Club 7 Cinema

A la secció Un Certain Regard del Festival de Canes s’ha pogut veure Cemetery of Splendour (Rak Ti Khon Kaen), darrera obra del guanyador de la Palma d’Or Apichatpong Weerasethakul.

Cemetery of Splendour (Rak Ti Khon Kaen). Direcció: Apichatpong WEERASETHAKUL. Producció: franco-germano-anglo.malaïso-tailandesa. Intèrprets: Banlop Lomnoi, Jenjira Pongpas. Sinopsi: Un solitària mestressa de casa de mitjana edat (Jenjira Pongpas) té cura d’un soldat (Banlop Lomnoi) amb la malaltia de la son i té al·lucinacions que li desfermen somnis estranys, fantasmes i aventures sentimentals.

Nando Salvà, diari El Periódico, Crònica del 20 de maig: Preciosisme des de Tailàndia (..) “Cemetery of splendour” connecta més immediatament amb obres de Weerasethakul prèvies a “L’oncle Boome… (2010)” com “Syndromes and a century” (2006) (..) El director tailandès torna a fer gala de la seva corprenedora capacitat per construir imatges belles (..)

Àngel Quintana, Facebook: Apitchapong Weerasethakul ens porta cap una història esotèrica en la que les capes del passat transformen i marquen el present. Cemetery of splendour de Apichatpong Weerasethakul. Ho comenta a Caimán, Cannes 2015 en tiempo real: (..) ¿Estamos ante un largometraje o ante una hipotética instalación? ¿Es una obra en la que Apichatpong apura el lado más arty de su estilo o estamos ante un paso más en la carrera de un cineasta cuyas imágenes poseen un gran poder evocador? Pienso que Cemetery… no es más que un compendio de todas estas contradicciones. Es evidente que hay una clara voluntad de estilo y de forzar este estilo, también que la película transita desde la pantalla de cine hacia el factor instalación, pero resulta innegable que en su interior hay una fuerza evocadora incuestionable. Apichatpong no muestra como en Uncle Boonmee los fantasmas, sino que los evoca (..) Con su peculiar poética, Apichatpong no hace más que resucitar esas capas del pasado en el presente, conduciéndonos por un curioso territorio vago.

Jaime Pena, a Caimán, Cannes 2015 en tiempo real: (..) Cemetery of Splendour (Amor en Khon Kaen, en el original tailandés) vuelve en muchos sentidos a los territorios de Syndromes and a Century. Ambientada en un hospital, significa también un retorno a los lugares de la infancia de Apichatpong Weerasethakul: ‘’Cuando volví a mi ciudad natal después de veinte años, solo vi mis viejos recuerdos superponiéndose a los nuevos edificios’’. Ese es el tema de Cemetery of Splendour, aquello que se oculta tras el paisaje: el pasado, la historia, los recuerdos. Y ya que estamos con Weerasethakul, también esas vidas paralelas y pasadas, las de los muertos y las de los espíritus y deidades. Pero estamos en el terreno de Syndromes y no en el de Uncle Boonmee, lo que quiere decir que nunca traspasamos el espejo, no nos adentramos en el fantástico (..) Pero si hubiese un Weerasethakul-Méliès y un Weerasethekul-Lumière, Cemetery debería ser ubicada en esta última vertiente. O más bien en una vertiente Antonioni, la que prioriza los escenarios como depositarios de las historias por encima de las propias historias. (..) En última instancia, Cemetery of Splendour es una alegoría sobre el propio cine de Weerasethakul.

Peter Bradshaw, The Guardian,  A very calm sort of hysteria: Apichatpong Weerasethakul has returned to Cannes with his first substantial feature length work since the 2010’s Palme d’Or-winning Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives. This is another of his unique imagist cine-poems: an essay in psychogeography and a meditation on death, the presence of the spirit world in nature and the unquiet ghosts of guilt and pain in the Thai nation, as symbolised by the military – a recurrent trope in his work (..)

Carlos F. Heredero, tuit: A. Weerasethakul: más humilde y más transparente que nunca, pero con un alcance muy limitado en la pequeña ‘Cementerio de esplendor’. I s’esplaia a Caimán, Cannes 2015 en tiempo real: (..) un film que apuesta por una transparencia prosaica bajo cuyos acordes su director consigue sugerir, en los mejores momentos del metraje, una realidad emocional, arquitectónica y espacial ya desaparecida. En esa capacidad para hacer palpitar lo invisible bajo lo visible, sin caer en la tentación de visualizar lo invisible (siguiendo en esto el sabio y viejo consejo de Eric Rohmer) se encuentra sin duda lo mejor de una película que, por otro lado, sirve de manera didáctica para poner al descubierto todas las limitaciones de Apicahtpong Weerasethakul como cineasta: su puesta en escena carente de densidad, su planificación poco imaginativa y a veces incluso mecánica (..) Se diría que quizás sea una película de transición, pero sus obvias limtaciones no deberían hacer perder de vista sus importantes virtudes, porque a lo mejor resulta que, andando el tiempo, acabamos por valorar mucho más este pequeño empeño que sus obras más ambiciosas.

Alejandro G. Calvo: Me ha gustado mucho CEMETERY OF SPLENDOR de Apichatpong W. Yo sí le veo la lírica y la belleza a las que nos tiene habituados (..) Es cierto que no te rompe la cabeza como sí pasaba con UNCLE BOONMEE, pero aún así es una delicia (si te gusta su mundo, claro).

Foto: gentilesa del Festival de Canes.

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