Directrius del Govern franquista . 4 d’octubre de 1939.
Es preciso lograr que los catalanes se sientan cordialmente españoles, curándoles de su particularismo para que colaboren en las comunes tareas españolas. Para ello hay que españolizar la enseñanza en Cataluña y seleccionar su personal docente. Como es inadmisible la actuación de profesorado marxista, lo debe ser igualmente la del profesorado catalanista; no seguirá en la Universidad de Barcelona catedrático alguno de los que colaboraron en la Universidad Autónoma; se llevará a elll profesores jóvenes de rotunda vocación españolista; el Institut de Estudis Catalans se convertirá en un Instituto de Estudios Hispánicos, integrado por prestigios de la cultura española y catalanes nuevos de contrastado españolismo. El catalanismo, en sus momentos difíciles ha seguido la táctica de replegarse, aparentando extremo españolismo para resurgir antiespañol. Y una tradición española de universalidad e imperio, y otra particularista, fuerista, de somnolencia, inacción y rusticismo, que es la que da cobijo a los nacionalismos vernáculos. Pero ni la cultura ni la tradición ni las llamadas libertades regionales pueden dar pretexto -ni debe consentirse- para las actuaciones atentatorias a la unidad de destino de la Patria.
(De l’obra “La Universitat de Barcelona”, per J.Casassas, J.M.Fullola, F.Garcia)
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