Per l’abril de 1975 hi hagué una petita manifestació en la cruïlla Pont de la Riera-Avinguda de Jaume III. A la nit, nombrosos grups de militants de l’esquerra revolucionària, membres del PCE i independents sortírem a fer les pintades que solíem fer cada any per aquestes mateixes dates. No record cap detenció de manifestants. L’endemà, a l’horabaixa, hi hagué la concentració (que se li escapà de les mans, com veurem en un altre capítol) de la fantasmagòrica Junta Democràtica d’Espanya (organisme d’inspiració carrillista sense cap implantació de masses a Mallorca), en la qual participàrem nombrosos militants de quasi tots els partits de l’esquerra revolucionària.
Alguns aspectes d’aquests esdeveniments que van tenir tanta repercusió estatal i internacional els he explicat una mica en el capítol “Lluc: detencions per repartir propaganda de la Junta Democràtica” (pàg. 123 del meu llibre L’Antifranquisme a Mallorca 1950-1970, El Tall Editorial, núm. 18. Palma, 1994). És interessant recordar com va tractar el fet la premsa de Ciutat. Dia 2 de maig de 1975, el Diario de Mallorca informava de la següent manera:
“Ayer, en el Monasterio de Lluc, poco después de la una de la tarde, fuerzas de la Cuarta Compañía de la Guardia Civil, con destino en Inca, detuvieron a trece sospechosos de haber proferido gritos subversivos y arrojado cierta cantidad de propaganda política relativa a las actividades de la ilegal Junta Democrática de España. Los sospechosos fueron conducidos a Inca en un autobús de la Guardia Civil a fin de serles tomada declaración y, dentro de los plazos que señala la ley, proceder a su entrega al juez de instrucción de aquella ciudad.
‘Según testigos presenciales, poco después de la una de la tarde, mientras al pie de la fachada del monasterio se desarrollaba un autorizado recital de sardanas, personas no identificadas comenzaron a arrojar desde el tejado del edificio gran número de folios conteniendo el segundo manifiesto de la ilegal Junta Democrática de España, acompañado con un resumen del mismo. Simultáneamente, un grupo de jóvenes con los brazos entrelazados comenzó a proferir gritos de supuesto carácter subversivo.
‘Conocidos los hechos por números de la Guardia Civil, presentes allí en servicio de rutina, se procedió a la detención de quienes proseguían gritando y comenzaban a entonar canciones sudamericanas de tipo social y reivindicativo. Salvo alguna carrera inicial, la acción de la Guardia Civil no causó excesiva alarma entre la multitud que había acudido al monasterio con ocasión del día festivo. Agentes del Servicio de Información del mencionado cuerpo procedieron a registrar cierto número de coches y a proseguir con la retención de presuntos participantes en el acto.
‘Los sospechosos, en número de trece, fueron inicialmente retenidos en el Ayuntamiento de Escorca, anejo al monasterio de Lluc. Tiempo más tarde, hacia las cinco y cuarto, un microbús de la Benemérita los condujo hasta la base de la Cuarta Compañía de guarnición en Inca, donde suponemos les fue recibida declaración a los retenidos y en la que permanecerán hasta ser puestos a disposición de la autoridad judicial.
‘Noticias llegadas a última hora informan que el Vicario General de la Diócesis, en representación del Obispo, que se halla ausente de la isla se ha interesado por los detenidos en Lluc”.
El mateix 2 de Maig, l’Última Hora escrivia:
“En Mallorca hay que registrar los sucesos de Lluc, donde se repartió propaganda, al parecer de la ilegal Junta Democrática, y se practicaron varias detenciones. Hasta el momento de escribir estas líneas, y consultadas varias fuentes oficiales, no se nos ha facilitado más información sobre el hecho.
‘Asimismo, a la hora de nuestra edición no hemos podido conseguir la información de si continúan las retenciones realizadas ayer por la tarde, y que se encontraban en Inca.
‘Ayer por la noche la noticia de estas retenciones corrió rápidamente por nuestra ciudad, ya que fueron algunos miles los mallorquines que presenciaron el hecho en Lluc al haber coincidido en el Monasterio un gran número de excursionistas.
‘Según se ha comentado las fuerzas de Orden Público estaban alertadas con respecto a los hechos señalados”.
A l’endemà, el 3 de maig, el Diario de Mallorca ressenyava:
“Los trece sospechosos de haber distribuido propaganda ilegal relativa a la denominada Junta Democrática de Mallorca y haber proferido supuestos gritos subversivos en el monasterio de Lluc el pasado jueves día 1, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Inca a las diez de la mañana de ayer, viernes.
‘Durante la mañana de ayer, se personaron en el mencionado Juzgado familiares de los retenidos para interesarse por la situación de los mismos. Estos prestaron declaración individual ante el Juez, pasando acto seguido en grupos a la Sala de Audiencia, donde comparecieron también varios miembros de la Guardia Civil, todo ello dentro de las actuaciones judiciales pertinentes.
‘Hacia las nueve de la noche, las trece personas fueron puestas en libertad. Los nombres de tales personas son: don Juan Antonio Alomar Cladera, don Gabriel Bassa, don Miguel Bueno, don Baltasar Darder, don Mario González, don Julio Jurado, don Miguel López Crespí, doña María Mairata, don Buenaventura Sala, don Jaime Serra Ferrer, don Sebastián Serra, doña Cathy Sweeney y doña Aurora Vidal”.
Personalment -ho he explicat més detalladament en el capítol “Lluc: detencions per repartir propaganda de la Junta Democràtica”- no em podia treure del cap el que havia succeït. M’havien enxampat per haver sortit en defensa de Sebastià Serra -perseguit en aquell aplec per un social de paisà. Ara sortia als diaris, com a “propagandista” de la fantasmal Junta, preconitzadora del pacte amb els franquistes reciclats i el manteniment dels aparats d’estat feixistes (exèrcit, brigada social, policia armada, guàrdia civil, etc) contra els qual lluitàvem els comunistes.
Els militants de l’esquerra revolucionària ens sentírem decebuts per un moment.
L’amic Antoni Nadal, en explicar aquests fets al seu llibre El 1r de Maig a Mallorca (1937-1989) (pàg. 35), ho deixa ben clar quan conclou la descripció dels fets dient:
“Val a dir que una part dels tretze retinguts no solament no eren membres de la Junta Democràtica d’Espanya, sinó que n’eren contraris des de posicions d’esquerra revolucionària”.