mundo que no han recibido nunca una
resolución crítica del Consejo de Seguridad. Por ejemplo el caso de Birmania,
donde China es aliada de la Juntan Militar [que gobierna este país].
– Dice el informe que en muchos países en periodo de postguerra, la
transición no empieza por culpa de las clases políticas dirigentes.
Sí. Hay liderazgos políticos muy perversos. Uno de los problemas no
resueltos en los acuerdos de paz es que, una vez los grupos armados lo signan,
éstos pueden conseguir cuotas de poder, ministerios, etc., lo que implica que
los políticos que no han usado las armas quedan excluidos de la transición
democrática. Esto es terrible porque da legitimidad al uso de la violencia. Hay
otros acuerdos de paz que son una repartición del pastel, lo que no lleva a una
democracia. Por otro lado, está comprobado que Occidente aprieta para celebrar
elecciones cuando la población no está ni preparada ni hay un censo fiable.
– Una vez se firma la paz, las personas no pueden olvidar lo que pasó.
Firmar un acuerdo de paz no quiere decir que haya paz, ya que esto sólo
pone fin a un tipo de violencia, la armada. Es entonces cuando empieza lo que
llamamos un proceso de paz, uno de cuyos vectores más importantes es la
reconciliación. Esto quiere decir que previamente se han trabajado los vectores
de verdad, justicia y reparación. Desgraciadamente, ahora predomina el modelo
de impunidad, pese a que estamos en un proceso lento de creación de tribunales.
– Cómo se puede reinsertar en la sociedad a los mercenarios, que no saben
hacer nada más que matar?
Esta gente no los puedes poner en la prisión, porque son víctimas también.
Existen programas de desarmamiento, desmovilización, reinserción que pueden
durar varios años. Debe haber recursos para educar a estas personas así como a
las comunidades donde retornan. Parece como si se premia a los sectores armados
y a las víctimas desplazadas no se les da ni un duro y esto no puede ser.
– Hay dos fuentes de futuros conflictos como son el acceso al agua y la
subida del precio de los conflictos. Cómo lo observáis esto?
Ya hace años que se observa una relación entre el cambio climático y la
conflictividad. El cambio climático puede producir efectos en otros
continentes, lo que hace que los desastres naturales hayan aumentado en los
últimos años, provocando muertes y desplazamientos de población, lo que es una
fuente de conflictos. Respecto a los biocombustibles (responsables en parte del
aumento del precio de los alimentos) se plantea un tema hasta ahora no muy
conocido: el exceso del consumo energético. Son los organismos internacionales quienes
tienes tienen que poner unas pautas para frenar esta dinámicas. Hay estados que
no signan estos tratados y que están haciendo un puro acto de terrorismo. Por
desgracia, el terrorismo realizado por los estados no se castiga. Esta una de
las cosas que tenemos pendientes de arreglar dentro del sistema internacional.
– Dice el informe que las mujeres no suelen participar en las negociaciones
de paz. ¿Por qué sucede esto?
No están por dos motivos: uno, porque la carrera de diplomática es muy
masculina; y dos, porque en los grupos armados los lugares de mando están
ocupados por hombres, pese a que hay guerrillas con una presencia femenina de
hasta el 40%. Por ello las negociaciones suelen ser entre hombres. Este dato no
respeta la Resolución 13/25 de Naciones Unidas del año 2000, que pide que las
mujeres tengan más presencia en las negociaciones. Pero esto no lo respeta ni
la propia ONU, ya que la mayoría de enviados especiales del Secretario General
son hombres.
-¿Qué cree que pueden aportar diferente a los hombres?
Las mujeres tienen una mirada sobre el mundo y sobre el desarrollo de los
conflictos diferente a muchos hombres. Hemos constatado también que al signar
un acuerdo de paz se tiene poco en cuenta el papel de las mujeres.
– Distinguís conflictos armados y situación de tensión. Que diferencia hay?
Cuando hay tensión hay vulneración de los derechos humanos, manifestaciones
masivas, distancia muy grande entre la población civil y el gobierno, hay
momentos de crisis económica muy profunda, desigualdades sociales enormes. Es
decir, todos los elementos previos a un conflicto armado.
-¿Cree que el conflicto del País Vasco podría aparecer en vuestro estudio?
Como conflicto armado no, porque no la ha sido nunca, porque académicamente
tenemos unas definiciones en las que el País Vasco no entra por cantidad de
muertos o destrucción de infraestructuras. Pero es un conflicto no resuelto,
con violencia.
Foto: Viocenç Fisas. Font: Enric Tomàs, La Vanguardia.