Raül Romeva i Rueda

REFLEXIONS PERISCÒPIQUES

Arxiu de la categoria: Energia i canvi climàtic (nuclear, renovables, estalvi, transport, tràfec aeri,...)

Madeira, inundacions, i lliçons per a l’ús de Fons Europeus.

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Publicat el 8 de març de 2010

Comencem una nova setmana de plenària a Estrasburg. A l’ordre del dia temes com Cuba, la Política Exterior i de Seguretat Comuna, Dia Internacional Dona Treballadora, Gaza, Llibertat de circulació persones amb visats llarga durada, Estratègia 2020, Deute de Grècia, efectes tempesta Xyntia, Chile i ajuda humanitària, No Proliferació Nuclear, més protecció per a persones que contractin paquets de vacances, entre d’altres i urgències de drets humans (per exemple Mèxic), entre d’altres.

Com és habitual em toca seguir algunes d’aquestes qüestions, tant pel què fa a l’el.laboració de Resolucions, com pel què fa a debats en ple. Un d’aquests temes és l’impacte de les grans catàstrofes naturals que han tingut lloc recentment tant a Madeira com a França, degut a la tempesta Xynthia.

La part important en aquesta resolució, per a mi, és que sobretot a Madeira, però també a d’altres parts, s’ha construit de manera salvatge en zones on manifestament era poc (o gens) recomanable fer-ho, precisament pel risc d’inundacions (veure considerand F de la nostra Resolució Considerando que los efectos de las lluvias tormentosas se vieron agravados en Madeira  por
la expansión de las zonas urbanas y por errores de planificación y que
la presión en favor de la recalificación de terrenos forestales en
zonas urbanizables ha contribuido al deterioro de la protección de la
vegetación y los suelos, de modo que la mitad del territorio de Madeira
está amenazado de desertificación y un tercio sufre erosión grave
)
. I el pitjor és que s’ha fet amb Fons Feder (recursos comunitaris). En la resolució exigim de manera clara que no es destini fons UE a promoure construccions d’aquesta mena (article 6 de la nostra Resolució: Pide
que la cofinanciación mediante fondos de la UE (en particular los
Fondos Estructurales, el FEADER, el Fondo de Cohesión y el Fondo de
Solidaridad de la Unión Europea) destinada a la ejecución de dichos
planes esté supeditada a la condición de un uso sostenible del suelo
).

 

Ara n’estem negociant un text de compromís amb d’altres grups, però si la resolució conjunta no inclou aquestes dues premises, hi votarem en contra, ja que ens sembla absurd ‘lamentar’ simplement les conseqüències d’un desastres natural sense assumir-ne lliçons i responsabilitatats polítiques.


N’adjunto la Resolució complerta que, conjuntament amb d’altres col.legues dels Verds/ALE, hem impulsat al respecte: (segueix…)

4.3.2010
B7?0155/2010
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN
tras las declaraciones de la Comisión sobre las graves catástrofes naturales registradas en la región autónoma de Madeira y en Francia presentada de conformidad con el artículo 110, apartado 2, del Reglamento por Raül Romeva i Rueda, Michail Tremopoulos, Catherine Greze, François Alfonsi, Sandrine Bélieren nombre del Grupo Verts/ALE

B7?0155/2010

Resolución del Parlamento Europeo sobre las importantes catástrofes naturales registradas en la región autónoma de Madeira y en Francia

El Parlamento Europeo,

          Visto el artículo 191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (antiguo artículo 174 del TCE),

          Vistas sus Resoluciones, de 7 de septiembre de 2006, sobre los incendios forestales y las inundaciones
[1], de 5 de septiembre de 2002, sobre los desastres causados por las inundaciones en la Europa central[2], de 8 de septiembre de 2005, sobre las catástrofes naturales (incendios e inundaciones) en Europa[3], y sus Resoluciones de 18 de mayo de 2006, sobre las catástrofes naturales (incendios, sequías e inundaciones) – aspectos agrícolas[4], aspectos del desarrollo regional[5] y aspectos medioambientales[6],

          Vista su Posición, de 25 de abril de 2007, respecto de la Posición Común del Consejo con vistas a la adopción de una Directiva relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación,

          Vistas la propuesta de la Comisión de un Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se crea el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (COM(2005)0108) y la Posición en primera lectura del Parlamento, de 18 de mayo de 2006,

          Visto el Libro Blanco de la Comisión titulado «Adaptación al cambio climático: Hacia un marco europeo de acción» (COM(2009)147),

          Vista la misión de una delegación de la Comisión de Desarrollo Regional a Madeira, que tuvo lugar los días 26 a 28 de octubre de 2009,

          Visto el artículo 110, apartado 2, de su Reglamento,

A.         Considerando que, el 20 de febrero de 2010, a causa de las fuertes lluvias se produjeron corrimientos de tierras en la región autónoma de Madeira que provocaron la muerte de 48 personas y la devastación de los alrededores de la capital de la isla, y que el 27 de febrero de 2010 las inundaciones habidas en Francia tras el paso de la borrasca atlántica Xynthia causaron la pérdida de al menos 50 vidas, aparte de graves daños, y la desaparición de otras personas y que varios miles quedaran sin techo,

B.         Considerando que los desastres han causado daños a infraestructuras públicas (entre ellas, carreteras, abastecimiento de aguas, electricidad, saneamientos y telecomunicaciones) y a edificios privados, establecimientos comerciales, industria y terrenos agrícolas, y que los daños al abastecimiento de aguas y los saneamientos, en particular, podrían dar lugar a riesgos para la salud de las personas;

C.         Considerando que en los últimos años se ha puesto de manifiesto la probabilidad de que aumente la frecuencia de los problemas derivados de inundaciones, tormentas y otros fenómenos meteorológicos extremos; considerando que la inversión destinada a combatir el cambio climático es por esta razón una inversión para prevenir catástrofes,

D.         Considerando que el auge del desarrollo turístico dio lugar a la construcción de carreteras y a la pavimentación extensa en zonas costeras, lo que ha tenido como consecuencia que las canalizaciones resultasen insuficientes para evacuar volúmenes extraordinariamente grandes de agua y se desbordasen,

E.         Considerando que, en algunas zonas, se habían drenado humedales naturales para utilizarlos como terrenos urbanizables tras la construcción de diques,

F.         Considerando que los efectos de las lluvias tormentosas se vieron agravados en Madeira  por la expansión de las zonas urbanas y por errores de planificación y que la presión en favor de la recalificación de terrenos forestales en zonas urbanizables ha contribuido al deterioro de la protección de la vegetación y los suelos, de modo que la mitad del territorio de Madeira está amenazado de desertificación y un tercio sufre erosión grave,

G.         Considerando que las catástrofes naturales tienen consecuencias perjudiciales de carácter económico y social para las economías regionales, las actividades productivas, la acuicultura, el turismo, el medio ambiente y la diversidad biológica,

1.         Deplora las pérdidas de vidas humanas y manifiesta su solidaridad con los habitantes de las zonas devastadas por los desastres;

2.         Considera que las autoridades nacionales, regionales y locales deben centrarse en unas medidas eficaces de prevención y dedicar más atención a legislar adecuadamente sobre el uso del suelo, la gestión de las aguas y la gestión eficaz de riesgos y a hacer cumplir esta legislación, pues es importantísimo para reducir al mínimo los efectos negativos de los fenómenos meteorológicos adversos;

3.         Insta a los Estados miembros a que tomen medidas para sensibilizar a la población y garantizar unas prácticas más sostenibles de uso del suelo que se adapten mejor a las características del espacio natural;

4.         Pide a los Estados miembros y las regiones interesados que elaboren planes de restauración y rehabilitación para las zonas afectadas, sin olvidar lo necesario para contribuir a prevenir futuras inundaciones de manera sostenible respetando las llanuras aluviales naturales;

5.         Pide a los Estados miembros que se adapten a las consecuencias del cambio climático dando curso a la legislación vigente mediante un enfoque integrado en todas las áreas afectadas;

6.         Pide que la cofinanciación mediante fondos de la UE (en particular los Fondos Estructurales, el FEADER, el Fondo de Cohesión y el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea) destinada a la ejecución de dichos planes esté supeditada a la condición de un uso sostenible del suelo;

7.         Pide a la Comisión que movilice el actual Fondo de Solidaridad de la UE de la manera más flexible y sin demora; pide que se someta a supervisión la sostenibilidad de las medidas de restauración;

8.         Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión, así como a los Gobiernos de los Estados miembros afectados.

Foto: Imatges de Funchal. Font: EFE/La Patria

Ascó: cementiri, mobilització i coherència europea

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En el marc de la creixent i penso que justificada oposició que ha aixecat la proposta d’instal.lació d’un Magatzem Temporal Centralitzat (eufemisme que significa, de fet, cementiri nuclear) a Ascó, i més enllà de la decisió que acabin prenent demà a l’Ajuntament, he presentat la següent pregunta a la Comissió Europea en què l’insto a posicionar-se sobre aquesta mena d’instal.lacions.

Pregunta de Raül Romeva i Rueda a la Comisión Europea relativa a al Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en España

Ascó (Tarragona) es una de las ciudades precandidatas a albergar un cementerio de residuos nucleares bajo la denominación de “Almacén Nuclear Centralizado”, al tener en su término municipal una central nuclear.

Dejando de lado el hecho que la apuesta por este tipo de instalaciones pone en duda la voluntad de avanzar hacia un modelo energético que permita excluir las nucleares, existe también una oposición local que merece ser tenida en cuenta.

Los municipios vecinos y los gobiernos supramunicipales y regionales han mostrado el desacuerdo con la instalación de la infraestructura en el municipio de Ascó, así como una buena parte de los vecinos de dicha localidad.

Los motivos para este desacuerdo son de diversa índole: en primer lugar hay motivos de salud, dado que no se han realizados estudios epidemiológicos desde hace más de 20 años sobre los efectos de los centros nucleares en la salud de las personas.

En segundo lugar, hay argumentos sobre la seguridad de las instalaciones, ya que la central de Ascó ha sufrido diversos accidentes en los últimos meses con la liberación de  partículas radioactivas y todavía sigue muy vivo el recuerdo del cierre de la central de Vandellós I, próxima a Ascó, por un grave accidente sucedido en 1989.

En cuanto a los argumentos socioeconómicos, cabe destacar que la comarca donde está ubicada Ascó, la Ribera d’Ebre, tiene casi un 17,4 % de personas viviendo bajo el umbral de la pobreza y tiene una de las rentas familiares disponibles más bajas de su comunidad. Su población se ha envejecido sensiblemente y por ejemplo, en el propio Ascó, de la localidad emigran cada año unos 18 residentes.

Es decir, el modelo de especialización nuclear no ha repercutido ni en un mejor bienestar ni en el desarrollo económico de la zona.

En relación a todo ello, ¿Tiene constancia la Comisión del debate sobre la construcción de un Almacén Temporal Centralizado para el almacenamiento de residuos nucleares en España? ¿Ha pedido, o piensa pedir, información detallada al respecto, para asegurar que el proyecto se presenta con arreglo a la legislación comunitaria? ¿Considera la Comisión que hay los estudios suficientes para considerar estos centros como seguros y no nocivos para la salud? ¿Qué opina la Comisión de la construcción de dichas infraestructuras sin el consenso territorial? ¿Qué opina la Comisión de que la nuclearización de un territorio suponga un empeoramiento de su situación socioeconómica?

 

 

 

Foto: la central nuclear d’Ascó. Font: EFE, Jaume Sellart.

No al Cementiri Nuclear

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Faig
meves les paraules de Joan Herrera emplaçant totes les forces polítiques
catalanes a fer un pronunciament contrari al cementiri nuclear a les Terres de
l’Ebre. Trobo efectivament un disbarat i una irresponsabilitat que el territori
més nuclearitzat de tot l’Estat espanyol pagui l’hipoteca d’aquesta infraestructura.

Aquí és on contatarem realment qui estima o no el país, qui creu o no en la
seva gent, i qui confia o no en el seu futur.

Aquells
que volen una opció de futur per al territori no es poden quedar de braços
plegats davant del cementiri nuclear.

Sóc
partidari de mantenir, no ja com a partit, sinó com a país i com a societat, més
encara, com a Humanitat, una oposició ferma i inequívoca en contra a l’aposta
de curta mirada i incalculables conseqüencies que significa l’aposta nuclear.

La
falta de rigor de Rodríguez Zapatero en aquest tema és, també, reprobable, tal
i com assenyalava Herrera desde Tarragona, perquè “vol instal.lar un cementiri
nuclear sense saber quant de temps haurà de continuar acollint aquest tipus de
residus ja que no existeix un calendari de tancament de les nuclears”.

En
definitiva, trobo més que justificada la resposta social que estan donant
diversos col.lectius oposant-se a la proposta.

Logo campanya: No al cementiri Nuclear

Juan López de Uralde (Juantxo) com a metàfora / Juan López de Uralde (Juantxo) como metáfora

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(en español más abajo)

En la categoria Escalfament Global d’aquest blog trobareu una sèrie d’articles previs a la Cimera de Cophenague en què valorava la situació i recollia algunes de les moltes propostes que teníem sobre la taula per arribar a una solució factible i necessària. Del fracàs de la Cimera, i del fracàs negociador de la UE (que és l’àmbit que em pertoca més directament), ja se n’ha parlat abastament. Com a ICV, en Joan Herrera va fer pública la nostra postura ahir dilluns (recomano també la seva Carta al meu fill tornant de Cophenague), igual com va fer la Rebeca Harms, en tant que Presidenta del Grup Verds/ALE al PE (veure valoració). En síntesi: ni tenim un acord jurídicament vinculant, ni les fites permetran limitar l’escalfament per sota dels 2ºC, ni els compromisos dels països industrialitzats són coherents amb l’enorme responsabilitat que tenim en la generació del problema. Un desastre.

Res de nou, diran, direm, alguns. I en qualsevol cas un recordatori que, quan anem a votar (o deixem de fer-ho), també decidim qui volem que ens representi i ens lideri en negociacions tan importants com aquestes. És en situacions així com les correlacions de forces es fan més visibles que mai. De tot plegat em quedo amb una frase, un eslògan, una idea: ELS POLÍTICS PARLEN, ELS LÍDERS ACTÚEN (POLITICIANS TALK, LEADERS ACT).

La frase la van introduir activistes de Greenpeace al sopar de gala. Una veritat com un temple que fa mal a les orelles a tan aprenent de lider de curta visió i petita mirada.

Em vaig sentir orgullós de ser soci de Greenpeace.

La conseqüència, però, va estar a l’alçada de la mediocritat present a Cophenague: detenció, engarjolament, i incomunicació sense judici fins el 7 de gener.

López de Uralde, Christensen, Schmutz, Thijssen: quatre noms, quatre activistes, quatre persones amb tota la raó del món a la presó per haver dit i fet allò que molta gent pensem.

Juantxo i els companys i companyes d’acció van convertir-se, malgrat tot, en la metàfora de la trobada.

Em sumo al clam global que reclama el seu alliberament immediat, i em consta que s’estan fent gestions al més alt nivell amb aquest fi.

Tot plegat, però, em ratifica en la importància d’escollir bé els nostres lideratges. Cada cop més constato que ens calen persones a les administracions capaces d’escoltar (i entendre, que no sempre va de la mà) els clams socials. I avui, un dels clams més globals, més universals, més inqüestionables, és el que reclama rigor, seriositat, convicció i coherència en la lluita contra l’escalfament global.

Es tracta, al cap i a la fi, de saber què volem, si polítics que sàpiguen parlar, o líders que sàpiguen escoltar. Gràcies a gent com en Juantxo, i el seu coratge, aquest missatge està arribant a molta gent. Però el preu que li volen fer pagar per haver fet visible una obvietat que moltes i molts defensem és tant injust com inacceptable.

En español más abajo (segueix…)
 

VERSIÓN EN ESPAÑOL

En
la categoría Escalfament (Calentamiento) Global de este blog encontraréis una serie de
artículos previos a la Cumbre de Cophenague en qué valoraba la situación y recogía algunas de las
muchas propuestas que teníamos sobre la mesa para llegar a una solución factible
y necesaria. Del fracaso de la
Reunión, y del fracaso negociador de la UE (que es el ámbito que me
atañe más directamente), ya se ha hablado abastamente. Como ICV, Joan
Herrera
hizo pública nuestra postura ayer lunes (también recomiendo su Carta a mi hijo volviendo de Cophenague), igual como hizo Rebeca Harms, como Presidenta del Grupo Verdes/ALE en el PE (ver valoración). En
síntesis: ni tenemos un acuerdo jurídicamente vinculante, ni las medidas acordadas
permitirán limitar el calentamiento por debajo de los 2ºC, ni los compromisos de los
países industrializados son coherentes con la enorme responsabilidad que
tenemos en la generación del problema. Un desastre.

Nada nuevo, dirán, diremos,
algunos. Y en cualquier caso un recordatorio de que cuando vamos a votar (o
dejamos de hacerlo) también decidimos quien queremos que nos represente y nos
lidere en negociaciones tan importantes como estas. Es en situaciones así como
las correlaciones de fuerzas se hacen más visibles que nunca. De todo me quedo
con una frase, un eslogan, una idea: LOS POLÍTICOS HABLAN, LOS LÍDERES ACTÚAN
(
POLITICIANS TALK, LEADERS ACT).

La frase la introdujeron activistas de
Greenpeace a la cena de gala. Una verdad como un templo que hace daño a las
orejas de tan aprendiz de lider de corta visión y pequeña mirada.

Me sentí
orgulloso de ser socio de Greenpeace.

La consecuencia, sin embargo, estuvo al nivel
de la mediocridad presente a Cophenague: detención, encarcelamiento, e
incomunicación sin juicio hasta el 7 de enero.

López de Uralde, Christensen,
Schmutz, Thijssen: cuatro nombres, cuatro activistas, cuatro personas con toda
la razón del mundo a la prisión por haber dicho y hecho aquello que mucha gente
pensamos.

Juantxo y los compañeros y compañeras de acción van convertirse, a
pesar de todo, en la metáfora del encuentro.

Me sumo al clamor global que reclama
su liberación inmediata, y me consta que se están haciendo gestiones al más
alto nivel con este fin.

Todo este episodio, no obstante, me ratifica en la importancia
de escoger bien nuestros liderazgos. Cada vez más constato que nos hacen falta
personas en las administraciones capaces de escuchar (y entender, que no siempre
va de la mano) los clamores sociales. Y hoy, uno de los clamores más globales,
más universales, más incuestionables, es el que reclama rigor, seriositat,
convicción y coherencia en la lucha contra el calentamiento global.

Se trata,
al fin y al cabo, de saber qué queremos, si políticos que sepan hablar, o líderes
que sepan escuchar.
Gracias a gente como Juantxo, y su coraje, este mensaje
está llegando a mucha gente. Pero el precio que le quieren hacer pagar por haber
hecho visible una obviedad que muchas y muchos defendemos es tan injusto como
inaceptable.


Foto: Juan López de Uralde i altres activistes en el moment de ser detingut / Juan López de Uralde y otros activistas en el momento de ser detenidos. Font: Greenpeace

Cophenague Clima (XII): protegir el Tibet, per salvar el planeta

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Entre les regions més afectades, ja, per l’escalfament global, hi trobem la meseta tibetana. Les negociacions a Cophenague tindran com a protagonista, entre d’altres, la Xina, qui ja ha fet importants i necessàries promeses que caldrà concretar. Els compromisos fets per part de la Xina, però, ometen l’important paper que pot jugar la mestea tibetana per tal de contenir l’escalfament. De fet, la millor manera de complir amb les promeses xineses passa per protegir aquesta part del planeta, cosa que s’ha de fer, necessàriament, amb la participació de totes les parts concernides, incloses les poblacions nòmades tibetanes. Per tot plegat alguns/es parlamentaris/es hem enviat una carta a les delegacions reunides a Cophenague i hem publicat conjuntament un article a Europea Voice demanant precisament això, que el Tibet sigui vist com una oportunitat, i no com un problema, també per salvar el planeta.

European Voice

 

 In a recent opinion piece, Björn Conrad rightly gave China great credit for its pursuit of a low-carbon revolution (?The world?s rising green power??, 26 November-2 December). There was, though, an important omission in his article ? Tibet, an area frequently referred to as the earth?s ?third Pole? because it contains the biggest ice fields outside the Arctic and Antarctic.

It is the biggest repository of water in the world, serving as a lifeline for much of Asia and millions of people in countries downstream. It also plays an essential role in the intricate process that creates monsoon rains across Asia.

This underlines why we should all be concerned by a startling fact about which few are aware: Tibet?s climate is warming twice as fast as the world?s. The impact of the current melting of Tibet?s glaciers is likely to be catastrophic.

Limiting the speed of this change is everyone?s responsibility. Tibet?s climate is a global issue.

There is, though, one change that is fully within the control of the Chinese government: land use. This matters because Tibet?s grasslands could serve as a carbon sink and limit global climate change.

The latest scientific research that livestock mobility is critical to the health of the grasslands and that grazing can mitigate the negative effects of warming on the rangelands. Chinese government policies to settle nomads from the grasslands ? in the process, displacing their livestock ? are therefore contributing to the ecological depletion of the Tibetan plateau and its capacity to capture carbon.

Because Tibet is so vulnerable to climate change and is so important as a carbon sink, we believe it is a matter of urgency that negotiators at the UN?s climate-change conference in Copenhagen press China to consider initiatives that take into account the following three points:

Firstly, an independent, international scientific assessment of the changes in the Tibetan plateau’s ecosystems, water resources and land-use policies is needed.

Secondly, Tibetans ? especially Tibetan nomads ? need to be integrated into the decision-making and management of the plateau?s natural resources. Their inclusion is essential to understanding, mitigating and adapting to changes in the Tibetan plateau?s water, forest, and grassland resources.

Thirdly, there should be greater collaborative trans-boundary decision-making and governance of the Tibetan plateau?s water resources.

Just as China is essential to successful implementation of global climate-change solutions, Tibet is indispensable to China?s ability to implement them successfully. The co-operation of stakeholders ? from Tibetan nomads to Chinese scientists and representatives of the nations downstream that depend on Tibet?s water ? is crucial. Tibet needs serious attention in global talks on climate change and China?s strategy to address climate change needs to include the Tibetan people.

 

Foto: Imatges comparatives de paisatges que han patit desgel. A 38 km. del poble de Xiadawu, meseta tibetana de Qinghai, foto superior: 15 de juny de 2005; foto inferior: abril de 2006. Font: GREENPEACE. JOHN NOVIS Y DU JIANG

Cophenague Clima (XII): UE, cal més coherència, més modèstia i més compromís

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Constantment escoltem com els líders europeus es pengen unes medalles que, penso, encara no s’han guanyat. Segons un estudi el.laborat per ECOFYS (www.ecofys.co.uk), que hem encarregat com a Grup Verds/ALE al Parlament Europeu, i que tot just acabem de presentar aquest matí en roda de premsa, a Brussel.les, es posen en dubte algunes d’aquestes suposades legitimitats europees i es demana major compromís i coherència tant en el discurs com en la presa de decisions. Adjunto a continuació les principals conclusions de l’estudi.

Climate policy and pledges and the EU position
Summary of a study by Ecofys, commissioned by the Greens/EFA group

With the crucial UN climate negotiations (COP15) now underway in Copenhagen, it is clear that the EU’s claim to be the leader in international climate policy does not stand up to analysis.


Much of the EU’s emissions reductions to date have occurred due to coincidence (whether statistical or economic), rather than being the result of deliberate climate policies. Meanwhile, the EU’s emissions reduction pledges (either the 20% or the possible 30% reduction by 2020 from 1990 levels) are not consistent with the EU goal of limiting the increase in global temperatures to below 2°C and are certainly far from the EU’s leadership claims. Key findings of the Ecofys study include:

·         
Only around half the emissions reductions that have occurred in the EU to date have been as a result of environmental policies (with no real impact through the emissions trading scheme to date). The rest have been the result of the collapse of former soviet industries and the economic recession.

·         
The EU’s emissions trading scheme risks being an ineffective instrument of climate policy unless the EU adopts more ambitious emissions reduction targets. With a 20% reduction target, the ETS will not act to stimulate the shift to a greener economy.

·         
Most industrialised countries have to step up their emissions reduction effort to meet their fair share of the responsibility to limit warming to below 2°C, based on the recommendations of the IPCC (a collective reduction of 25-40% by 2020). The Japanese pledge to reduce emissions 25% by 2020 from 1990 levels, however, is more ambitious than even the upper pledge by the EU (30% by 2020). The pledges of Australiaand New Zealandcould also be more ambitious than the EU 30% pledge, depending on how the rules for the accounting of emissions from land use (LULUCF) are defined. The EU is no longer a leader in this field and must step up to its 30% reduction pledge without delay in order to keep up with those pledges on the table and go far beyond to be consistent with the goal of limiting warming to below 2°C.

·         
The EU is responsible for at least one-third of the share of climate financing for developing countries. Based on its own effort sharing principles, employed during the climate package and which are based on GDP, the EU would have to contribute 37% of the financing required from industrialised countries. Based on the UN sharing model, this would rise to 45% i.e. if public financing needs are deemed to be €110 billion per year by 2020, the EU would need to contribute €49.5 billion per year of this.

·         
The myth that emerging economies are not willing to contribute to efforts to mitigate climate change is exploded. The study suggests that emerging economies are doing more than industrialised countries to meet their share of the effort for limiting warming to below 2°C, as outlined by the IPCC. The targets announced by some emerging economies, when combined with domestic measures that are already adopted or under preparation, could place these countries well within the 15-30% deviation from business as usual range, as proposed by the IPCC.

All of this implies that the EU will have to go far beyond its potential pledges to date to take its fair share of the responsibility under a UN agreement designed to meet the EU goal of limiting the increase in global temperatures to below 2°C.
 

Font foto: deconeguda

Cophenague XI: The end of the road map?

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Han començat les dues setmanes probablement més decisives de les darreres dècades. Ja no hi ha marge per a la improvització. És hora de la concreció i el compromís. A través del blog STOP CLIMATE CHANGE podrem seguir l’evolució de la Cimera de Cophenague des de la perspectiva de la Delegació dels Verds/ALE al Parlament Europeu. Us recomano que el seguiu. Jo ho faré, és clar.

 

 

Copenhagen: the end of the road map?


As the long-awaited UN climate talks kick-off in Copenhagen, much doubt remains as to the potential outcome. What can we realistically hope for?


The countdown to Copenhagen is over: the UNFCCC COP15 will take place in the Danish capital over the next two weeks. The UN climate summit in Copenhagen represents, what was supposed to be, the culmination of the ‘road map’ to a new UN climate deal, which was set out in Bali two years ago.


One thing we now know for certain, however, is that the COP15 is unlikely to be the end of the road map. A complete and binding legal UN treaty on climate change to follow on from the first period of the Kyoto protocol (post-2012) will not be finalised in Copenhagen.


This open secret has been circulating for months but made global headlines three weeks ago when US president Obama visited the ASEAN summit (see our blog).


In the aftermath, there has been much confusion as to what the point of the COP15 now is. However, now that the dust has settled in the media, there is a clearer picture of what is to be played for in Copenhagen.


A background paper prepared by the Swedish presidency of the EU offers a pretty concise overview of what is at stake, as far as the EU is concerned:

“the central part of the Copenhagen outcome scenario is likely to take the form of Decisions…(which) would sketch the full contours of the final outcome, providing the guidance necessary to elaborate it into legal agreement text, specify a process for doing so and, if possible, specify the shape of the legal agreement to be reached. The outcomes of Copenhagen should then be elaborated into the final legally binding agreement…at a later meeting, taking place as soon as possible and feasible.”


The EU is hoping for binding decisions on the key political issues: the level and nature of emissions reductions for industrialised countries and climate financing for developing countries (including fast track financing to be ready from next year). These would then be worked into a full, legally-binding UN treaty to be finalised either in June 2010 in Bonn or in December 2010 at the next COP in Mexico. Related to this, the EU also wants there to be agreement on the next steps (i.e. how and when to finalise the treaty).


Other issues, which the EU regards as “crucial components” of the outcome of the COP15, include agreements on: a long term goal on emissions, how to monitor and verify emissions, compliance arrangements, market mechanisms (existing and new), LULUCF (how to deal with emissions from land use and land use change), REDD+ (how to reduce emissions from deforestation and forest degradation), the architecture for climate financing, an adaptation framework, technology considerations, bunker fuels (including proposals for a tax) and the inclusion of HFCs, a damaging greenhouse gas.


On the crucial issue of emissions reduction pledges from industrialised countries, it is not yet granted that Copenhagen will deliver meaningful individual commitments, with uniform and comparable coverage and accounting rules. It is not yet clear whether there will be a collective target or individual targets; whether there will be different decisions for different parties (e.g. for the US, which is looking for different treatment as regards how its pledges are incorporated).


Unfortunately, unless negotiators step up their pledges, it seems likely that the outcome will be far from the range of emissions reductions recommended by the scientific consensus in the IPCC 4th assessment report to give a 50:50 chance of limiting warming to 2 degrees – reductions of 25-40% by 2020 from 1990 levels. With the US pledge now clear (and India and China also having outlined their positions), it is hard to see where other momentum could come from.


The EU, which could provide such momentum, has refused to automatically step up its reduction pledge to a 30% reduction, despite strong pressure to do so, preferring to keep this as a “lever” or bargaining chip. As we know, even a 30% reduction in the EU would fall far short of its responsibility.


All this makes it all the more important that the deal should include a provision to review and strengthen the commitments in line with the latest science. The next IPCC assessment report is due to be finalised in 2014 and this should feed into such a review.


On the all important issue of the final legal format of the deal. The EU is continuing to sit on the fence.


There are three main options on the table: (1) a second commitment period for the Kyoto protocol (beyond 2012) plus a legally non-binding step for countries not party to the KP (i.e. the US and developing countries), (2) a second commitment period for the Kyoto protocol (beyond 2012) plus an additional legally-binding step for the countries not party to the KP, or (3) a new legally-binding protocol for all countries.

Clearly, there is much to play for over the coming two weeks. Many of the main political decisions, which will form the basis of a post-2012 UN climate treaty, will need to be taken at Copenhagen if they are to be worked into a full legal treaty in 2010.


There will be a need for real political leadership if the necessary decisions are to be taken, so it is welcome that so many world leaders will be attending the summit – even US president Obama has now confirmed he will be present for the important final days of the negotiations.


Failure to take these decisions would have disastrous consequences for those not represented in the talks: the planet and future generations.

Foto: Acció de Greenpeace en favor del Clima. Font: Greenpeace

Road to Cophenague X: Rajendra Pachauri recomana no menjar carn ni anar amb 4×4.

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A pocs dies que comenci la reunió més important sobre
el Clima de la història, al de Cophenague, és prou interessant llegir les
reflexions del President del Grup Sobre el Canvi Climàtic i co-Premi Nobel de
la Pau,
Rajendra Pachauri
. La hi fa Antonio Cerrillo, conegut periodista ambiental de La Vanguardia, i tant les preguntes com les respostes, de ben segur, suscitaran un interessant, i oportú, debat.

Rajendra
Pachauri: “No hay que comer carne, ni conducir un 4×4”

El presidente del Grupo sobre Cambio Climático (ONU) sostiene que
“debemos cambiar el sistema de valores y la definición de lo que es el
bienestar económico”

ANTONO CERRILLO  | La
Vanguardia, Madrid | 28/11/2009 | 

Rajendra Pachauri, presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), confía en que la cumbre de Copenhague
se salde con un gran acuerdo político. Afirma que los escépticos sobre el
calentamiento “se han reducido drásticamente” y aboga por implantar
nuevas pautas de consumo. “No hay ni que comer carne ni conducir un
4×4”, dice antes de clausurar ayer viernes unas jornadas internacionales
sobre cambio climático y energías renovables organizadas por Casa Asia y Casa
África en CaixaForum en Madrid. El miércoles tuvieron lugar estas sesiones en
Barcelona.


-¿Qué opina sobre los anuncios hechos por Estados Unidos y China para
limitar los gases invernadero?
-Con estos anuncios se dan avances muy positivos. El hecho de que el presidente
Obama haya decidido asistir a la cumbre de Copenhague y que previsiblemente
anuncie una reducción del 17% de los gases en el 2020 respecto a los niveles de
2005 da más esperanzas. Supone un gran impulso para llegar a un acuerdo
efectivo.



-¿Es suficiente el compromiso de China, que habla de frenar su intensidad
energética?
-Lo que ha dicho China también es alentador. China se ha planteado una
reducción del 40% en la intensidad energética para el año 2020 respecto a los
niveles del 2005. Pero una parte significativa de este objetivo ya ha sido
alcanzada. En cualquier caso, si los países desarrollados asumen metas muy
ambiciosas en un plazo de tiempo determinado, quizá entonces China se anime y
haga mucho más, también. Pero, independientemente del acuerdo al que se llegue,
hay que valorar que tendremos mucho trabajo por delante después de la
conferencia.

-Pero la UE presenta una propuesta mucho más ambiciosa que EE.UU…
-Debemos ser razonables, y darnos cuenta de que en los últimos diez años
Estados Unidos no ha hecho nada; sus emisiones de gases no han hecho más que
subir. Obama lleva en su cargo menos de un año, éste es un primer paso que
merece la pena ser alabado. Esperanzas de un acuerdo

-Qué espera de la conferencia de Copenhague?
-Yo creo que hay tres elementos, que, si salen de Copenhague, permitirían
hablar de un éxito. Los países desarrollados deben comprometerse de forma
colectiva a reducir un porcentaje determinado de gases para el año 2020, aunque
hay que concretar esa cifra. Además, deben comprometerse a aportar una serie de
fondos para el año 2020 para ayudar a los países en vías de desarrollo a
adaptarse al cambio climático y para que apliquen política de mitigación. Y,
además debe facilitarse la transferencia de tecnología. Yo no digo que tengan
que dar tecnología gratuitamente, pero podría ponerse a disposición determinado
fondos con un tipo de interés bajo para facilitar la sustitución de los
bombillas más ineficientes, por ejemplos. Son los tres elementos más
importantes

-¿Será posible, pues, un nuevo protocolo contra el cambio climático el año que
viene?
-Es muy probable, sobre todo porque vemos que es posible alcanzar un compromiso
político en Copenhague. No creo que ahora se alcance un acuerdo con todos los
detalles, pero sí podemos lograr una declaración enérgica que establezca unos
límites determinados para el año 2020. Parecía que Copenhague sería el final de
todo, pero ahora vemos que será el principio de mucho trabajo por delante.

-Es pues, optimista.
-Esto es una bola de nieve. Si llevamos a cabo acciones a partir de Copenhague,
por supuesto esto va a tener unos efectos positivos sobre el planeta.
Desafortunadamente, ha habido una perdida de credibilidad por parte de algunos
países industrializados, como Estados Unidos y Australia. Estos países ni
siquiera ratificaron el protocolo de Kioto (Australia, lo hizo en el 2007). Por
lo tanto, un acuerdo en Copenhague podría restaurar gran parte de esa pérdida
de credibilidad; y, además, pondría de manifiesto que todos los países nos
estamos enfrentándonos a un problema planetario, mundial, y que debemos formar
parte de la solución. Otro modelo de desarrollo

-¿Cómo evitar que las naciones en vías de desarrollo repitan el modelo
económico de las naciones industrializadas y que ha causado el cambio
climático?
-Nos encontramos con que incluso las personas más pobres en los países en
desarrollo creen que una buena vida consiste en comprar un coche, tener una
gran casa con aire acondicionado o consumir más y más. Debemos cambiar el
sistema de valores y la definición de lo que es el bienestar económico. Y
también es importante que haya suficientes fondos disponibles para hacer que
los países en desarrollo puedan disponer de tecnologías limpias.

-¿Debemos cambiar nuestros modos de vida?
-La mentalidad de Estados Unidos, por ejemplo debe cambiar. No tiene
prácticamente transporte público. Y si lo mismo pasa con el precio de la
energía. No hay incentivos para diseñar o construir edificios que sea
energéticamente eficientes. Todo su estilo de vida se basa en comprar
incesantemente, en consumir más y más, y luego en tirar a la basura lo
consumido. Debemos cambiar nuestros modos de vida.

-¿Cómo?
-Debemos consumir mucha menor carne, y sobre todo menos carne roja.

-Usted es vegetariano.
-Me hice vegetariano, precisamente, por eso, hace siete u ocho años. No a las
grandes superficies, consumen mucha energía

-¿Que más hace usted particularmente para mitigar el cambio climático?
-Adquirí hace poco un pequeño coche biplaza, y me encanta conducirlo. Trato de
comprar sólo cuando necesito las cosas. Raramente, voy a un centro comercial
porque generan grandes consumos de energía. Prefiero comprar en la tienda de la
esquina, en donde uno puede comprar lo que quiere. Es mucho más agradable.

-También se ha hablado del impacto en el planeta que también tienen las
mascotas, pues los animales comen carne…
-Antes de centrarnos en el caso de las mascotas, habría que fijarse en la
cantidad de energía vinculada al consumo de carne y analizar cómo el ciclo de
la producción de carne a la producción de emisiones. Primero, se talan los
bosques para poder crear pastizales; luego, hay que alimentar todos esos
animales, y el pienso que fabricamos también consume muchísima energía. Luego,
matamos a esos animales, y tenemos que tenerlos guardados en zonas
refrigeradas. Hay que transportarlos también refrigerados en cámaras y luego se
venden también en establecimientos que también tienen cámaras frigoríficas. Si
nos fijamos, hace 20 ó 30 años nuestros frigoríficos tenían una parte de
congelación muy pequeña, mientras que ahora la parte del congelador es así de
grande. La gente lo que hace es congelar carne y guardarla ahí. O sea, que
reducir el consumo de carne es bueno para la salud y además es bueno para el
planeta.

-En los países en vías de desarrollo se repite ese mismo modelo…
-Yo creo que los países en vías de desarrollo están cometiendo grandes errores,
pero lo hacen únicamente porque estamos copiando a los países desarrollados.

-¿Hay algún ejemplo positivo?
-En los países en desarrollo, sólo se puede citar el modelo de Bután, pero
hablamos de un país con una población muy pequeña. Me parece bien lo que hace;
incluso, son capaces de controlar el número de países que entran en el país.
Más que fijarnos en el producto interior bruto, deberíamos fijarnos en la
felicidad interior bruta, por así decirlo. Necesitamos medir de formas
diferentes el progreso económico.

-Un desarrollo de otra manera…
-Al menos, podemos utilizar otros indicadores, que deberían considerarse
igualmente importantes. Por ejemplo, considerando la disparidad entre lo ricos
y los pobres, y valorar cómo estamos gestionando nuestros recursos naturales. Y
tener indicadores de daños medioambientales. Debemos alejarnos de esa
mentalidad que hace que sólo nos fijemos en el PIB. Los impactos en España

-¿Qué dicen los últimos estudio sobre el calentamiento después del cuarto
informe de evaluación que hizo el IPCC?
-Si nos centramos en las proyecciones para el siglo XXI, sabemos que para
finales de este siglo la temperatura habrá aumentado entre 1,1 grados
centígrados y 6,4 grados. Pero aunque hubiera sólo un aumento de 1,1 grados
centígrados, estamos hablando de un cambio climático bastante importante. El
último siglo, con un aumento de 0,74 grados centígrados, ya hemos visto todo lo
que ha pasado.

-Y en el sur de Europa, ¿qué impacto se prevén?
-Toda la región mediterránea y, por supuesto España, van a sufrir escasez de
agua, y por lo tanto hay que cambiar la gestión del agua. Hay que poner en
marcha planes de uso muy eficaz del agua. Cada vez habrá más olas de calor y se
espera que aumenten las enfermedades de transmisión vectorial. Y por supuesto
también tendremos el problema del aumento del nivel de las aguas del mar, que
afecta algunas de las zonas costeras españolas. El resultado es que habrá más
sequías y más inundaciones, y precipitaciones extremas en momentos
determinados. Son problemas que España y otros países vecinos deberán afrontar
desde ahora. Negacionistas en retroceso

-¿Qué opina de los negacionistas o escépticos del cambio climático?
-Se han reducido drásticamente, aunque siempre habrá gente que exprese
opiniones diferentes. A lo largo de la historia, cualquier campo nuevo de la
ciencia que haya surgido se ha tropezado con personas que se han resistido a
aceptar esos descubrimientos. Había gente que no quería oír la verdad. Y hoy
hay organizaciones y empresas que quieren oponerse a cualquier acción que sirve
para combatir el cambio climático y están pagando a los lobbys de Washington
cientos de millones de dólares para que frenen la legislación.

-¿Qué opina del episodio protagonizado por un hackers que interceptaron unos
correos de científicos de la Universidad Éast Anglia? (con lo que se quiso
denunciar en la prensa norteamericana que presuntamente amañaban sus pruebas
sobre el calentamiento). ¿Restará credibilidad a los estudios que evidencian el
calentamiento?
-Eso es un delito. No podeos sacar conclusiones de esas conversaciones por
correo. Si yo digo que en una conversación privada con un amigo voy a matar a
una persona, ¿significa acaso eso que yo lo voy a matar de verdad? Lo relevante
son los procesos para elaborar las conclusiones de los informes del IPCC. Y
todos los autores trabajan en equipo, de manera que un individuo no puede
influir en todo el grupo. Y, en segundo lugar, cada documento que se elabora es
revisado por otros expertos. Si uno lee el IPCC hay muchas partes en las que
decimos que los datos científicos no son suficientes. Hay área en las que no
hay suficiente conocimiento y lo decimos claramente. Los que conocen el
funcionamiento del IPCC no van a ver cambiado su opinión por esos correos

-¿Y eso influirá en Copenhague?
-No, porque tres días después de que ese asunto ocurriera, Obama decidió acudir
a Copenhague. Hay mucha información y la gente sabe lo que significa el cambio
climático. Ese incidente no va a hacer que las cosas cambien. Deforestación
evitada

-Dice que cree que habrá un acuerdo en Copenhague..¿También en materia de
evitar la deforestación de los bosques tropicales?
-También, también lo veo posible. Evitar la deforestación será una parte muy
importante del acuerdo.

-¿Y cómo, financiando las ayudas desde los países ricos o convirtiendo esa
deforestación evitado en créditos de carbono?
-Si se les paga a estos países lo suficiente para dejar de deforestar, sí. Pero
para evitar la deforestación se requiere vigilancia, medición de los bosques,
verificación de esa deforestación evitada. Falta concretar el procedimiento.

-¿Cuál es la relación entre cambio climático y crisis?
-Como han dicho ya algunos líderes mundiales, esto es un problema, pero también
es un oportunidad porque se pueden crear empleos a través del desarrollo de los
sectores verdes de la economía. España, por ejemplo, está a la cabeza en el
desarrollo de la energía solar. España no sólo está en disposición de crear
estos empleos dentro del país, sino que también los puede crear a través de la
exportación de las tecnologías. También cabe ese desarrollo en el sector de la
construcción. Si los edificios que se construyen en España fueran verdes,
entonces en España se crearía un nuevo conjunto de actividades y un nuevo
sector de actividades económicas. El reto al que nos enfrentamos es enorme;
pero si pensamos con creatividad y originalidad, entonces podremos hacer que
esos retos se conviertan en oportunidades. Eso podría producir una reactivación
económica y una mejora ecológica. Menos carbón

-Imaginamos un futuro sin petróleo; pero seguimos teniendo grandes reserva de
carbón, que genera mucho CO2, como en China
-Si China se compromete a reducir la intensidad de sus emisiones de gases de
efecto invernadero en un 40% para el año 200, entonces deberá reducir el
desarrollo del carbón. Y seguramente pasar a la energía nuclear, Y sabemos que
están invirtiendo mucho en energías renovables y en eficiencia energética. Y en
el caso del carbón también debemos invertir mucho en el desarrollo de las
tecnologías de captura y almacenamiento del carbón.

-¿La energía nuclear es una solución?
-No siempre. La energía nuclear tiene que tener una base técnica sólida y
científica. Hay que tener instalaciones seguras y organizaciones de regulación
adecuadas. Hay que asegurarse que se dan todos esos elementos antes de
considerar el desarrollo de la energía nuclear.

 

Foto: Rajendra Pachaundri Font: Bernardo Rodriguez / EFE

Road to Cophenague IX. Clima: comencem per casa

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Seguint amb la sèrie d’apunts que estic dedicant a la propera Cimera de Cophenague sobre el clima, adjunto avui un text que he publicat al diari elcetrònic Crònica.cat.

Clima: comencem per casa, de Raül Romeva (per a Crònica.cat)

A les portes de la Cimera més important sobre el Clima, la de Cophenague, delproper mes de desembre, i després d’un any de negociacions difícils, el Consell, el Parlament Europeu i la Presidència Sueca han arribat a un acord polític aquesta setmana en relació a la Directiva sobre eficiència energètica dels edificis. L’acord definitiu, en termes legals, es preveu per a principis de 2010.

Personalment em complau que la UE hagi establert les bases per a definir els edificis del futur. Tanmateix, lamento que al mateix temps hagin (hàgim) perdut l’oportunitat de resoldre, també, els problemes dels edificis existents, estimulant-ne la reforma en un sentit més ecològic.

Entre d’altres mesures, em complau que s’hagi acceptat com a base de la discussió el principi que hem impulsat des dels Verds: ‘edificis quasi zero-energètics’.

Les noves Regles es començaran a aplicar el 31 de desembre de 2018, per als edificis públics, i a partir del 2020, els edificis nous hauran de comptar amb un consum energètic proper a zero, per la qual cosa es promourà l’ús de les últimes tecnologies de construcció i aïllament, provinent l’energia necessària, que haurà de ser mínima, de fonts solar i de generació de biomassa. Tot plegat apunta cap a una revolució verda al llarg de tota la cadena de construcció, des d’arquitectes a empreses de construcció, i per a cada edifici nou, des d’una casa privada a centre comercial.

No obstant, aquesta norma no implica la renovació dels edificis existents, responsables globalment d’un 40% de tot el consum energètic en la UE. De fet, a proposta dels Verds, el Parlament Europeu havia reclamat un programa de renovació d’edificis de la UE que fós ambiciós i que permetés convertir estructures ineficaces en edificis de molt baix consum energètic. Això hauria comportat posar a disposició fons específics del pressupost de UE destinats a promoure crèdits barats per a renovació d’estructures.

Novament ha estat l’oposició d’alguns Estats Membre, en aquest cas els recentment incorporats, els qui han bloquejat aquesta iniciativa en el si del Consell. No obstant, el mal principal és previ, i respon a la incapacitat del President Barroso per assignar un sol Euro en la promoció d’una major eficiència dels edificis en l’anomenat paquet de recuperació de la crisis econòmico-financera.

La UE ha fallat clamorosament, per tant, a l’hora de promoure una activitat que hauria comportat la creació de milions de llocs de treball, reduir la dependència energètica que tenim la UE en relació a altres països, i fer front al canvi climàtic.

Si aquestes negociacions haguessin acabat amb un pla d’acció molt més ambiciós, tot plegat hauria facilitat que la UE es trobés en una millor situació per tal de respondre als grans reptes energétics actuals. Donat que un 36% de les emissions de CO2 de la UE provenen de l’actual ineficència dels edificis, incloure les actuals estructures en l’acord final hauria resultat clau per tal de fer augmentar l’actual compromís de la UE de reduir les emissions de CO2 d’un 20% a un 30% per al 2020, tal i com reclamem des dels Verds.

Un cop més, la solució era a l’abast. Llàstima que l’hàgim desaprofitat de manera tan lamentable.

Font: Parlament Europeu

Road to Copenhague VIII: no és qüestió d’anys sinó de mesos, paraula de Lester Brown

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Segueixo el treball de Lester Brown de fa temps. El vaig descobrir quan treballava (jo, no ell) al Centre Unesco de Catalunya. Era l’editor de l’Estat del Món. Un treball anual de lectura imprescindible. Com també ho és, d’imprescindible, el seu llibre Plan B 4.0: Mobilizing to Save Civilization, el qual tinc sobre la taula del despatx, a Brussel.les, ja que és una magnífica guia en l’actual moment. Recomano, en conseqüència, la lectura i la reflexiço sobre l’article que fa uns dies publicava Brown a The Guardian, intitulat We only have months, not years, to save civilisation from climate change. I és que, efectivament, no disposem de tant de temps, i en tot cas parlem de mesos, no d’anys, per salvar la civilització.

We only have months, not years, to save civilisation from climate change, by
Lester Brown, in the guardian.co.uk, Tuesday 3 November 2009.

International agreements take too long, we need a swift mobilisation not seen since the second world war

For those concerned about global warming, all eyes are on December’s UN climate change conference in Copenhagen. The stakes could not be higher.

Almost every new report shows that the climate is changing even faster than the most dire projections of the Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) in their 2007 report.

Yet from my vantage point, internationally negotiated climate agreements are fast becoming obsolete for two reasons. First, since no government wants to concede too much compared with other governments, the negotiated goals for cutting carbon emissions will almost certainly be minimalist, not remotely approaching the bold cuts that are needed.

And second, since it takes years to negotiate and ratify these agreements, we may simply run out of time. This is not to say that we should not participate in the negotiations and work hard to get the best possible result. But we should not rely on these agreements to save civilisation.

Saving civilisation is going to require an enormous effort to cut carbon emissions. The good news is that we can do this with current technologies, which I detail in my book, Plan B 4.0: Mobilizing to Save Civilization. (segueix…)

Plan B aims to stabilise climate, stabilise population, eradicate poverty, and restore the economy’s natural support systems. It prescribes a worldwide cut in net carbon emissions of 80% by 2020, thus keeping atmospheric CO2 concentrations from exceeding 400 parts per million (ppm) in an attempt to hold temperature rise to a minimum. The eventual plan would be to return concentrations to 350 ppm, as agreed by the top US climate scientist at Nasa, James Hansen, and Rajendra Pachauri, head of the IPCC.

In setting this goal we did not ask what would be politically popular, but rather what it would take to have a decent shot at saving the Greenland ice sheet and at least the larger glaciers in the mountains of Asia. By default, this is a question of food security for us all.

Fortunately for us, renewable energy is expanding at a rate and on a scale that we could not have imagined even a year ago. In the United States, a powerful grassroots movement opposing new coal-fired power plants has led to a de facto moratorium on their construction. This movement was not directly concerned with international negotiations. At no point did the leaders of this movement say that they wanted to ban new coal-fired power plants only if Europe does, if China does, or if the rest of the world does. They moved ahead unilaterally knowing that if the United States does not quickly cut carbon emissions, the world will be in trouble.

For clean and abundant wind power, the US state of Texas (long the country’s leading oil producer) now has 8,000MW of wind generating capacity in operation, 1,000MW under construction, and a huge amount in development that together will give it more than 50,000MWof wind generating capacity (think 50 coal-fired power plants). This will more than satisfy the residential needs of the state’s 24 million people.

And though many are quick to point a finger at China for building a new coal-fired power plant every week or so, it is working on six wind farm mega-complexes with a total generating capacity of 105,000 megawatts. This is in addition to the many average-sized wind farms already in operation and under construction.

Solar is now the fastest growing source of energy. A consortium of European corporations and investment banks has announced a proposal to develop a massive amount of solar thermal generating capacity in north Africa, much of it for export to Europe. In total, it could economically supply half of Europe’s electricity.

We could cite many more examples. The main point is that the energy transition from fossil fuels to renewables is moving much faster than most people realise, and it can be accelerated.

The challenge is how to do it quickly. The answer is a wartime mobilisation, not unlike the US effort on the country’s entry into the second world war, when it restructured its industrial economy not in a matter of decades or years, but in a matter of months. We don’t know exactly how much time remains for such an effort, but we do know that time is running out. Nature is the timekeeper but we cannot see the clock.

? Lester R Brown is president of Earth Policy Institute and author of Plan B 4.0: Mobilizing to Save Civilization.

 

Font Foto: Lionel Bonaventure/AFP/Getty Images

Road to Copenhague VII: Prioritats

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Prioritats (de Raül Romeva, per a Crònica.cat)

Hauria volgut fer una nota positiva, plena de lloances. No podrà ser, almenys aquest cop. La reunió de Barcelona era la darrera oportunitat per tal de concretar el que havia de ser un Kioto 2. La cosa no va bé, de moment, i els motius no són nous: falta convicció i voluntat política de, sobretot, els països més industrialitzats i contaminants. Allò que tocava fer, i de moment anem tard, era crear un moment polític que permetés visualitzar que havia arribat l’hora de l’acció. No podem reclamar a  les economies emergents, i encara menys a les més pobres, un compromís, mentre els tres principals emissors -Estats Units, UE i Japó- no assumim el lideratge, i la factura, que ens pertoca.

Cert, la UE ha fet propostes i ha adoptat compromisos als quals l’administració nordamericana ni tan sols s’acosta (i parlo de l’actual, no ja de l’anterior), però patina en qüestions concretes com la subvenció al carbó, la promoció del transport rodat o les ajudes als PVD.

Aquest darrer aspecte és especialment greu, ja que, al cap i a la fi, un dels principals obstacles segueix essent l’econòmic.
Molta gent, massa, justifica la no acció per què estem en crisi. Ja ningú recorda l’Informe Stern? És que potser ja hem oblidat que la factura de no fer res és molt més gran que invertir ara, ja, en solucions?

Si el clima fos un banc ja estaria salvat, diuen alguns. Ho subscric. En un mes els governs es van posar d’acord a destinar 1,1 bilions de dòlars per salvar el sistema financer, i ara diuen que no hi ha temps?

Malgrat tot, segueixo confiant, sinó en les parts negociadores, sí en la pressió social.
I confio que serem prou savis i sàvies per evitar el suïcidi col.lectiu.  Sigui com sigui no és cert que no hi hagi temps. Sembla que alguns vulguin ja llençar la tovallola. No ens ho podem permetre. Caldrà seguir negociant fins a treure’n alguna cosa creïble i sensata.

Foto: Yvo de Boer Rep els rellotges d’alarma quye les organitzacions no governamentals li van fer arribar en senyal del poc temps que ens queda. Font: UNFCCC.

Road to Copenhague VI: Barcelona

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Darrera reunió tècnica abans de la Cimera de Copenhague, al desembre. Aquest cop l’escala és a Barcelona, per a la Conferència de les Parts del Conveni de Nacions Unides pel Canvi Climàtic (COP15). Ja no hi ha temps. Les oportunitats hi són, però s’esgoten si no s’aprofiten. Falta voluntat política i consciència social sobre els canvis, esforços i mesures que cal emprendre. La trobada de Barcelona situa Catalunya com a referent mundial en la lluita contra l’escalfament global accelerat per l’activitat humana. La de Barcelona serà la darrera trobada de negociacions abans de la cimera de Copenhaguen i es preveu que aplegui entre 4.000 i 5.000 participants de 190 països. El Govern s’ha marcat com a objectiu que l’acord que surti de Copenhaguen reconegui el paper rellevant dels governs regionals o subestatals dels ens locals per lluitar contra el canvi climàtic. Segons el Conseller Baltasar, “fins ara, la lluita contra el canvi climàtic s’ha situat a nivells dels Estats, però, aquests queden molt lluny a l’hora de fer front del combat quotidià contra el canvi climàtic”. El Govern català situa la lluita contra l’escalfament global com un eix fonamental d’actuació dels propers anys. Per això es treballa a través de la Comissió Interdepartamental de Canvi Climàtic i l’Oficina Catalana de Canvi Climàtic. L’aprovació del Pla Marc de Mitigació del Canvi Climàtic 2008-2012, després d’un procés participatiu, és un pas clar en aquest compromís. El 85% de les mesures que s’hi inclouen ja estan en execució. I és que, malgrat que cal ser molt conscients que aquest és un joc global, i que tota acció local, regional o nacional resultarà sense dubte insuficient mentre els actors contaminants més importants com els Estats Units o la Xina no s’arramanguin, això no pot ser en cap cas excusa per no assumir, cadascú de nosaltres, en la dimensió i amb les capacitats que disposem, les nostres responsabilitats. En aquest sentit, lamento profundament l’actitud d’alguns grups en el sí del govern català (no s’entén l’obsessió de PTOP que, davant la magnitud de la tragèdia climàtica, encara aposti per potenciar el transport rodat i no d’altres alternatives menys emissores de gasos com el ferrocarril), com del govern espanyol: absent, tímida i contradictòria amb la seva retòrica, tal i com, de fet, recordava ahir Greenpeace a través d’un comunicat on lamentaven, entre d’altres, que “Las migajas que ofrece a las víctimas para la lucha contra el cambio climático son ofensivas frente a la cantidad que concede al carbón, que es el principal responsable del cambio climático”. (segueix…)

Nota de Prensa de Greenpeace, 2 noviembre de 2009

Greenpeace considera inaceptable la actitud del Gobierno de España ante el cambio climático

Greenpeace cree que es inadmisible la ausencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la inauguración hoy de la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima en Barcelona.

En la presentación que la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, ha hecho ante el plenario en sustitución del presidente, sólo ha hablado de compromisos para el año 2050. Este planteamiento está fuera del plazo de tiempo que la ciencia ha establecido para salvar el planeta de un cambio climático peligroso y evita asumir la responsabilidad ante la necesidad urgente de actuar frente a los efectos de un cambio climático peligroso.

En esa misma presentación, la vicepresidenta ha anunciado la contribución de España de 100 millones de euros anuales para que los países en desarrollo puedan luchar contra el cambio climático, frente a los 1.000 millones de euros anuales que el Gobierno ha presentado en los Presupuestos Generales del Estado para el sector del carbón, a los que se sumarán los 1.500 millones anuales que recibirá ese mismo sector en concepto de primas si se aprueba el decreto presentado por el ministro de Industria, Miguel Sebastián.

“Que el presidente no haya acudido a su cita con Naciones Unidas como anfitrión de la cumbre en Barcelona es un desplante y una falta de respeto a los gobiernos del mundo. Su falta de consideración ante las demandas de la comunidad científica es vergonzosa”, ha afirmado Raquel Montón, responsable de la campaña Cambio climático de Greenpeace. “Las migajas que ofrece a las víctimas para la lucha contra el cambio climático son ofensivas frente a la cantidad que concede al carbón, que es el principal responsable del cambio climático”.

Escaladores de Greenpeace permanecen en la Sagrada Familia desde primera hora de la mañana, con motivo del comienzo de la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima. Han desplegado dos pancartas de 20 metros de largo en las que se puede leer  “Salvad el clima-Save the climate”. Por otro lado, próximamente se desplegará una pancarta de 600 metros cuadrados, con el mensaje “World leaders, make the climate call” (Líderes mundiales, tomad la decisión de salvar el clima). La cumbre de Barcelona se prolongará durante toda la semana y es la última reunión preparatoria antes de que se celebre la cumbre de Copenhague, en diciembre.

Foto: Acció de Greenpeace a la Sagrada Familia. Font: El Pais

Road to Copenhague V: vigilar allò que mengem, per tal de fer front a l’escalfament global

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Seguint amb la sèrie d’articles relatius a preparar la propera Cimera sobre el Canvi Climàtic de desembre, adjunto avui una nova reflexió, aquest cop relativa a la relació entre allò que consumim (mengem) i el seu impacte en l’escalfament global. L’article forma part d’una sèrie d’Elisabeth Rosenthal, del New York Times, a la seva columna By Degrees, i explica com es troba el debat a Suècia, on fins i tot proliferen Guies de Consum responsable (new food guidelines):

By
Degrees

To
Cut Global Warming, Swedes Study Their Plates

By
ELISABETH ROSENTHAL

Published:
October 22, 2009

STOCKHOLM
— Shopping for oatmeal, Helena Bergstrom, 37, admitted that she was flummoxed
by the label on the blue box reading, “Climate declared: .87 kg
CO2 per kg of
product.”

“Right now, I don’t know what this means,” said Ms.
Bergstrom, a pharmaceutical company employee.

But
if a new experiment here succeeds, she and millions of other Swedes will soon
find out. New labels listing the carbon dioxide
emissions associated with the production of foods, from whole wheat pasta to
fast food burgers, are appearing on some grocery items and restaurant menus
around the country.

People
who live to eat might dismiss this as silly. But changing one’s diet can be as
effective in reducing emissions of climate-changing gases as changing the car
one drives or doing away with the clothes dryer, scientific experts say.

“We’re
the first to do it, and it’s a new way of thinking for us,” said Ulf Bohman,
head of the Nutrition Department at the Swedish National Food Administration,
which was given the task last year of creating new food guidelines giving equal weight to
climate and health. “We’re used to thinking about safety and nutrition as one
thing and environmental as another.”

Some
of the proposed new dietary guidelines, released over the summer, may seem
startling to the uninitiated. They recommend that Swedes favor carrots over cucumbers
and tomatoes, for example. (Unlike carrots, the latter two must be grown in
heated greenhouses here, consuming energy.)

They
are not counseled to eat more fish, despite the health benefits, because
Europe’s stocks are depleted. 
(segueix…)

And somewhat less surprisingly, they are advised to substitute beans or
chicken for red meat, in view of the heavy greenhouse gas emissions associated
with raising cattle.

“For consumers, it’s hard,” Mr. Bohman acknowledged. “You are getting
environmental advice that you have to coordinate with, ‘How can I eat
healthier?’ ”

Many Swedish diners say it is just too much to ask. “I wish I could say
that the information has made me change what I eat, but it hasn’t,” said
Richard Lalander, 27, who was eating a Max hamburger (1.7 kilograms of
carbon dioxide emissions) in the shadow of a menu board revealing that a
chicken sandwich (0.4
kilograms) would have been better for the planet.

Yet if the new food guidelines were religiously heeded, some experts
say, Sweden could cut
its emissions from food production by 20 to 50 percent. An estimated 25 percent
of the emissions produced by people in industrialized nations can be traced to
the food they eat, according to recent research here. And foods vary enormously
in the emissions released in their production.

While today’s American or European shoppers may be well versed in
checking for nutrients, calories or fat content, they often have little idea of
whether eating tomatoes, chicken or rice is good or bad for the climate.

Complicating matters, the emissions impact of, say, a carrot, can vary
by a factor of 10, depending how and where it is grown.

Earlier studies of food emissions focused on the high environmental
costs of transporting food and raising cattle. But more nuanced research shows
that the emissions depend on many factors, including the type of soil used to
grow the food and whether a dairy farmer uses local rapeseed or imported soy
for cattle feed.

Business groups, farming cooperatives and organic labeling programs as
well as the government have gamely come up with coordinated ways to identify
food choices.

Max, Sweden’s
largest homegrown chain of burger restaurants, now puts emissions calculations
next to each item on its menu boards. Lantmannen,
Sweden’s largest farming
group, has begun placing precise labels on some categories of foods in grocery
stores, including chicken, oatmeal, barley and pasta.

Consumers who pay attention may learn that emissions generated by
growing the nation’s most popular grain, rice, are two to three times those of
little-used barley, for example.

Some producers argue that the new programs are overly complex and
threaten profits. The dietary recommendations, which are being circulated for
comment not just in Sweden but across the European Union,
have been attacked by the Continent’s meat industry, Norwegian salmon farmers
and Malaysian palm oil growers, to name a few.

“This is trial and error; we’re still trying to see what works,” Mr.
Bohman said.

Next year, KRAV, Scandinavia’s
main organic certification program, will start requiring farmers to convert to
low-emissions techniques if they want to display its coveted seal on products,
meaning that most greenhouse tomatoes can no longer be called organic.

Those standards have stirred some protests. “There are farmers who are
happy and farmers who say they are being ruined,” said Johan Cejie, manager of
climate issues for KRAV.

For example, he said, farmers with high concentrations of peat soil on
their property may no longer be able to grow carrots, since plowing peat
releases huge amounts of carbon dioxide; to get the organic label, they may
have to switch to feed crops that require no plowing.

Next year KRAV will require hothouses to use biofuels for heating. Dairy farms will
have to obtain at least 70 percent of the food for their herds locally; many
previously imported cheap soy from Brazil, generating transport
emissions and damaging the rain forest as trees were cleared to make way
for farmland.

The Swedish effort grew out of a 2005 study by Sweden’s
national environmental agency on how personal consumption generates emissions. Researchers
found that 25 percent of national per capita emissions — two metric tons per
year — was attributable to eating.

The government realized that encouraging a diet that tilted more toward
chicken or vegetables and educating farmers on lowering emissions generally
could have an enormous impact.

Sweden
has been a world leader in finding new ways to reduce emissions. It has vowed
to eliminate the use of fossil fuel for electricity by 2020 and cars that run
on gasoline by 2030.

To arrive at numbers for their company’s first carbon dioxide labels,
scientists at Lantmannen analyzed life cycles of 20 products. These take into
account emissions generated by fertilizer, fuel for harvesting machinery,
packaging and transport.

They decided to examine one representative product in each category — say,
pasta — rather than performing analyses for fusilli versus penne, or one brand
versus another. “Every climate declaration is hugely time-intensive,” said
Claes Johansson, Lantmannen’s director of sustainability.

A new generation of Swedish business leaders is stepping up to the
climate challenge. Richard Bergfors, president of Max, his family’s burger
chain, voluntarily hired a consultant to calculate its carbon footprint; 75
percent was created by its meat.

“We decided to be honest and put it all out there and say we’ll do
everything we can to reduce,” said Mr. Bergfors, 40. In addition to putting emissions data on the menu, Max eliminated boxes
from its children’s meals, installed low-energy LED lights and pays for
wind-generated electricity.

Since the emissions counts started appearing on the menu, sales of
climate-friendly items have risen 20 percent. Still, plenty of people head to a
burger restaurant lusting only for a burger.

Kristian Eriksson, 26, an information technology specialist, looked
embarrassed when asked about the burger he was eating at an outdoor table.

“You feel guilty picking red meat,” he said

Foto:
‘An
estimated 25 percent of the emissions produced by people in industrialized
countries can be traced to the food they eat, according to recent research in
Sweden
. Font: Dean C. K. Cox for The New York Times

Road to Copenhague IV: Canvi climàtic i PVD

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Canvi climàtic i PVD per Raül Romeva (publicat a Crònica.cat el 20.10.09)

Al Parlament Europeu debatem avui (per ahir, 20 d’octubre), amb la Presidència sueca del Consell i amb la Comissió en relació a l’estratègia a seguir en el marc d ela lluita contra l’escalfament global des de la perspectiva d’ajudar també els països en víes de desenvolupament, tot plegat amb la mirada posada a la Cimera de desembre sobre Canvi Climàtic a Copenhague.

La relació entre ambdós temes no és gratuïta. Els països en vies de desenvolupament són els qui menys han contribuït a l’escalfament global però en canvi són els qui més en pateixen les conseqüències, degut sobre tot a la seva vulnerabilitat geogràfica, la gran dependència que tenen respecte del sector primari (agricultura i pesca) i compten amb una infraestructura limitada per tal de fer front als impactes del canvi climàtic.

Cada any moren unes 300.000 persones degut a onades de calor, inundacions, tempestes o focs (el 90% d’aquestes morts tenen lloc a països en víes de desenvolupament o PVD), i els efectes d’aquests fenòmens perjudiquen severament 325 milions de persones (el 98% als PVD). L’any 2030 és molt possible que aquestes xifres siguin el doble.

El canvi climàtic ha abocat 12 milions de persones a la pobresa i 20 milions més entraran en situació de pobresa l’any 2030.

26 milions de persones es veuen obligades a emigrar a causa de l’escalfament global i pel 2020 en seran prop 200. I on creieu que volen emigrar? Al món industrialitzat, aquell que és el principal responsable de la seva necessitat d’emigrar, però que després posa totes les barreres possibles per tal que vinguin.

Avui tenim una responsabilitat global. No podem separar totes aquestes qüestions: escalfament global, migracions, responsabilitat agrícola i pesquera, revolució energètica i en el transport, etc…

Defenso que la UE es comprometi a Copenhague a gastar no menys de 35.000 milions d’euros (i no només 15.000 milions, com proposa la Comissió Europea) per ajudar als PVD a fer front a l’escalfament global del qual nosaltres, i el nostre nivell de vida, en som directament responsables. Així mateix, cal que siguin recursos nous, addicionals als actuals recursos destinats ja a l’ajuda al desenvolupament.

Que ningú s’enganyi. Ens trobem davant d’una crisi global, i en tant que principals responsables hem de ser, també, els principals contribuents en la seva solució.

Font foto: AP

Road to Copenhague III: Greenpeace, renovables, clima, feina

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Fa dos dies Greenpeace va fer arribar una sèrie de propostes al President Rodríguez Zapatero per tal que aquest les tingués en compte durant la seva reunió amb el President Obama. Considero les propostes que fan prou importants com per fer-me’n ressò i plantejar que la reflexió no hauria de reduir-se al President del Govern espanyol sinó que ens ha d’afectar a tothom: ciutadans i ciutadanes, institucions diverses, mitjans, etc… Apostar per les renovables no és només una aposta pel clima, ho és també per l’ocupació, tal i com posa de manifest l’estudi de Greenpeace. En plena ruta cap a la Cimera de Copenhague, aquest és un tema central. Ens convé no perdre el pas, sinó demà ens en penedirem, i molt.

Nota de Greenpeace:

COMUNICADO DE PRENSA

13 de octubre de 2008


Presentación del
informe “Trabajando por el clima”


APOSTAR POR ENERGÍAS
RENOVABLES GENERARÍA 8 MILLONES DE EMPLEOS, SEGÚN UN NUEVO INFORME DE
GREENPEACE

En España habría al
menos 170.000 puestos de trabajo en el sector si el 100% de la electricidad
fuese renovable en 2030. Greenpeace pide a José Luis Rodríguez Zapatero que
defienda este modelo de desarrollo en la reunión que mantendrá hoy con Obama.
(segueix…)

Las energías
renovables darían empleo a 6,9 millones de personas para 2030, si los
líderes
mundiales aprovechan la oportunidad de invertir en un futuro más
verdeasegurando un tratado fuerte en la Cumbre del Clima que tendrá
lugar en
Copenhague en diciembre, según un informe elaborado por Greenpeace y el
ConsejoEuropeo de las Energías Renovables (EREC).

“Ya es hora de
que los líderes mundiales, empezando por Zapaterio y Obama que hoy se reúnen,
dejen los discursos vacíos de contenidos y lideren la adopción de medidas
urgentes contra el cambiuo climático”, ha declarado Juan López de Uralde,
director de Greenpeace España.

El informe
“Trabajando por el clima. Energías renovables y la [R]evolución de los
empleos verdes” (1) se basa en la [R]evolución Energética de Greenpeace
(2) y en la investigación realizada por el Instituto de Futuros
Sostenibles
(ISF) de la Universidad de Tecnología de Sydney (3). El informe muestra
que,
para 2030, 6,9 millones de personas podrían trabajar en el sector de
las
energías renovables, y otros 1,1 millones de empleos se crearían debido
a la
mayor eficiencia de las aplicaciones eléctricas (4).  Sven Teske,
experto energético de Greenpeacedeclarado que “por cada empleo que se
pierda en el carbón, la [R]evolución Energética crea tres nuevos
empleos en
energías renovables. Podemos elegir empleos y crecimiento verdes o
desempleo y
colapso social y económico”.
Internacional y
autor principal del informe, ha

Cambiar carbón por
energías renovables para generar electricidad no sólo evitaría la emisión de
diez mil millones de toneladas de CO2, sino que crearía 2,7 millones de empleos
MÁS, para 2030, que si continuamos con el sistema energético actual. Por el
contrario, la industria del carbón, que actualmente emplea a unos 4,7 millones
de personas en el mundo, reducirá más de 1,4 millones de puestos de trabajo
para 2030, debido a medidas de racionalización en las minas actuales.

“Ahora es el
momento de poner en práctica una “transición justa” para transformar
sosteniblemente los empleos de hoy y desarrollar los empleos decentes y verdes
de mañana”, -ha declarado Guy Ryder, Secretario General de la
Confederación Internacional de Sindicatos. “El movimiento sindical, como
los autores de estemundiales actúan con
ambición frente al cambioesto puede y debe impulsar el crecimiento
económico sostenible y el progreso social”.
informe, cree que, si los líderes climático,

La última
investigación de Greenpeace dentro del proyecto [R]evolución
Energética, que
proporciona un modelo para reducir las emisiones mientras se logra
crecimientoilustra cómo la transición a la energía limpia dará más
empleos para
2030 en el sector eléctrico de los que estarían disponibles si seguimos
el
actual camino intensivo en carbono. Sin embargo, es responsabilidad de
los
gobiernosreconocer esto lo antes posible y proporcionar puestos de
trabajo y
recapacitación a las comunidades afectadas por esta transición.

económico,

“Las renovables
han llegado a dar empleo directo a más de 80.000 personas en España,
pero la
negativa política de cupos del Gobierno ha provocado que muchosesos
empleos
se pierdan. Con una política de apoyo firme a las renovables, estepuede
ser uno de los grandes yacimientos de empleo para salir de la crisis, y
al
mismo tiempo dar a nuestro país energía limpia y cada vez más
económica,
aprovechando tecnologías y fuentes de energía que no necesitamos traer
de fuerasino que podemos exportar”, -ha declarado José Luis García
Ortega,
responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace
España.
de sector

Greenpeace calcula
que, si en España el 100% de la electricidad fuese renovable en 2030,
la
generación de electricidad daría empleo al menos a 170.000 personas,
sinotros al menos 18.000 empleos generados por la eficiencia
energética. A ellos
habría que añadir los empleos derivados de la tecnología renovable
dedicada a
la exportación, que podrían ser unos 200.000 más. (5)
contar

Para más información:
Responsable de la campaña Cambio Climático y Energía: José Luis García Ortega
(626 99 82 42). Prensa de Greenpeace: Isabel Rivera, 91 444 14 00 ó 626 99 82
48.


NOTAS:

(1)Informe disponible
en www.greenpeace.es   Se hará una presentación del mismo en
una Jornada en La Casa Encendida (Madrid) el día 28 de octubre.

(2)Hace un año
Greenpeace y el Consejo Europeo de Energías Renovables (EREC) publicaron un
informe llamado [R]evolución Energética: una perspectiva energética mundial
sostenible, que presentaba la visión de un suministro energético mundial
compatible con la lucha contra el cambio climático, en comparación con la
proyección presentada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). El
informe de Greenpeace fue elaborado por especialistas del Instituto de
Termodinámica Técnica del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), el instituto
holandés Ecofys y más de 40 científicos e ingenieros de universidades,
institutos y la industria de energía renovable de todo el mundo. Este año, la
AIE ha actualizado sus previsiones, que son cada vez más cercanas a la
[R]evolución Energética de Greenpeace.

(3)Greenpeace acometió
este nuevo estudio para evaluar si se crearían empleos al multiplicarse por 9
las energías renovables y desarrollar masivamente medidas de eficiencia
energética tal como establece la 
[R]evolución Energética. La investigación se centró en los empleos en
generación de electricidad y eficiencia eléctrica (excluyendo los sectores de
calor, frío y transporte).

(4) La eficiencia para
mejorar el aislamiento de edificios no se incluye en esta cifra, y sería
adicional.


(5)La estimación para España se basa en la tasa de empleo por TWh de
electricidadTrabajando por el
clima calcula para la OCDE Europa para 2030, en el escenario de  [R]evolución Energética. Para la
estimación de los empleos debidos a la exportación se ha tenido en cuenta la
tasaempleo por TWh de Alemania. La cantidad de electricidad generada por
renovables en España para esa fecha se ha tomado del informe Un nuevo modelo
energético para España, presentado por la Fundación Ideas para el Progreso en
mayo de 2009.
generada a partir de renovables que el informe de

Font foto: Greenpeace