9 de novembre de 2011
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CORRESPONDÈNCIA VILLALONGA-PORCEL

Estic preparant la lectura dramatitzada que farem el Carles Molinet i jo al Teatre Lliure el 13 de desembre de 2011 d’una selecció de la correspondència entre aquests dos escriptors catalans. Aquest plagueter fa de Villalonga. Serà d’escoltar i de veure! Vet aquí un tast de l’any 1957:

1957

Baltasar

Apreciado D.Lorenzo:

Desde hace quince días estoy aquí.
Después de dos días de largo y pesado viaje, llegamos de noche al cuartel.
Enseguida nos cortaron el pelo a cero, ducharon y nos vistieron de gris. El
primer paso estaba dado: el recluta cambiado totalmente, se somete como por
ensalmo a todo cuanto se le manda.

La habituación a la vida de
cuartel fue algo pesada en principio, la novedad de la misma y la nerviosidad
ante sus secuencias mitigan un tanto el principio. Después, cuando ya no existe
curiosidad hacia el nuevo ambiente, pasan más lentamente los días. Ahora, por
ejemplo, cansa ya todo cuanto aquí ocurre.

Al principio estuvimos dos semanas
sin salir a la calle. Durante este tiempo, se nos saturó de disciplina,
instrucción y teórica. Lentamente penetra, inconscientemente para el individuo,
el espíritu militar –o la mecanización- en todos. El perfecto hombre-màquina
cumple ya sus funciones.

Yo he tenido la suerte de
pertenecer a una brigada que, dicen, es la mejor, Sin embargo, el trato que nos
dan es casi animal por completo. Vivimos un régimen de obcecación mental y
mecánica obediencia a la voz de mando. Y la palabra más fina que, en general,
se nos dirige, yo no me habría atrevido a soltársela a nadie en toda mi vida.

Y por Palma ¿qué hay de nuevo?
¿Hay alguna novedad o curiosidad literaria?

Bueno, le he dado ya bastante la
tabarra, intentando explicarle lo que es hoy la vida de cuartel.

Ruégole
transmita mis saludos a su señora y usted reciba un abrazo de su amigo,

 

P.D. Perdone
las arrugas del papel y demás defectos, pero de momento no dispongo de otro.

 

 

Llorenç

 

Querido Odín:

 

Recibí la tuya del 16. Es una
carta “stendhaliana”. Stendhal preconizaba escribir así, aunque no
siempre lo hacía. Quiero decir, estilo escueto, ceñido, con pocos adjetivos,
sin barroquismo. “Llegamos de noche al cuartel. Enseguida nos cortaron el
pelo, ducharon y nos vistieron de gris”. Un barroco no hubiera resistido a
la tentación de adjetivar: “un horrible uniforme gris, de
presidiario…” ¿No notas que así la frase, en vez de ganar fuerza, la
pierde? (Y pierde también elegancia, desde luego). Es como cuando decimos
“iré a verte a las 7”. Si añadimos “seguramente”, resulta
mucho menos seguro.

Creo que tu vida actual te puede
ser provechosa. Es lamentable la mala comida -el chocolate malo es, sobre todo,
una desventura gastronómica- pero la disciplina y el esfuerzo físico son
fructíferos a tus años.

He ido a ver a Cela y le he
hablado de ti. Le he dicho que me has contado las atenciones de su hermano para
contigo y que cuando vuelvas hay que hacer algo para sacarte del Diario
de Mallorca
y llevarte a Baleares. Me ha ofrecido todo su apoyo,
Hablaremos a Arroyo y él se ofrece también a que lo pida el Capitán General, He
notado en Cela buenos deseos -verídicos. Con su gran intuición de brujo, casi
se adelantaba a formular lo que yo le decía. Él cree que llegarás a escribir
bien porque como no te crees genio, no desdeñas el trabajo. Desde el momento en
que uno se siente genio, o dios, no cabe ya superación. Se polariza uno. (Que
es lo que yo creo, pero guárdame el secreto, que le está ocurriendo al mismo
Cela: claro, empero, que después de haber realizado una obra notable).

 

Tu papel y
tus señas complicadísimas tienen mucha gracia.

 

 

No creas que
el servicio militar no te sirva. Recordarás con gusto las incomodidades y verás
que la austeridad tiene su lado bueno. Si yo tuviera hijos les educaría en una
disciplina un poco conventual o cuartelada hasta los veinte o veinticinco años,
les haría hacer gimnasia y les prohibiría fumar, (No les impediría en cambio
que se acostaran con una mujer, lo cual, en cierto modo, es una gimnasia)

 

 

Anoche cenamos con Cela. Creo que
si tenemos constancia y trabajamos bien el asunto, llegaremos a conseguirlo.
Pero no me pareció muy sencillo. Cela está muy bien dispuesto a favor tuyo,
aunque le preocupa un poco -lo vi claro- empeñarse en una cosa y no. lograrla.
Le asusta el fracaso. No le gusta jugarse su gran prestigio ante un director de
periódico de provincias.

 Transcribiré, sintetizándolo,
nuestro diálogo:

 

Cela-   Es  imposible 
recomendar  con  eficacia  sin  decir  concretamente lo que  pretende   el
 recomendado.

Yo– Escribir artículos en Baleares y
cobrarlos.

Cela- Esto no es bastante concreto… ¿Qué sección le gustaría?

Yo– Odín es joven, está sin formar y a
tiempo de elegir cualquiera. Lo mismo podría especializarse en toros que en
fútbol o literatura. Pero creo que le convendría, por el momento, que le
admitieran artículos de tema libre y después ya veríamos.

Cela- Eso tiene el inconveniente de que se está siempre con un pie en la
calle. Cuidarse de una sección es más seguro.

Yo- Sin duda. Pero Baleares tiene
sus críticos deportivos, sus cronistas literarios, etc. Todo está copado.

Cela- Odín puede proponer que se cree una sección nueva.

Yo- ¿Sobre?

Cela- Eso es él quien debe…

Yo- Bien. Pero creo que, como él no
tiene gran experiencia, nosotros deberíamos orientarle y ayudarle un poco.

Cela- No debemos ayudarle un poco, sino mucho, por lo que respecta del
director; pero es él quien debe idear una sección y proponerla.

Yo- Mi experiencia en periodismo no
es grande. Usted hace una revista y está más en contacto… Dígame a mí:
si tuviera que idear una sección… Por ejemplo…

Cela- Cojería algún diario francés (París-Soir, Le Fígaro) y
comentaría alguna noticia de las que ocurren por el mundo.

Yo- ¿Cómo titularía la sección?

Cela- ¿A usted qué le parece?

(Entre los
dos, ideamos: “Teatro del Mundo”. “Por el ancho mundo”.
“Ocurre en Occidente”*. “De aquí y de allá”.
“Noticiario del Mundo”.)

Yo– En una palabra: una sección parecida a
la que hace Bonet en su esquina, pero que en vez de tratar de lo que ocurrió
ayer en la ciudad, trate de lo que ocurrió en el mundo,

Cela- Exacto. Eso es lo que se me ocurre a mí ahora. Pero repito que Odín
debe aguzar su ingenio y ser él quien imagine. Por lo mismo que es joven, tiene
que acostumbrarse a comprender que hay cosas personales, que debe hacer uno
mismo,

Yo- Deberíamos lograr que le
publicaran una pequeña crónica cada semana, un comentario ligero… Coincido
con Ud. en que France Soir puede ser una fuente.

Cela- También puede serlo el pasarse por la redacción y recoger algo del
gel.

Yo– De acuerdo. Yo le diré a Odín que
piense, que proponga, y que le vea a usted.

Cela- Eso es, Después nosotros veremos cómo abordamos al director. Odín que
proponga siete u ocho títulos… Mejor si presenta ya algo hecho…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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