Raül Romeva i Rueda

REFLEXIONS PERISCÒPIQUES

Arxiu de la categoria: Llibres, narrativa, poesia,...

Les ‘Dones salvatges’ de Marina Martori (ed. Marcòlic)

58
Publicat el 7 de maig de 2012

En plena promoció del ‘Sayonara Sushi’ em vaig creuar a Catalunya Ràdio amb un bon amic, n’Adrià Bas. Duia una caixa. En broma li vaig demanar si ell també estava promocionant un llibre, i em va respondre que, de fet, sí, tot i que no era seu, sinó d’una amiga, la Marina Martori. Va obrir la caixa i dins hi va aparèixer una dona nua, mig enterrada sota la sorra. Semblava morta, i no se li veien les mans. El blanc del títol, ‘Dones salvatges’, destacava sobre la sorra negra, i dues taques de color violeta servien de llençol per acollir respectivament el nom l’autora i l’editorial (Marcòlic), completant així aquell complex quadrat femení format per: una foto, una autora, un títol i un color. Tot plegat inquietant, i a la vegada seductor.

Ja l’havia vista abans, aquesta portada, en alguna llibreria, i vaig recordar que ja llavors m’havia enganxat.

L’Adrià es va sorprendre quan li ho vaig dir, i encara més quan vaig afegir que el tenia a la meva llista particular de llibres per adquirir per Sant Jordi. Llavors, la sorpresa va ser meva quan me’n va regalar un exemplar.

Sorprès l’Adrià, primer, i sorprès jo, després, vàrem decidir que això no ho podíem deixar així, de manera que vàrem telefonar la Marina per tal de convertir-la en el tercer vèrtex d’un peculiar triangle sorprenent. I ho vàrem aconseguir: no s’esperava, lògicament, que la truqués jo.

Tan singular situació només podia desembocar en un doble compromís: llegir el llibre, primer, i comentar-lo, després.

La primera part l’acabo de complir en el vol que m’ha dut aquesta tarda fins a Brussel.les. La segona són aquestes ratlles, que no vull acabar sense resumir, en una valoració del tot personal i intransferible, les emocions que m’ha produit aquesta lectura: ‘Dones salvatges’ és una obra coral, on múltiples veus, majoritàriament de dones, conformen una realitat a mig camí entre el misteri policial, la mitologia i la seducció. Un ritme trepidant i un redactat àgil faciliten la navegació per les ments, a vegades confoses i d’altres sorprenentment clarividents, de la multitud de personatges que transiten per l’obra. Massa personatges? És possible que en algun moment ho sembli, tot i que tard o d’hora tots hi acaben trobant el seu espai. I, per damunt de tot, un clam a la llibertat. Que de quina mena de llibertat parlo? Despulleu-vos, endinseu-vos en el peculiar mar que descriu la Marina, i descobriu-ho, sense por. Jo ho he fet, i me n’he amarat.

Ofici: lector (poema recitat a Catalunya Ràdio)

0
Publicat el 16 d'abril de 2012

Ofici: lector

Relats, històries d’amor,
passió, misteris i intriga,
luxuria, mort i temor,
famosos captaires. Vida.

Paraules entrelligades,
que roben temps a la son,
i pàgines enllomades
que ens fan fugir d’aquest món.

Escriptora que t’estrenes
entre mites i tempestes.
Poeta que comptes versos,
i amb la mètrica fas festes.

Sóc conscient que el mal perdura,
i que no té solució.
Em rendeixo, no vull cura.
Humil servidor: lector.

(RRiR, a les portes de Sant Jordi de 2011)

El libro de nunca acabar, por Juan Cruz (para El País, 29.02.12)

0

Sóc dels qui pensen que el llibre, com a concepte, no desapareixerà mentre hi hagi gent amb ganes de llegir, i gent amb coses a dir i habilitat per explicar-les. Una altra cosa és cap a quin format anem. I en això em temo que ara com ara ni tan sols podem imaginar quin tipus de lector/a, escriptor/a, editor/a, llibreter/a o distribuidor/a tindrem d’aquí a deu, quinze, vint o més anys. S’imposa, per tant, no defallir i estar sempre a punt per a reinventar-se. http://elpais.com/elpais/2012/02/28/opinion/1330434599_378412.html

El libro de nunca acabar, por Juan Cruz (para El País, 29.02.12)

Al libro lo han estado matando casi desde que nació. Ahora la disyuntiva no es solo papel o Red; la pregunta que se hace el sector editorial es si la cultura del libro, tal como se ha ido conociendo, puede sobrevivir

Leamos: “Antes de que se acabe este siglo, el periodismo será todo lo que se imprima, abarcará todo el conocimiento humano. El pensamiento se expandirá por el mundo a la velocidad de la luz, concebido al instante, instantáneamente escrito, entendido de inmediato. Cubrirá la Tierra de un polo al otro: súbito, instantáneo, inflamado del fervor del alma que lo alumbró. Será el reino de la palabra humana en toda su plenitud. El pensamiento no tendrá tiempo de madurar, acumularse en la forma, morosa y tardía, de un libro. Hoy el único libro posible es un periódico”.

Hasta el penúltimo punto, parece que el autor habla de la Red, esta bendición tan mal interpretada por los que no la desean y tan bien pregonada por los que la consideran el centro del porvenir de toda la cultura escrita. Pero ese largo excurso acerca del porvenir de lo que se imprime se refiere pura y exclusivamente al enorme porvenir que se le concedía en el primer tercio del siglo XIX al invento de los inventos: el periódico impreso, que después de años de experimentación más o menos afortunada al fin tomaba la forma que han ido teniendo los diarios.

Y quien escribió eso fue el poeta y político francés Alphonse Lamartine en 1831; fue recogido en su libro ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? por el profesor norteamericano Nicholas Carr, empeñado en hallar encuentros entre las nuevas tecnologías y las viejas tecnologías de las que venimos. Carr encontró otras advertencias sobre el final del libro tal como lo concibió Gutenberg; desde entonces hasta ahora, los más diversos gurús han tenido la certidumbre de que el formato libro, tal como lo hemos conocido, estaba herido de muerte.

Cuando están más cerca de acertar estos gurús es ahora mismo, pues cada vez es más inmediata la evidencia de que la tecnología sustitutiva del libro, los iPads, Kindles y otros aparatos de distribución de lo impreso, ha alcanzado un nivel de desarrollo que ya es imposible de parar. Al contrario de lo que pasaba en tiempos de Lamartine, esta invasión tecnológica que va a suceder está aquí para quedarse y para sustituir al papel como vehículo del pensamiento o la ficción.

Lo que sucede empezó a suceder hace nada, pero ha sido tan imparable como inesperada la virulencia con la que esta novedad se ha impuesto. Y ya es irreversible, algunos pensarán que para bien, otros dirán que para regular, pero ya no importa nada: ahí está, supone una revolución, nadie podrá con ella. Lamartine creía que los periódicos eran la letra impresa que serviría de correa de transmisión del pensamiento, que dejaría de ser reposado para convertirse en instantáneo; eso que iba a ser el periódico es ahora Internet; la Red es instantánea, expresa lo que ha sido instantáneamente escrito, y es “súbito, instantáneo, inflamado del fervor del alma que lo alumbró”.

El hombre siempre ha buscado esa instantaneidad, y para eso inventó primero la radio y luego la televisión, para saber de todo en seguida. La radio cumplió el propósito que sigue cumpliendo. ¿La tele? Ese es otro cantar de los cantares.

En su voluntad profética, Lamartine cometió un único error: lo que él creía que iba a hacer el periódico (de papel) que entonces venía a revolucionar la materia escrita lo está consiguiendo la Red. Y en esa lucha ahora desigual es la propia prensa impresa la que, con el libro que conocíamos, corre la probable suerte de pasar a otra vida, o quizá a mejor vida; en todo caso, a otra vida.

El porvenir es ese; lo dicen los gurús y lo conceden los que hasta el momento se resistían a entender que el papel sería virtual, y va a ser virtual. ¿Cuándo? Hace dos años, el veterano periodista francés Jean Daniel me dijo en París que “probablemente este periódico [Le Monde era el diario que mostraba] será un día un suplemento de una web de Internet”. Y su colega y coetáneo Eugenio Scalfari (el fundador de La Repubblica), me dijo en Roma, cuando le advertí que sabios norteamericanos auguraban una fecha exacta para el final de los diarios de papel, si acaso esos gurús decían a qué hora se podría observar ese fenómeno…

Bromas aparte, ya ha pasado lo que auguraba Daniel, no exactamente con Le Monde, pero sí con diarios (como The Guardian) cuyos directivos han expresado su deseo de convertirse en medios casi exclusivamente dedicados a servir a sus lectores a través de la Red.

Y al libro le está aguardando el mismo porvenir, aunque hasta ahora, como dice Beatriz de Moura, la directora de Tusquets, muchos editores analógicos están quedándose un rato atrás para observar con serenidad los movimientos que hace la industria para despojarse de las virtudes de su pasado y adentrarse en la Red como fórmula habitual para sacar adelante sus productos.

Los últimos tiempos han sido frenéticos; desde 2008 se sucedieron, en Estados Unidos, los cierres de grandes librerías, a favor de instrumentos mucho más eficaces y agresivos de distribución y venta; muchas editoriales potentes anunciaron entonces a autores que les fueron rentables que ya no les servían sus manuscritos, e incluso dieron por concluidos los contratos de lectores de lo que recibían en sus abrumadores correos (postales) de antaño. Y, además, Amazon (y agentes y autores) están pensando seriamente en abandonar los raíles habituales de edición, distribución y venta para confiar a la Red todas esas tareas que antes conocían un proceso lento pero seguro: el autor escribía, el agente representaba sus intereses ante el editor, y el editor se agenciaba los distribuidores más adecuados ante libreros cuya tradición era (lo es aún) sacrosanta.

Esa estructura ha saltado por los aires, y el sector anda en un revoltillo mental que acentúa su incertidumbre y hace aún más oscuro el porvenir de la crisis. En ese revoltillo se está divulgando una profecía que es tan peligrosa (para el futuro del libro) como cualquier desafío industrial o económico. Y es la previsible desfiguración de la personalidad del editor. El editor cuida los textos,  trabaja a fondo el material que recibe y a veces hace tanto por un libro que cuando este sale de las plantas de impresión (¡y ya no será de las planchas, eso es seguro!) el autor siente el orgullo de haberlo hecho, pero también la gratitud (probable) a quien se lo ayudó a hacer…

El libro ya no es lo que era, ya va siendo otra cosa; es probable que no lo sepamos ver o que no lo queramos ver aquellos que seguimos practicando la romántica teoría de que las dos fórmulas (el papel, lo virtual) van a coexistir; de una serie de entrevistas con algunos de los más importantes, e interesantes, editores del mundo, salí con la impresión de que el editor de siempre va a seguir siendo posible, y que coexistirá con el editor (o con la edición) del futuro…

Esa coexistencia tendrá matices culturales o no será posible; la nueva estructura que viene propone nuevas aventuras económicas que han de enfrentarse a una creciente piratería en la Red, contra la que es muy difícil luchar; afecta a los derechos de autor, que ya no se pueden contrastar con el precio (más o menos elevado) del producto de papel, pues la Red obliga a abaratar los contenidos, y por tanto va a afectar a anticipos y a derechos de autor. Y el editor puede quedarse, si los autores lo estiman oportuno, sin la materia prima principal de su oficio, los originales, pues los creadores pueden optar por publicar por su cuenta y riesgo en canales que ahora pueden ser individuales, ajenos a la red tradicional editorial por la que Lamartine lloraba en 1831. Y ese es un riesgo que no tiene que ver con las cuentas…, de momento.

Hay otros desafíos por delante; el tema está muy abierto; tanto que parece un lago de reflejos,  dorados a veces y oscuros tantas veces más. Lo cierto, y esto lo tendría que decir otro Lamartine de esta época, es que al libro lo han estado matando, en cualquiera de sus formas, y siempre se ha sostenido. Porque el único libro posible es el libro, y libro se quedará, en las manos de Gütenberg o en las manos de Steve Jobs, por citar a dos de sus inventores muertos.

 

Font foto: Raquel Marín / El País.

Lectures viatgeres (III)

1

Nova entrega d’algunes valoracions sobre lectures que he fet, i que m’han agradat, algunes en global, d’altres per algun aspecte en concret.

Dues òperes primes:

-‘Habitacions tancades’ (Care Santos, Planeta), m’ha semblat una magnífica i tendra història, a mig camí entre el costumisme dels grans autors modernistes i la trama thrilleriana més moderna. De lectura àgil, t’endinsa en un món ple de fascinants misteris i relacions complexes i convulses. Es tracta de la primera novel·la en català de l’autora, i aventuro que no serà la darrera. Més en la línia negra recomano també ‘L’estiu de les joguines mortes’ (Toni Hill, Rosa dels vents). Com l’anteriorment esmentada, també aquesta és la primera novel·la de l’autor que tanmateix té ja una llarga experiència en el món literari a través de la traducció. Nombroses editorials internacionals ja n’han comprat els drets. Quan la vaig llegir vaig entendre perquè. Un protagonista inspector de policia, una mica maldestre i amb mala sort, a l’estil dels millors Pepe Carvalho (o buscant un símil més actual, el Moreno de la sèrie KMM), i una trama plena de girs originals, on res acaba essent allò que sembla al principi. Sorprenent fins al final. Recupera l’essència de la novel·la negra barcelonina.

Tres lectures de llibres no recents, però vitals:

-De vegades passa que hi ha llibres que es queden al prestatge dels ‘pendents de llegir’ i que per alguna raó o altra no acaben de fer el salt cap a la tauleta de nit. Darrerament he volgut esmenar aquesta injustícia literària amb tres obres que es mereixien certament entrar a la categoria de lectures fetes: ‘La soledad de los números primos’ (Paolo Giordiano, Salamandra), ‘Les veus del Pamano’ (Jaume Cabré, Proa) i ‘La lladre de llibres’ (Markus Zusak, La Campana). Tots tres són magnífics relats que, entre moltes d’altres coses, m’han interessat sobretot per la construcció dels personatges. Per altra banda, quan un autor m’agrada, miro de llegir altres coses que ha fet per veure com treballa i evoluciona. En el cas de Giordano, malauradament, no em consta que hagi tret cap altra novel·la, en el cas de Zusak, just ara estic immers en ‘Jo sóc el missatger’ (de la qual en parlaré quan l’acabi, però que ja apunto que manté la línia d’excel·lència de la ‘Lladre´), i de Cabré…bé, Cabré és Cabré, per a mi, el mestre.

La classe del mestre:

-I parlant del mestre, m’ha arribat a les mans i he llegit amb fascinació d’alumne apassionat ‘El sentit de la ficció’, de Jaume Cabré (Proa). Un magnífic full de ruta per a navegants de l’univers cabrenià. Tot i que està escrit abans dels seus darrers treballs (‘Veus del Pamano’ i ‘Jo confesso’), ens serveix als humils seguidors per descobrir no només el com, de la seva ficció, sinó el perquè. És un magnífic oasi que permetrà regar les entranyes de l’assedegat caminant que decideixi endinsar-se en aquest desert que de vegades suposa l’escriptura.

Una de juvenil, però no tant:

-De tant en tant m’agrada recuperar l’ingenu i simple lector que vaig ser de jove, quan només buscava en un llibre una excusa per anar-me’n de viatge a algun món imaginari. En aquest sentit celebro el retorn de Mark Haddon, l’autor de l’hilarant ‘El curiós incident del gos a mitjanit’, del qual en guardo un magnífic record, i que ara recupera una història que no és nova, però si altament ‘remasteritzada’ com és ¡Bum! (Salamandra). Dos nens s’endinsen en una peculiar aventura en què realitat versemblant i ciència ficció es barregen d’una manera prou original. Si li hagués de posar un però, diria que potser al final perd una mica el ritme trepidant amb què comença, tot i que admeto que això pot ser degut a que, per molt que vulgui recuperar via lectura algunes emocions juvenils, ja no sóc un lector jove, i per tant em temo que segurament estic ja massa condicionat per la vida. Sigui com sigui, és altament recomanable per al públic més jove, i per al no tan jove, què carai, també.

Poesia, l’espai més íntim:

-De la mateixa manera que quan llegeixo narrativa procuro alternar gèneres, també m’agrada de tant en tant canviar de disciplina i tornar a la poesia, un dels àmbits en què m’he sentit sempre molt còmode, tant com a autor aficionat, com com a lector. Així doncs recomano dues obres. ‘Atrapar: els llocs’ (Helène Dorion, trad. de Carles Duarte i Lluna LLecha, Pagès editors), en què tant de mèrit té l’obra original com la traducció, i que suposa un exemple més de perquè cal posar en valor la feina de les persones que es dediquen a traduir literatura o poesia. L’altre és una primera edició en un nou segell d’una obra ja antiga però encara de gran vigència: ‘No hi érem. Sèrie negra de sonets moderns’ (Enric Casasses, la butxaca). De fet, em confesso gran amant dels sonets com a figura mètrica (sóc gran seguidor, entre d’altres, de Josep Pedrals). Sigui com sigui se’m fa molt difícil valorar el contingut d’ambdós llibres, ja que sempre he considerat la poesia un espai molt íntim entre autor/a i lector/a. Així doncs, em limito a recomanar-los, i que tothom hi trobi la seva connexió particular, igual com jo hi he establert la meva.

Paraula de JV Foix

0

Recordo com, de ben petit, el meu pare em feia recitar Foix, enfilat a dalt d’una cadira. Concretament el poema ‘Vinguen els rems…”. En honor del poeta, recordo avui aquells versos, aquest cop assegut:

Vinguen els rems que sóc d’estirp romeva,
em penja el sol al pit entre coralls
i dic, a bord, que enyor serres i valls
i la vida de l’orri en temps que neva.

Els llops mai m’han fet por;
a casa meva empait bruixots amb flama d’encenalls
i jac cobert de sacs amb els cavalls
o funy, braç mort, la pasta que no lleva.

Só qui petjà el mallol i ullà la vella,
i em capbús en gorg fred si el fadrí estella
o abraç la lluna en difícil meandre.

Cal risc en terra i mar, i en l’art novella,
per a besar un cos xop sota canella
i caure als trenta-tres, com Alexandre.

J. V. Foix (“Sol, i de dol”)


Foto: JV Foix.

Homenatge a l’ofici d’escriure, que és també el de viure

7
De fa un temps ençà que constato amb preocupació com diversa gent que cultiva l’art de l’escriptura i que legítimament intenta o aspira a viure’n es lamenta de la situació actual que no és, diguem-ho clar, la millor per a l’ofici.És un fet que, almenys aparentment, llegim poc, que no es valora prou l’esforç creatiu dels autors i autores, que encara costa trobar espais en els mitjans en què es parli de literatura (que no és el mateix que parlar de llibres), tot i que per sort i gràcies a la tenacitat d’alguns encara n’hi ha i força bons.M’agrada molt llegir i m’agrada molt escriure. Una cosa porta a l’altra, almenys en el meu cas. Però si una cosa m’ha ajudat a veure clar el fet d’escriure és a adonar-me de com n’és d’important valorar com pertoca ‘l’ofici de’.

Els autors i autores són gent que s’esforça, crea, inventa, dubta, especula, pateix, s’il·lusiona, s’indigna, protesta, calla, s’inspira, inspira,… però sobretot són gent que ens provoca emocions als qui llegim. Els i les necessitem per viure, com l’aire per respirar o l’aigua per beure.

Deia Montserrat Roig: “L’ofici d’escriure ni s’inicia en un moment de bon humor, ni tampoc perquè ens sentim tocats per un raig miraculós. Neix d’una necessitat, primer difosa i més tard insistent. Com una malaltia. Però aquell qui està malalt de l’ofici d’escriure també ha necessitat aprendre a saber estar-ne, de malalt. Perquè és una infecció que no vols curar quan has estat contaminat. (…) Perquè quan triem l’ofici d’escriure triem la soledat. I aquesta és difícil de sentir en un espai urbà”. Això, per a mi, mereix un total i absolut respecte.

Venint com vinc del món de l’assaig, quan vaig decidir llançar-me a la piscina que suposa la ficció (Sayonara Sushi apareixerà al març) vaig demanar consell i assessorament a gent de l’ofici. Tenia molt clar que, si feia el pas, calia fer-ho bé i que no s’hi valia escatimar esforços. No em preocupava tant el què (la història la tenia clara de feia temps), sinó el com. Sóc persona de mètode. M’hi vaig acostumar quan feia esport, de més jove, hi vaig aprofundir a la universitat (sobretot quan feia la tesi doctoral), i ho he cultivat al llarg de les diferents facetes de la meva vida. En l’escriptura, per tant, no podia (de fet no hauria sabut) fer-ho d’una altra manera.

I he de dir que em considero afortunat. En tot moment he tingut la sort de tenir al meu voltant gent que m’ha sabut dir «no, això no va», quan tocava, o també «això ja va millor, continua així», o fins i tot «si això ho fas així, o aixà, el personatge serà més creïble, o la situació s’entendrà millor».

Estic molt agraït, per tant, a totes i tots els qui heu fet que aquest procés hagi estat molt més que només escriure un llibre, ja que de fet ha estat un veritable curs d’escriptura, sobre com escriure, sí, però també sobre ‘el fet’ d’escriure.

Recordo haver llegit un text fa poc que va generar un debat prou interessant a la xarxa. Era una ‘Carta a un jove escriptor’, i el signava Arturo Pérez-Reverte. (XLSemanal – 27/7/2010  http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/549/carta-a-un-joven-escritor-i). El text acabava amb un paràgraf que vaig trobar força suggerent, en què citava Harold Acton: “Decía Harold Acton que el verdadero escritor se distingue del aficionado en que aquél está siempre dispuesto a aceptar cuanto mejore su obra, sacrificando el ego a su oficio, mientras que el aficionado se considera perfecto. Y la palabra oficio no es casual. Aunque pueda haber arte en ello, escribir es sobre todo una dura artesanía. Territorio hostil, agotador, donde la musa, la inspiración, el momento de gloria o como quieras llamarlo, no sirve de nada cuando llega, si es que lo hace, y no te encuentra trabajando.

Sí, ja sé que no és res nou i que molta altra gent ho ha dit en contextos ben diferents, d’una manera o una altra. Però no per això deixa de ser important recordar (recordar-nos) com n’és d’important aquesta dimensió artesanal, que implica tenacitat, rigor, constància, saber mirar i escoltar, però també esforçar-se per comunicar, més que no pas per només dir. I que sobretot demana humilitat per ser conscients que tot allò que fem és perfectible, millorable. Això és el que fa, entenc, que un aficionat a l’escriptura esdevingui escriptor. I això, per a mi, també mereix un total i absolut respecte.

Jaume Cabré, escriptor amb majúscules, conclou la seva magistral novel·la ‘Jo confesso’ amb un il·lustratiu: ‘dono per finalment inacabada aquesta obra’. Tota una declaració d’intencions, sobretot quan sabem que s’ha estat set anys treballant en el text. I és que si després de llegir una obra mestra, com penso que és ‘Jo confesso’, el mateix autor et diu que encara s’hauria pogut polir una mica més, n’hi ha realment per treure’s el barret. I jo, sens dubte, me’l trec i m’inclino davant aquesta recerca incansable de l’excel·lència que encarna en Cabré.

En síntesi, com a lector obsessiu que sóc i per ara simple aficionat a l’escriptura, tinc un enorme respecte i admiració per l’ofici d’escriptor i escriptora. Tant de bo com a societat atorguem l’espai i el reconeixement que es mereix la gent que fa que ajuntar paraules, de manera artesanal, esdevingui art.

Valgui doncs aquesta humil reflexió per a retre homenatge a l’ofici d’escriure, que no és altra cosa que el cultiu d’una mirada particular i necessària al també complicat ofici de viure.

Foto: Escrivint. Font: Yevgenia Nayberg.

Joan Martí, mestre luthier

0
SONET
Mesurat ja té el model
i es disposa a fer els patrons.
Les grans peces amb taulons,
les petites amb més zel.
Tot s’ho mira amb gran recel.
Cal cuidar la ressonància,
diu l’avui Mestre Artesà.
Vull guardar-ne la fragància,
si Chopin ha de tocar.
Prem la tecla i pren distància.


Joan Martí, mestre luthier,

com Guiusti o Trasuntini,
que la música il·lumini
melodiosa al teu taller.
 

(Raül Romeva i Rueda, 29.11.11. Sonet Homenatge al luthier, oncle i padrí, Joan Martí, guardonat amb el diploma de Mestre Artesà concedit pel Consorci de Comerç Artesania i Moda de Catalunya a proposta de l’Escola Superior de Música de Catalunya. El guardó va ser lliurat pel President de la Generalitat, el Molt Honorable Sr. Artur Mas, el passat dilluns 28 de novembre a l’Auditori del Palau de la Generalitat).

Font foto: ESMUC

Lectures viatgeres (II)

0
Nou tast (repeteixo, personal i subjectiu), de coses que he llegit darrerament, m’han agradat i que, per tant, recomano:

-‘Ejército enemigo’ (Alberto Olmos, Random House Mondadori) i ‘El mapa i el territorio’ (Michel Houllebecq, traduït per Anagrama de la versió original francesa editada per Flammarion). Dues mostres de brillantor literària, virtuositat narrativa, complexitat de personatges i excel·lència descriptiva al servei del drama personal i una certa visió nihilista (i tanmateix inspiradora) de la societat. Si Olmos, a qui sovint s’etiqueta de Houllebecq espanyol, s’aproxima de manera perillosa a un dels drames actuals (això és: la frustració i decepció envers l’anomenada societat moderna en general i l’espècie humana en particular), l’esmentat Houllebecq aprofundeix en el seu ja conegut cinisme de brillant factura per construir un drama personal ubicat en el que alguns crítics han considerat que era una mostra més del fracàs del model capitalista imperant. Recomano llegir els dos llibres sense prejudicis, deixant-se amarar per la trama i el relat, però llegint entre línies per descobrir les subtilitats que els dos autors semblen voler mostrar, sense acabar de dir.

-‘Una ola con sabor a pez’ (Núria Riera Carrillo, Bartleby) i ‘Mujer mirando al mar’ (Ricardo Gómez, Premio Gran Angilar 2010, SM). Dues veritables perles que he descobert gràcies a la recomanació de dues amigues llibreteres, la Sònia Gómez i la Diana Riba (Pati de llibres). Es tracta de dues històries fantàstiques, màgiques. El mar esdevé en ambdós casos un escenari, una excusa i un espectador privilegiat d’uns drames molt singulars i personals. Sorprenents fins el final, els dos textos t’atrapen des de la primera pàgina. Poesia narrativa en estat pur. Un regal que no decep mai, ho he comprovat. 

-‘Los niños de los cuidadores de elefantes’ (Peter Hoeg, EdicionesB). Vaig descobrir Hoeg per casualitat, a través d’una entrevista que li feien al diari, mentre tornava d’un dels meus viatges. Em va fascinar la biografia del personatge: graduat a Copenhagen en literatura comparada va fer de mariner, ballarí, esgrimidor, actor i alpinista. Amb aquesta vida, vaig pensar, segur que té coses ben interessants a explicar. I la veritat és que la lectura d’aquesta obra no decep gens. Una aventura amb nens de protagonistes, de tall narratiu juvenil, però amb una lectura adulta més que fascinant. Llegint-la em recordava de vegades les històries que tan magníficament ens explica un altre dels meus autors de referència del gènere, el prolífic Francesc Miralles, de qui, per altra banda recomano ‘El bosque de la sabiduria’, escrit conjuntament amb Álex Miralles (Montena, RHM), un magnífic conte protagonitzat per un nen, en Sam, carregat de preguntes i on trobem respostes que van més enllà de la mirada superficial i externa que ens aclapara.

-‘Natura quasi morta’ (Carme Riera, Edicions62). Com a ex-alumne i ex-professor de la Universitat Autònoma de Barcelona (en total hi he passat 15 anys de la meva vida), no puc evitar reconèixer en aquesta obra molts perfils personals i escenaris coneguts. La Carme s’aventura en el Thriller de manera notable. Malgrat que he llegit en algun lloc que se sentia una mica incòmoda en aquest gènere, la meva impressió és que aconsegueix perfectament l’objectiu: una trama ben travada, uns personatges amb personalitats força interessants, i un desenvolupament que atrapa. Igual com passa amb el nou treball d’Eloi Vila, ‘Una paraula de més’ (Ara Llibres), qui ara dóna vida a un fotògraf desorientat que es veu immers en una trepidant aventura per amistat, por i amor. La novel·la, típicament thrilleriana, atrapa ràpidament no tant per tot el que hi passa, que també, sinó sobretot per com ho viu el protagonista. Sé que l’Eloi està treballant en el seu tercer treball. L’espero amb ànsia.

 

Lectures viatgeres (I)

0

Un dels ‘danys col·laterals’ d’haver de viatjar molt i de passar força nits dormint sol són les moltes hores mortes que s’acumulen durant la setmana, hores que, en el meu cas, miro d’omplir gràcies a la literatura. El cas és que al llarg dels darrers mesos he acumulat nombroses lectures de diversa índole. Fa temps que vaig descobrir que moltes vegades s’aprèn molt més llegint una bona novel·la que no pas un feixuc informe, i és que no hi ha res de més seriós, diuen, que la ficció.

Així doncs, començo avui una sèrie d’apunts que titulo Lectures viatgeres on aniré comentant algunes d’aquestes lectures, en parelles, en una selecció que només pretén ser una recomanació, molt personal i subjectiva, de coses que he llegit, m’han agradat i considero que són algunes de les moltes perles que avui tenim a les nostres llibreries i que mereixen ser tingudes en compte, sigui per llegir un/a mateix/a, o per regalar.

-‘Jo Confesso’ (Jaume Cabré, Proa) i ‘La nevada del cucut’ (Blanca Busquets, Rosa dels Vents). Del primer vull dir que, a partir del moment en què el va presentar, a l’Ateneu, vaig trigar hores a adquirir-lo i començar-lo a llegir. Ràpidament vaig veure que allò era una altra dimensió literària, una altra divisió, una Obra Mestra (amb majúscula), un exemple de virtuositat que, estic convençut, s’estudiarà durant anys a les universitats de tot el món, i és que sens dubte és un dels llibres que donen sentit al terme Literatura. Atrapa per la forma (els canvis de veu narrativa són sublims), el fons (la història és impactant) i l’aroma (tot el relat està impregnat d’una amorosa musicalitat que sorprèn davant la duresa dels mots). Però aparello aquest llibre amb el de la Blanca per un motiu: tots dos han aconseguit arrencar-me hores de son com pocs, i són dels que, ni tan sols caminant, pots deixar de llegir. I és que la història de la Blanca, que transcorre a Cantonigròs, no deixa en cap cas indiferent. Es tracta, també, d’un llibre magníficament construït, però allò que el fa imprescindible és sobretot la força del relat, i la mirada de les seves protagonistes. El salt en el temps, recurs que també broda en Cabré, ens transporta a èpoques que sobre el paper semblen llunyanes però que en realitat, i malauradament, no ho estan tant.

‘Katiba’ (Jean Cristophe Rufin, Ediciones B) i ‘Llibertat’ (Jonathan Franzen, Columna). Del primer me’n declaro fan declarat de fa anys. Li he llegit magnífiques novel·les (Rouge Brésil, el Abisinio, el Perfume de Adán, El cerco de Ispahán, Globàlia) així com punyents llibres d’assaig sobre temes d’ajuda humanitària. A ‘Katiba’, Rufin s’arrisca amb un tema de gran actualitat i complexitat: la proliferació de cèl·lules terroristes vinculades a al-Qaida i la seva implantació a Europa. Rufin domina com pocs el gènere best-seller. Construeix històries que atrapen i aprofita per explicar coses transcendents que, d’altra manera, potser serien més difícils de digerir. Un cop més reconec que les meves expectatives (molt altes ja en el seu cas) s’han vist novament satisfetes. Com també ho ha estat una recomanació d’una bona amiga, la periodista i escriptora Eva Piquer. Parlo de ‘Llibertat’, de Franzen. Confesso que no el coneixia, malgrat que no és, que diguem, cap autor novell. Després de llegir aquesta magnífica obra, que descriu de manera crua però encertada alguns dels drames socials i humans que trobem sovint en el nostre món, l’incorporo sens dubte a la meva llista d’autors de referència. Els protagonistes, atrapats cadascun d’ells en una mena de presó personal i interior, clamen llibertat, i el lector, inevitablement, s’encomana d’aquest clam.

-‘El port del nou món’ (Xulio Ricardo Trigo, Edicions62) i ‘L’Arqueòleg’ (Martí Gironell, Columna), dues magnífiques històries d’aventures, descobriments, intrigues i misteris arqueològics en la línia de la trepidant ‘Els pilars de la terra’, de Ken Follet. Coincideixen ambdós autors, consagrats especialistes del gènere, a construir un món versemblant recreant moments històrics singulars (la construcció del port de Barcelona, en el cas de Trigo, la recerca de materials per al museu bíblic del Monestir de Montserrat, en el cas de Gironell). Dos llibres que m’han fet passar una bona estona a la vegada que t’expliquen coses més que interessants, que posen de manifest la gran feinada de documentació que hi ha al darrera i, finalment, que més que llegir, s’engoleixen.

Paraules al voltant del món (d’Albert Bargués): la mirada d’un navegant de la vida

1

Vaig conèixer l’Albert Bargués el novembre de 2007, ara fa doncs quatre anys. Ell i la Servane Escoffier s’havien llançat al mar a fer la primera volta al món a vela en parella sense escales, la Barcelona World Race. El personatge em va captivar de seguida a través de les entrevistes que li feien, tant pel to com pel contingut, i li vaig dedicar un comentari al meu bloc (Albert Bargués i Servane Escoffier: regatistes sense fronteres ).

Vaig seguir aquella cursa amb l’admiració de qui reconeix la duresa que significa enfrontar-se, sols, a les incerteses de l’oceà, i amb l’enveja (sana) de qui somnia, com tantíssima d’altra gent, a imitar-los un dia fent la volta al món a vela (òbviament de manera molt més lúdica).

D’aquelles paraules en va sortir dies més tard un primer contacte, posteriorment una relació i finalment una amistat que hem anat cultivant amb el temps. Primer vaig admirar el navegant, ara admiro, sobretot, la persona.

Per raons diverses (i complexes) no va poder participar en la segona edició de la Barcelona World Race. Però no es rendeix. Allò va ser una decepció, però és un lluitador, i se n’ha sortit de pitjors.

Qui el coneix ja s’adona de seguida que és un mariner peculiar. Una mica barreja entre el Moitissier més aventurer i idealista i el Tabarly més rigorós i exigent. Però allò que sorprèn (i a mi més m’ha impactat) és la seva especial mirada del món, de la vida i del mar. És una mirada heretada, com ell mateix reconeix, del mític ‘Ei, Petrell’, de Julio Villar, que a tants navegants (marins i somniadors) ens ha servit de far.

Ara ens regala una petita mostra d’aquesta mirada, en forma de llibre i de documental. ‘Paraules al voltant del món’ no és només el llibre sobre una aventura singular, un repte aconseguit, una fita només a l’abast d’unes poques persones elegides, és també un calidoscopi sobre les pors, les relacions humanes, els límits i les superacions d’aquests límits, en definitiva, sobre la vida.

I si el llibre atrapa per la seva proximitat, humanitat i profunditat, la pel·lícula ho fa per la intensitat de les vivències que mostra.

Menció especial vull dedicar també a l’aportació d’un altre bon amic, Ignasi de Juan, qui, en forma de dibuixos, aporta la seva també particular mirada i sensibilitat a les paraules de l’Albert.

Paraules al voltant del món’ és, sens dubte, una petita joia que s’ha guanyat per mèrits propis el dret a formar part de la història del mar, i de la vida de les persones que ens el mirem més enllà de la seva blavor i immensitat. Un llibre que m’ha calat ben endins, com va fer, fa molts anys, el gran Julio Villar.

Gràcies, Albert, per aquesta mirada. I que els vents et siguin favorables.

Sandra Bruna, agència literària (10 anys acompanyant històries)

0
Publicat el 30 de juny de 2011

Ahir vaig assistir, fascinat, a la festa commemorativa del desè aniversari de l’Agència literària Sandra
Bruna
. Era la meva primera experiència en una activitat semblant, de caràcter tan marcadament literari, on els protagonistes eren els autors i les autores, les lletres eren l’eina i la paraula l’ànima. I el nexe de tot plegat una persona, al capdavant d’un equip fantàstic: la Sandra Bruna.

Tot van ser paraules d’agraïment i afecte per a la Sandra. Autors i autores de
tota mena, condició i estil reconeixien el paper determinant que l’agència
havia tingut en el seu projecte vital i literari: Care Santos, Coia Valls, Dr. Estivill, Martí Gironell, Gaspar Hernàndez, Teresa Roig, Francesc Miralles, Sònia Fernandez-Vidal, Víctor Amela, Purificación Hernandez, Agnès Rotger, i un llarg,
llarguíssim, etcètera, que van retre homenatge a l’Agència.

Són persones creadores d’històries, il·lustradores, contadores de contes,
fabuladores, habitants de planetes reals o imaginaris que ens ajuden a entendre
una mica més el nostre món, però que sobretot ens impulsen a trascendir les
fronteres d’una realitat autoimposada i no sempre agradable.

Quina gran medicina, la literatura!

Per uns moments vaig deixar la incòmoda i complexa realitat exterior a les
portes del Luz de Gas, i em vaig endinsar en la fantasia multidimensional de la
narrativa. I és que no hi ha res de més seriós que la ficció.

Jo també vull agrair a l’Agència que m’hagi acollit, si bé assumeixo humilment
la meva condició de novell. No ha estat fàcil passar de l’assaig (que havia
estat fins ara, com autor, el meu principal registre literari) a la ficció.
Però ha estat un viatge fascinant. Una aventura que m’ha transportat a les
meves èpoques juvenils, quan Salgari,
Verne, Blyton, Hergé o tants d’altres em feien
volar, bussejar, explorar terres verges i planetes desconeguts.

He iniciat aquest viatge amb la intenció que sigui llarg. La primera història
ja s’ha emancipat i busca el seu propi camí. Em va demanar permís per buscar-se
la vida, i l’hi vaig donar. Ara m’he de concentrar en la seva germana, que ja
creix. 

Però en aquest viatge no he estat sol. He comptat amb grans companys i
companyes, guies immillorables i inspiracions constants: Izaskun Arretxe, Joan Bruna, Anna Manso, Agnès Rotger, Francesc Pané, Francesc Miralles… i esclar, Sandra Bruna.

Escriure és una activitat solitària, però el procés literari és sempre molt més
divertit si es pot compartir.

Per molts anys, Sandra Bruna.
I que en vinguin molts més encara.

Foto: Sandra Bruna. Font: Jaume Vila.

Relats, històries d’amor, …

2
Publicat el 21 d'abril de 2011
Relats, històries d’amor,
passió, misteris i intriga,
luxuria, mort i temor,
famosos captaires. Vida.

Paraules entrelligades,
que roben temps a la son,
i pàgines enllomades
que ens fan fugir d’aquest món.

Escriptora que t’estrenes
entre mites i tempestes.
Poeta que comptes versos,
i amb la mètrica fas festes.

Sóc conscient que el mal perdura,
i que no té solució.
Em rendeixo. No vull cura.
Humil servidor. Lector.

(RR, a les portes de Sant Jordi de 2011)

Recomanacions literàries (selecció molt personal)

0
Publicat el 15 d'abril de 2011
A les portes de Sant Jordi molta gent ens fixem amb especial atenció en el mercat editorial per saber què llegir, comprar o regalar.

Pensant en els llibres que havia llegit darrerament (en els darrers mesos) he descobert que n’hi ha diversos que no només m’han agradat molt, sinó que sense cap mena de dubte els recomano, per motius diversos.

Aviso que no estan ordenats de cap manera, i per tant no és un rànquing. També demano excuses perquè segur que em deixo molts títols que hi haurien de ser, per qualitat, però m’he limitat a anotar els que, pel fet d’haver-los llegit, tinc prou coneixement de causa per a recomanar-los.

Una divertida ficció, molt real: Blay, Pep. Pretòria. Ara llibres/Alisis.

Una història impactant, deliciosament escrita: Ghulam, Nadia i Rotger, Agnès. El secret del meu turbant. Comuna.

Un clàssic que no passa de moda: Houllebecq, Michel. Ampliación del campo de batalla. Anagrama / Compactos.

Molt més que la història d’un viatge: Jammeh, Kalilu. El viaje de Kalilu. Plataforma/Testimonio.

Una de les moltes perles d’un dels millors exponents actuals de la novel·la juvenil catalana: Manso, Anna. Canelons freds. Cruïlla.

Tot un descobriment en la narrativa d’intriga. Marsà, Pol. Barcelona compte enrera. Ara llibres/Alisis.

Una història que t’atrapa, i t’ensenya alhora. Miralles, Francesc. El secreto de Picasso. Umbriel (també existeix edició en català).

Un gran exemple de perquè Miralles és un dels millors autors de juvenil actuals: Miralles, Francesc. Els mons perduts. Alison Blix. Narrativa singular.

Com a ex-alumne i ex-professor de la UAB, em va atrapar des del principi. Magnifica incursió en la novel·la negra de Carme Riera: Riera, Carme. Natura quasi morta. Edicions 62/El Balancí.

Només Schätzing (amb permís de Larsson, i de pocs més)  et pot atrapar en un thriller de 1400 pàgines. De l’autor d’un dels llibres que més m’han impactat, El cinquè dia: Schätzing, Frank. Límit. Columna.

Sorprenent, divertit, colpidor,…: Solsona, Ramon. L’home de la maleta. Proa/Òmnium.

El consideren el successor de Henry James. A mi simplement, em va fascinar: Tóibín, Colm. Brooklyn. Ara llibres/Amsterdam

Es mereix tots els premis que li han donat: Vann, David. Sukkwan Island. Ediciones Alfabia.

Res a envejar al Nom de la Rosa: Vila, Eloi. L’any del senyor. Ara Llibres /Alisis.

Foto: Brooklyn, de Colm Tóibín. Font: Ara llibres/Amsterdam.

Ara amb tot el que sabem… (Sonet antinuclear)

2

¿Ara amb tot el que sabem

no és moment de fer autocrítica

de qui sense massa escrúpols

defensava la fatídica

energia nuclear?

-Barata, neta i segura-

la venien. Parlem clar.

Malaurada realitat,

ara ja no tan onírica.

 

Ben lluny dels oportunismes

és moment de repensar

la política energètica

i farem bé en recordar

les catàstrofes insignes.

 

(RR, Brussel.les, 30 març 2011)

Ha engegat, Mediterrània,

1
Publicat el 4 de març de 2011

Ha engegat, Mediterrània,

la ruptura amb el passat,

mentre Europa se la mira

amb gest prou desconcertat.

 

No s’enten, deixeu-m’ho dir,

tal tardança i desgavell,

en respondre les demandes

d’aquest sud gens pasarell.

 

Durant anys hi hem fet negocis

gas, petroli, sol i armes,

I ara molts dels qui callaven,

reivindiquen les derrames.

 

Malaeixo aquest silenci

que tanta sang ha vessat,

i aplaudeixo el coratge

dels qui clamen: Llibertat!

 

(RR, 3 març 2011, a la reunió interparlamentària APUpM que té lloc a Roma, sota presidència italiana de l’APUpM)