Wu Ming.cat

José Martí Gómez / La Lamentable. La crisis en Baltimore me ha impulsado a ver de nuevo unos capítulos de  The Wire. “Te acercaste a la vida  a través del ojo de la cerradura y por eso hay emoción en lo que cuentas”, dice un personaje que creo recordar es el único que se salva. Eso fue The Wire. Una dura, meticulosa radiografía de una ciudad, Baltimore, mostrando las miserias de su clase política, su delincuencia, su periodismo, su policía… La serie se cerró con unas imágenes sin voz que reflejaban el fracaso de unas historias de vidas que se expresaban con la jerga que en mis años de cronista judicial escuché en la barra del bar frecuentado por policías, delincuentes, putas, abogados y periodistas. Aquí también habría tela que cortar pero nos falta el David Simon local. No tenemos al gran cronista de la marginalidad y la corrupción.

BRAUN, memòries d’una fàbrica / BRAUN, memorias de una fábrica

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