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El bloc personal de José Manuel Almerich

10 de gener de 2010
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12 comentaris

LAS CAVAS DE MARIOLA

La sierra de Mariola es un monumento geográfico teñido de cultura, un paisaje surgido del hombre y su conocimiento. Sus cavas son uno de los patrimonios más sencillos y humildes que podemos encontrar a la intemperie.

José Manuel Almerich


En menos de 48 horas pasamos del fuego de los volcanes que  forjaron la tierra, al hielo que la enfrío casi por completo. O lo que es lo mismo, de los 22 a los 2 grados. Mientras en Canarias practicaban surf sobre las olas, en Agres los vecinos no podían salir de casa. Ni tan siquiera a por el pan. En cuestión de unas horas, las puertas quedaron cubiertas por la nieve y las calles de la población parecían pequeños glaciares que se desplazaban, despacio, hacia la plaza de la iglesia.

 

En el mismo instante que marcaba el teléfono de Andrés Ferrer para proponerle alcanzar el Montcabrer con raquetas de nieve, él estaba en ese momento haciendo exactamente lo mismo. Telepatía o amor a la montaña. Lo cierto es que lo intentamos pero nos fue imposible llegar a la cumbre. Erguidos sobre un mar de nieve virgen llegamos al Molló del Teix y el Pic del Comtador tras cinco horas de dura subida, de esfuerzo continuado sobre un manto que alcanzaba en las cercanías de las cavas, más de un metro de espesor.

 

A veces, daba la impresión de estar flotando sobre un inmenso pastel de merengue, de esos que empalagaban nuestra infancia, y que en cualquier momento se iba a hundir. Porque la nieve todo lo cubría: caminos, señales, ruinas, ventisqueros, cabañas de pastor y grietas en la roca. Los olivos en los campos cercanos al pueblo habían sucumbido y cientos de árboles desgajados sufrían en silencio el peso del invierno. El crujir de las ramas al romperse se oía desde lejos a cuando el viento, indulgente, nos dejaba escuchar sus lamentos. Las ventanas del refugio apenas sobresalían del hielo y las cavas cercanas al mismo volvían a estar llenas como hace doscientos años. Porque las estampas que adjunto en imágenes, fue lo que los mercaderes de nieve se encontraban cuando subían a Mariola a almacenarla, aplastarla y distribuirla por Xàtiva, Valencia, Alcoi o Gandía.   Y porque hasta hace apenas dos siglos  estos pozos eran llenados con el blanco tesoro mientras en el interior, grupos de hombres la prensaban y la convertían en hielo. Separada por capas de paja, luego era cortada en bloques y distribuída por las ciudades más importantes. Dicen las crónicas que hasta cinco toneladas de hielo entraban diariamente durante los meses de verano a la ciudad de Valencia. El hielo, bajado de los ventisqueros de la Bellida, se había conservado en las cavas o neveras como las que ahora vais a ver.

¿Cambio climático o ciclos naturales? Lo bien cierto es que la pequeña Edad del Hielo, documentada científicamente entre los siglos XIII y XVIII llegó a congelar la Albufera, permitir el paso sobre el Ebro o mantener la nieve mas de una semana en las murallas de Sagunto.

 

Por unos instantes nos sentimos trasladados a esa época. Por una mañana fuimos los únicos supervivientes del caos, del holocausto infinito, de la blancura del infierno. Fuimos, durante una jornada, los únicos espectadores del espectáculo, los únicos testigos de la extraordinaria belleza que esconden las montañas cercanas a casa cuando sienten que nadie las observa, como una mujer que se prueba a solas, tras desnudarse, su vestido nuevo. La nieve y la niebla unidas confundían la vista y parecían formar un solo ambiente, una sola materia, pálida, gris, indefinida… como salida del abismo.

 

Había momentos que nos sabías si nuestras raquetas se deslizaban sobre la nieve o flotaban en la niebla. Porque tampoco se veían horizontes, ni tierra, ni  cielo, ni el sol de cuya existencia llegabas a dudar. Los inviernos en Mariola son duros, inclementes, breves pero intensos, siempre fascinantes. Y solo los ratoncitos muertos en el camino nos indicaban la proporción de la catástrofe, de la naturaleza despiadada para ellos y desbordante de belleza para nosotros. También los que allí vivieron, cuando acarreaban la nieve, tendrían a su vejez un recuerdo borroso, cruel, muy distinto al que tenemos ahora los que los atravesamos por puro placer.  Si no fuese por nuestra pasión a la montaña, los viajes, y el deporte sin pretender ganar, seríamos soñadores sin literas, espectadores de la vida, actores secundarios cuya ilusión se fundamenta en dejar correr la vida. Hace justo un año estuvimos a punto de perderla cuando regresábamos de rodar un reportaje para televisión. Por tanto, todo lo que nos ha venido después ha sido regalado, añadido como un anexo a lo que el destino nos tenía previsto. 
 
 

El Montcabrer es la cumbre de Mariola, la montaña emblemática de una comarca y de una sierra que rebosa fuentes por sus laderas e impregna de lavanda la primavera. Hermana mayor del Benicadell, sentimos que nos pertenece, que forma parte de nuestra historia. Porque la nieve es para nosotros, como la gran ola para el surfista. Hay que aprovecharla, al igual que hay que aprovechar la vida, y trazar el camino que la ola nos sugiere sin dejarnos vencer, pero sin hundirnos con ella.


El paisaje de Mariola es un monumento geográfico teñido de cultura surgida del hombre y su conocimiento. Sus cavas son el patrimonio más sencillo y humilde que podemos encontrar a la intemperie. Sirvieron durante siglos hielo a los enfermos y helado a los burgueses.

 

Poco antes de llegar al coll del Racó Llobet, dos guardias civiles que patrullaban con esquís de travesía nos aconsejaron que no subiéramos a la cumbre, por la hora y por el tiempo, cuya temperatura caía en picado mientras nubes amenazantes entraban por el norte. Nos conformamos con acceder al Tejo y ver la inmensa muela pétrea del Motcabrer frente a nosotros, que como una gigantesca quilla, se prolongaba por el valle hacia levante.

 

Ahora que parece que todo se nos va de las manos y con la esperanza de que no todo pinte tan negro, ahí os envío hasta donde pueden llegar las mil tonalidades del blanco.

Ver las fotos de Mariola

                                          www.almerich.net

  1. Mi querido amigo:

     

       Cuánta razón llevas. De tus crónicas cortas es de lo mejor que he leído. Hay pasión

    e ideas a borbotones. Y encuentras las palabras exactas para expresarlas, ¡vaya que sí! En esta ocasión -como en otras, aunque quizá más aquí- tu oficio de escritor no se queda a la zaga de tu fervor de montañero. Además, el día y el paisaje bien merecían entregarse en cuerpo y alma. Logras metáforas muy acertadas, pero que mucho. A mí especialmente

    me han gustado mucho dos: ” las calles de la población parecían pequeños glaciares que se desplazaban, despacio, hacia la plaza de la iglesia” “los únicos testigos de la extraordinaria belleza que esconden las montañas cercanas a casa cuando sienten que nadie las observa, como una mujer que se prueba a solas, tras desnudarse, su vestido nuevo”.

     

    Andrés Ferrer

  2. Hola José Manuel,

     

    Quina passada de fotografies!, però.. quin fred també!!

     

    Feliç 2010 per a vosaltres també!

     

    Salutacions,

     

    María

  3.  

    Gracias, Amigo.

    Feliz Año 2010 y que sigas disfrutando de cada instante.

    La Crónica de La Mariola estupenda, te superas casa día; Enhorabuena!!

     

    Un fuerte abrazo; Luis

  4. Hola José Manuel!

    Feliç any nou!

    Quines fotos més xules de Mariola! Jo encara no he pujat mai al Montcabrer i tinc ganes de fer-ho. A vore si trobe el moment…

    Aquest cap de setmana teniu eixida per Cofrentes, no? jo ja tinc ganes de fer alguna cosa, però ja saps que a mi el mal oratge em para un poquet… Crec que donen pluges per al diumenge. Si finalment m’anime t’avisaria.

    A vore si aquest 2010 hi ha més muntanya!

    Besets,

    Pilar.

  5. Efectivamente José Manuel, fue la primera ola de aire frío siberiano seria de la temporada (últimos coletazos de un otoño que ya expiraba) con registros de temperaturas históricas para un mes de diciembre.

    Ahora, prepárate para otra igualmente fría y parecida a aquella que nos afectó hace tres semanas. Tendremos caida espectacular de los termómetros en toda nuestra Comunidad, fuertes heladas, nieve en cotas bajas (sobretodo jueves) y, a partir del viernes, nos llegará el núcleo más frío de esta massa siberiana y se quedará con nosotros hasta lunes o martes de la semana próxima. Como encima, las rachas de viento a partir del viernes seran también muy fuertes, la sensación térmica será muy, muy baja. Avisado estás. 

    Un saludo y… Felices Excursiones en este recién estrenado 2010.


    Jovi Esteve

    Radio 9

  6. Hola Jose Manuel 
    Pues si parece el Himalaya 
    Que envidia. Aqui echamos de menos la nieve. 

    Hacías referencia a la escupidera del Monte Perdido. Que cabrón es ese punto de mi montaña favorita en el mundo.

     

    Un abrazo y muchos reyes

     

    Maxi desde Lanzarote!!!

  7. Qué bonitas las fotos…

    ¡¡Menudo tiempo para ir de paseo!!

     

    Pues me acuerdo de las neveras, la primera y única vez que las ví fue en la excursión que hice contigo …

    Por aquí también ha llegado el frío…

    Hoy no he salido en todo el día de casa… pero el fin de semana pasado estuve en Sevilla…

    Una amiga y yo hicimos un pequeño paseo en bici por la vía verde de la sierra Norte, muy chula. Pero ni hice fotos.

    No llevaba la cámara…una ciudad preciosa para ir en Navidades…

    Y sus montañas también…

     

    Sofía

  8. Benvolgut José Manuel, 


    Al rebre les teves cròniques i fotos, em sento partícep de les teves excursions i aventures, i em permeten de sommiar una estona.


    No se com agraïr-te els moments de goig que m’han proporcionat.
     


    Si que et voldria desitjar un bon any i que pugues continuar per molt de temps aquestes iniciatives.

    Fins aviat! Salut

     

    Ricard Pla Boada

    Triangle Postals
    Menorca

  9. Com sempre increïble la crònica!!!! Font d’inspiració per a anar fent els meus pinets i intentar jo també transmetre de quant en quant els meus dies a la montanya. 

    En esta ocasió m’he identificat més que mai per la sort de poder haver viscut també totes eixes sensacions.  

    A més, i com a curiositat, la meua família és d’Alfafara, poble veí d’Agres. Els meus iaios ja no van treballar a les caves però em contaven com els seus pares completaven les poques tasques que el camp dona a l’hivern amb jornals a la serra abocant neu a les caves. Em contaven també com en aquella època eren freqüents nevades tan fortes que obligaven a eixir als veïns de les cases per les finestres i fins i tot pels balcons. Com feien pasadisos a la neu tan fondos que sobrapasaven l’alçada d’una persona i com utilitzaven planxes de fusta per a anar a les cases més apartades del poble a comprovar que tots continuaven sans i estalvis després de les grans nevades. La tècnica de les fustes no era tan depurada com la de l’esquí de països més nòrdics. Tan sols deixaven caure una tabla cuadrada o rectangular xafaven sobre ella i recuperaven l’anterior per a llançar-la un metre més avant. Amb paciència anaven avançant sense ser engolits per el blanc element. 

     

    Histories d’un pasat que la nevada de l’altre dia ens ha fet rememorar.

    http://www.forostierravertical.com/index.php?topic=2365.msg34167#msg34167
     

    Salut i bon any! 

     

    Joan Crespo i Sempere

  10. Hola Jose Manuel. Hace tiempo no nos vemos, pero yo sigo sabiendo de tí por tus crónicas , que recibo en mi correo, de lo que estoy encantada. Me parecen estupendas, y me hacen viajar a través de ellas y de las fotografías que adjuntas, a los lugares que tú tienes la suerte – y pones el empeño, claro- de visitar. Con esta última ya no he podido evitar hacer este comentario; es fantástica. Espero todo te vaya bien. Un saludo, muchos recuerdos  y enhorabuena por tu casa.

    Vicky Lanuza

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