24 d'octubre de 2009
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4 comentaris

SAL DE LA TERRA

Me n’aniré un dia sense haver-ho dit tot:
el descens de la llum entre les branques
dels nervis ferits de no trobar entrellat,
els silencis llarguíssims de la nit ocular
que no en sap res d’esperes, grafits i sutges,
els gemecs invisibles dels cossos plegats
per cavorques ufanes de plers tendrorals,
l’asfíxia d’uns noms que no poden ser escrits
sense que tot calfredi dins la nit flamejant.
Me n’aniré un dia sense haver-ho dit tot:
cada absència serà un començ de dicció.

  1. ‘Me n’aniré un dia sense haver-ho dit tot’.
    Idò mal fet! S’ha de dir tot, o almenys intentar-ho…
    com en aquest poema.
    ‘Només posseesc una identitat: la identitat d’escriure’ (Imre Kertész)
    Salutacions cordials

  2. MI TIEMPO AMUEBLADO

    Soy un recordador. Esa es ahora mi única dedicación, bueno, y poner algunas canciones indies en bares a los que ya solo van pijos (..Ahora recuerdo a una chica preciosa con orquillas rojas atrapada entre una despedida de solteros con enormes poyas en la cabeza bailando arrítmicamente con los acordes de debaser….que horror!….recuerdo haber lamentado no poder rescatarla…).
    Tengo un extraordinario superpoder. Lo adquirí a los catorce años en la bodega de mi padre después de beberme una botella entera de coñac soberano mientras me dejaba arrastrar por la banda sonora original de Jesucristo superstar. Comprobé, al despertar dos días después, que podía mantener mis recuerdos, a pesar del paso del tiempo, con sus originales sensaciones. Sorprendentemente impedía que, tan erosivo inconveniente, los vistiera de nuevos colores y los desnudara de sus ingenuas texturas, consiguiendo así, poder saborear eternamente su mas pura esencia.
    Para tan apasionante ejercicio recomiendo los bares. Interior, a ser posible. Las terrazas suelen ser demasiado optimistas. Barra y con buena perspectiva. Cerca de tu camarero favorito, figura imprescindible para un recordador que se precie.
    – hola toni. ¿Un vino?
    – Si ,gracias javi, pero con un hielo.
    ….y empiezo a recordar:
    No me gustaban los jueves. Era el día elegido por mis padres para cerrar el bar. Su merecido descanso asesinaba mi trozo de calle favorito, y lo que es aun peor, mis posibilidades de coger dinero del bote. Los jueves me afligían y castigaban sin cigarrillos sueltos, sin futbolines y sin vasos de piña (miret, por supuesto). Esos fatídicos días la costa de santa creu me parecía mas empinada. Una escalada imposible para tan consumado vago.
    Los odié tanto que casi llego a olvidar que fue en uno de esos malditos jueves cuando todo empezó a cambiar. Que un jueves de primavera de 1980 alguien empezaría a amueblar mi tiempo.
    He de reconoceros que no recuerdo muy bien si me colé o fue un inusual arrebato de generosidad de mi hermano mayor, pero hay estaba yo, detrás de la batería de mane capilla dispuesto a presenciar un ensayo de los furnish time. Inconsciente aun del enorme privilegio que me brindaba ese extraño jueves no dejaba de mirar emocionado todo el ritual del montaje. Estaba inquieto. Temía que mi hermano cambiara de opinión, o que con tanto cable y enchufe explotara todo y nos fuéramos todos con la música hacia un jueves mejor. Pero lo único que explotó aquella tarde ante las primeras notas de “fex caduc” fue mi antiguo mobiliario..
    …”azizia”….”que hacer por la mañana cuando al despertar se es feliz”….”cena fria”…”abcents list”….”maquina de coser”…..”dreams and rooms”….
    Aquella noche no deje de cantar y recordar. Y nunca más he dejado de hacerlo.
    Recuerdo a sus geniales y agitadores cómplices: miguel Barceló, rabel Joan. Aina bonner, toni amengual, biel mesquida, max…..recuerdo su magico concierto con los smiths en Madrid….y gracias a mi superpoder (soy un gran recordador, no lo olvides) siempre que recuerdo ese momento sigo teniendo la absoluta seguridad de que aquellas miles de personas no fueron a ver a Morrissey sino a mi hermano pere pla y sus furnish time.

    p.d. recordatoria:
    El único inconveniente que tiene recordar durante mucho tiempo en el mismo bar, es que un día, misteriosamente, dejan de ponerte cacahuetes.

  3. Mai no ho podrem dir tot… però tu, deïdor i amador de rius i mar de paraules, has cantat les presències i les absències com ningú. Aquest poema és lúcid i  me fa venir un estremiment. Besades remeieres.

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