Jaume Renyer

per l'esquerra de la llibertat

29 de juliol de 2015
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Uzay Bulut: “Turquía utiliza el ISIS como excusa para atacar a los kurdos”

Uzay Bulut és una periodista turca que ha denunciat en aqueix article publicat originalment al Gatestone Institute abans d’ahir ( versionat en castellà pel digital El Gran Oriente Medio) la perversa estratègia del règim d’Erdogan que prefereix l’estat islàmic a l’estat kurd.

Però com escriu avui mateix a L’Orient-Le Jour de Beirut, Caroline Hayek, “La Turquie prisonnière de sa politique éstrangere en Syrie” que pot acabar girant-se en contra de  les seves pretensions. Uzay Bulut és una periodista free lance que defensa les minories nacionals i religioses assatjades pel poder islamista i critica l’antisemitisme de la classe política:

“El Gobierno turco parece estar librando una nueva guerra contra los kurdos, que pugnan por obtener un estatus internacionalmente reconocido en el Kurdistán sirio.

El pasado día 24 los medios turcos reportaron que aviones turcos bombardearon bases del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en Qandil, en el Kurdistán iraquí, así como del Estado Islámico (ISIS) en Siria.

Turquía está evidentemente inquieta por el acercamiento que el PKK parece estar haciendo a EEUU y Europa. En efecto, posiblemente alarmado por las victorias del PKK contra el ISIS, así como por el fortalecimiento de su posición internacional, Ankara, además de las posiciones del ISIS en Siria, ha bombardeado posiciones del PKK en las montañas de Qandil, en el Kurdistán iraquí, donde se encuentra el cuartel general del PKK.

El ISIS no está en Qandil.

Como era de esperar, numerosos medios turcos mostraron más entusiasmo por los bombardeos contra la milicia kurda que contra el ISIS. “Los campos del PKK”, reportaron excitados, “han sido arrasados por el fuego”.

Pareciera que el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) estuviera usando el ISIS como pretexto para atacar al PKK. Ankara ha anunciado que su base de Incirlik pronto estará abierta a las fuerzas de la coalición, presumiblemente para combatir al ISIS, pero cuando ha decidido bombardear, lo ha hecho contra posiciones kurdas. Esos ataques no sólo abren una nueva etapa de muerte y destrucción, sino que suponen el fin de cualquier posibilidad de resolver la cuestión de los kurdos turcos de manera no violenta.

El primer ministro, Ahmet Davutoglu, anunció:

Ha comenzado una segunda oleada de la operación contra Daesh [ISIS] en Siria. Inmediatamente después se ha llevado a cabo una vasta operación contra los campos de la organización terrorista PKK en el norte de Irak. Me complace anunciar que los objetivos fueron golpeados con gran éxito. Hemos dado instrucciones para el desencadenamiento de una tercera oleada en Siria y de una segunda en Irak.

El “gran éxito” bélico turco produjo graves daños y heridas incluso en civiles kurdos, niños incluidos. El periódico kurdo Rudaw informó de que dos aldeanos de Berwari, en Duhok, fueron hospitalizados luego de un bombardeo de la artillería turca. Una de las víctimas tenía 12 años. La segunda perdió una pierna. Murieron cuatro miembros del PKK y varios resultaron heridos.

Poco después de que las operaciones contra el PKK empezasen, el acceso a webs de periódicos y agencias pro kurdos fue denegado “por orden de los tribunales”. Dichas webs, entre las que se contaban las agencias Firat (ANF), Dicle (DIHA) y Hawar (ANHA), así como los periódicos Ozgur Gundem, Yuksekova News, Rudaw y BasNews, siguen bloqueados en Turquía.

En cuanto al ISIS, no ha hecho mención alguna en sus terminales a los supuestos bombardeos turcos contra sus posiciones.

Si el Ejército turco hubiera atacado sólo al PKK, en vez de también al ISIS, probablemente habría sido objeto de una amplia condena internacional. Así que, para añadir legitimidad a sus ataques contra el PKK –cuya versión siria, el Partido Unión Democrática (PYD), y su brazo armado, las Unidades Populares de Defensa (YPG), lleva resistiendo al ISIS y a otros grupos terroristas islamistas desde 2013–, Turquía ha declarado que también atacará al ISIS. Eso daría cobertura a sus ataques contra los guerrilleros kurdos.

EN 2014 el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, describió sus planes para Siria e Irak:

El problema sirio debe ser tomado en consideración. Lo mismo cabe decir del iraquí. Además, se precisa una solución que también afecte al ala siria de la organización terrorista separatista PKK.

El Gobierno del AKP, insatisfecho con el resultado de las elecciones legislativas del mes pasado, parece buscar también unas nuevas elecciones, para poner al pro kurdo HDP por debajo del 10% de votos y, por tanto, fuera del Parlamento. Quizá el Gobierno piense que bombardeando al PKK generará entusiasmo entre el nacionalismo turco, beneficiará al AKP y contribuirá a hacerle recuperar la mayoría en unas elecciones anticipadas.

Por lo visto, Turquía no necesita diputados kurdos en su Parlamento. Por lo visto, el Estado turco prefiere asesinar o detener a los kurdos, que es lo que ha hecho durante décadas. ¿Para qué negociar y alcanzar una solución democrática cuando puedes matar al por mayor? (El denominado “proceso de paz” empezó en 2012 y tenía por objeto resolver la cuestión kurda mediante negociaciones).

Desgraciadamente, Ankara ha preferido no conformar una alianza turco-kurda para destruir al ISIS. Primero abrió sus fronteras al ISIS, permitiendo así el crecimiento del grupo terrorista. Y ahora, a la primera oportunidad, está bombardeando otra vez a los kurdos. De acuerdo con su estrategia, la paz será posible sólo cuando los kurdos se sometan al supremacismo turco y abandonen su objetivo de ser una nación más.

Mavlut Cavusoglu, ministro turco de Exteriores, ha declarado que la base aérea de Incirlik aún no está disponible para EEUU y los otros países de la coalición contra el ISIS, pero que lo estará en breve.

Las fuerzas kurdas son las únicas que están resistiendo verdaderamente al Estado Islámico.

Los kurdos han sido reprimidos por Bagdad y asesinados por Turquía e Irán. Si así es como los tratan los Estados que los sojuzgan, ¿cómo es que siquiera se cuestiona que los kurdos deberían gobernarse por sí mismos?

Como consecuencia de los ataques del ISIS en la región, el kurdo PKK –y su semejante sirio, el PYD, con sus YPG– ha emergido como el más efectivo compañero de batalla de EEUU en su lucha contra el ISIS. Desde que el ISIS se convirtió en un actor principal en Siria, EEUU aparentemente ha confiado en las YPG para frenar el avance del ISIS. Según Henri Barkey, exespecialista en Turquía del Departamento de Estado, “EEUU se ha convertido en la fuerza aérea de las YPG y las YPG se han convertido en la fuerza de tierra de EEUU en Siria”.

Los ataques contra los kurdos continuaron la semana pasada. El día 20, un atentado con bomba en la localidad kurda turca de Suruc (Pirsus) mató a 32 personas durante un encuentro de jóvenes activistas humanitarios que debatían acerca de la reconstrucción de la vecina localidad kurda siria de Kobani.

La explosión se produjo mientras los activistas estaban haciendo una declaración a la prensa en el jardín del centro cultural. Al menos otras cien personas, la mayoría estudiantes universitarios, resultaron heridas. (Aquí, un vídeo de la explosión).

El terrorista suicida fue identificado mediante un test de ADN, según la prensa turca. Se ha informado de que Seyh Abdurrahman Alagoz era un universitario turco de 20 años recientemente retornado de Siria, y se cree que tenía lazos con el ISIS.

Alagoz atacó un encuentro de 300 activistas laicos, miembros de la Federación de Asociaciones de Jóvenes Socialistas (SGDF) que se reunían en un centro cultural de la provincia de Urfa. Como parte de un esfuerzo por reconstruir la vecina Kobani, estaban preparándose para llevar ayuda, juguetes a los niños, y para levantar un hospital, una escuela, una enfermería, un parque infantil y un bosque-memorial en homenaje a los caídos en la localidad.

“Hay que trabajar en la construcción de hospitales y escuelas”, dijo Oguz Yuzgec, copresidente de la federación, antes de la explosión.

Una de las cosas que haremos será levantar un parque infantil en Kobani. Lo llamaremos Emre Aslan, que murió luchando en Kobani. Estamos recogiendo juguetes. Participaremos en la construcción de una enfermería que está proyectando el cantón de Kobani. Tenemos la responsabilidad de ayudar en el funcionamiento de la enfermería. Necesitamos a cualquiera que sepa dibujar y enseñar a los niños.

Mazlum Demirtas, un superviviente del ataque, declaró:

El principal responsable de este incidente es el Estado turco, el fascismo del AKP, la dictadura del AKP (…) Nos ataca con sus pistoleros y matones. Desde ayer, los padres están recogiendo los cuerpos desmembrados de sus hijos. Están tratando de identificar las partes. Esto se llama fascismo, inhumanidad y barbarie.

Pinar Gayip, otra superviviente, declaró en una entrevista telefónica a la progubernamental Haberturk TV: “En vez de ayudar a los heridos, la policía asesina del asesino AKP lanzó gases contra los vehículos que los trasladaban”. Fue sacada del aire.

En todo el Kurdistán turco hubo manifestaciones condenatorias de la matanza y acusaciones al Gobierno de estar implicado en la misma. La Policía de Estambul usó pelotas de goma y cañones de agua contra la gente que se concentraba en memoria de los asesinados en Suruc.

Las autoridades turcas bloquearon el acceso a Twitter el pasado miércoles para impedir a la gente que viera imágenes del atentado. Funcionarios admitieron que Turquía pidió a Twitter que eliminara 107 urls (direcciones web) con imágenes relativas al ataque; antes de la prohibición, Twitter ya había eliminado 50.

Selahattin Demirtas, copresidente del prokurdo Partido del Pueblo (HDP), declaró que las actividades de vigilancia estatal en Suruc fueron intesivas, y que el servicio de inteligencia estaba fichando a todo aquel que viajaba a o desde Suruc.

Como a su propio convoy no se le permitió acceder a Suruc, Demirtas destacó la magnitud del operativo sobre la localidad, y dijo que nadie podría aducir que alguien podría haber conseguido infiltrarse entre la multitud y perpetrar un atentado suicida sin apoyo estatal.

“Hoy, hemos vuelto a ser testigos en Suruc de lo que puede hacer un Ejército de la barbarie y el abuso, un Ejército que ha perdido la dignidad humana”, afirmó Demirtas.

Los que callan ante el ISIS, los que no se atreven a alzar la voz, así como los funcionarios de Ankara que amenazan a diario al HDP pero se despreocupan del ISIS, son cómplices de esta barbaridad.

Por su parte, Mehmez Gormez, jefe de la Presidencia Turca de Asuntos Religiosos (Diyanet), anunció en su cuenta de Twitter que los autores del ataque de Suruc no tenían religión.

Sin embargo, tres días antes de la matanza un centenar de islamistas –supuestamente simpatizantes del ISIS– habían protagonizado un rezo masivo del Eid en Estambul. Exigían que se impusiera la sharia por sobre la democracia. Los simpatizantes del ISIS hicieron lo mismo en el mismo lugar el año pasado.

En la frontera con el Kurdistán sirio, poco antes del atentado de Suruc, un terrorista suicida detonó un coche bomba en un puesto de control en Kobani. Dos guerrilleros kurdos murieron en la explosión, según Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos.

El mes pasado se produjo una explosión letal en la provincia kurda de Diyarbakir, en Turquía, durante un mitin electoral del prokurdo HDP al que asistían decenas de miles de personas. Justo antes de que el copresidente del HDP Selahattin Demirtas interviniera, dos bombas explotaron en diferentes puntos. Cuatro personas murieron y más de 100 resultaron heridas; entre estas últimas se contaba la artista local Lisa Calan, de 28 años: perdió las dos piernas.

Mientras los heridos eran trasladados a los hospitales, la Policía usó gases lacrimógenos contra la gente que, presa del pánico, trataba de huir del lugar.

Se ha informado de que el terrorista era miembro del ISIS.

En Turquía, millones de kurdos son continuamente atemorizados y asesinados, mientras los terroristas del ISIS pueden viajar libremente y utilizar los pasos fronterizos oficiales para ir y venir de Siria; incluso son tratados en hospitales turcos. Así, Emrah Cakan, un comandante del ISIS nacido en Turquía y herido en Siria, recibió tratamiento en el hospital universitario de la provincia turca de Denizli el pasado marzo.

El 5 de ese mes, la oficina del gobernador de Denizli emitió una declaración escrita:

El tratamiento dado a Emrah C. en el hospital de Denizli se inició luego de ser solicitado por el propio paciente. Las actuaciones procedimentales relacionadas con este paciente fueron llevadas a cabo por nuestra ciudad fronteriza durante su entrada al país y siguen su curso. Las relacionadas con su tratamiento prosiguen como parte de su derecho a recibir tratamiento sanitario, como todos los demás ciudadanos.

La compasión y hospitalidad de numerosas instituciones turcas hacia miembros del ISIS ni siquiera es disimulada. El silencio de Occidente es desconcertante y decepcionante.

El Gobierno de EEUU coopera con regímenes opresivos, incluido el régimen terrorista de Irán, en perjuicio de los kurdos, de otros pueblos perseguidos y del futuro de Occidente.

Numerosos regímenes mesorientales están en manos de Gobiernos islamistas, a menudo genocidas; así que no hay mucho que esperar de ellos en materia de derechos humanos y libertades.

Los kurdos necesitan apoyo, armamento y reconocimiento auténticos. Si no, no parecerá que haya gran diferencia entre los regímenes dictatoriales y genocidas de Oriente Medio y Occidente, que solía representar la democracia y la libertad.”

Post Scriptum, 29 de juny del 2016.

Després de la massacre perpetrada per l’ISIS ahir a l’aeroport d’Istambul l’analista britànic Simon Tisdall publica avui un article a The Gardian titulat “Turkey paying a Price for Erdogan’s wilful blindness to ISIS threat“, avançant que l’obcecció a combatre el PKK ha obert les portes al Califat Islàmic i preveu que, forçat per les circumstàncies, el sátrapa otomà haurà de reconciliar-se amb Rússia, (com ho ha fet amb Israel), pactar amb els kurds i lluitar amb Occident contra els gihadistes.

Post Scriptum, 3 de gener del 2017.

El digital israelià Debka publicà abans d‘ahir aqueixa anàlisi sobre l’atemptat de cap d’any a Istanbul que certifica la ruptura entre el règim d’Erdogan i l’ISIS després d’anys de complicitat.

Post Scriptum, 30 de març del 2017.

La intervenció de l’exèrcit turc a Síria ha hagut de fer marxa enrere atès el suport de Rússia i els EUA a les milícies kurds com les forces més fiables per lluitar contra el Califat islàmic, una decisió estratègica que ha bloquejat el propòsit d’Erdogan d’establir una zona del territori sota el seu control per tal d’impedir un kurdistan autònom com ja existeix a l’Iraq. Le Monde avui resumeix perfectament aqueix tombant estratègic en detriment de les pretensions otomanes:


La Turquie est irritée de voir la Russie et les Etats-Unis l’empêcher de poursuivre ses opérations à sa guise dans le nord syrien. Le premier ministre turc, Binali Yildirim, a annoncé, mercredi 29 mars, que l’opération militaire menée par Ankara dans le nord de la Syrie était terminée. « L’opération “Bouclier de l’Euphrate” est un succès et elle est achevée. Toute autre opération qui suivra portera un autre nom », a déclaré M. Yildirim.

Lancée en août 2016 avec la bénédiction de la Russie, l’incursion militaire turque dans le nord syrien prend fin après que les ambitions de la Turquie sur le terrain ont été contrées par ses alliés. Ces dernières semaines, la Russie et les Etats-Unis n’ont eu de cesse de bloquer de façon concertée les avancées de l’armée turque et de ses alliés rebelles syriens, notamment sur Manbij, une ville de la plaine du nord de la Syrie, reprise par les milices kurdes YPG – proches du Parti des travailleurs du Kurdistan (PKK, interdit en Turquie) – à l’organisation Etat islamique (EI), quelques jours avant l’incursion turque en août 2016.

Récemment, sous prétexte de « surveiller » le cessez-le-feu, des soldats russes se sont installés avec armes et bagages dans le canton kurde d’Afrine, attenant à la Turquie, apparemment sans que le président turc, Recep Tayyip Erdogan, en ait été informé par le Kremlin. Empêchée d’avancer à l’est (Manbij), bloquée à l’ouest (Afrine), l’armée turque s’est retrouvée, de facto, empêchée de progresser.

La Russie est redevenue, à l’été 2016, la grande partenaire de la Turquie, avec laquelle elle a négocié la reddition de la rébellion anti-Bachar Al-Assad à Alep, la ville martyre du nord de la Syrie. Mais, depuis peu, Moscou semble avoir pris fait et cause pour le Parti de l’union démocratique (PYD) dont les YPG sont le bras armé, ce qui n’est pas sans susciter des sueurs froides à Ankara.

Cousin du PKK, et donc qualifié de « terroriste » par le pouvoir turc, le PYD jouit d’excellentes relations avec Moscou. Une représentation du parti y a été ouverte récemment tandis qu’une « conférence kurde » s’y est tenue en février. Dernièrement, le ministre russe des affaires étrangères, Sergueï Lavrov, a une fois de plus insisté pour que des représentants des Kurdes syriens du PYD soient présents aux négociations de Genève.

Cette coopération a le don d’ulcérer Ankara, qui n’a guère apprécié le projet de Constitution imaginé par les Russes pour la Syrie. Dévoilé lors des négociations de paix à Astana (Kazakhstan), ce projet comportait la mention d’un certain degré d’autonomie pour les Kurdes syriens. Ankara affirme n’avoir aucun grief contre le peuple kurde de Syrie (environ 2 millions de personnes) mais s’oppose à la création d’une région autonome kurde dirigée par sa bête noire, le PKK.

L’incursion militaire turque au nord de la Syrie visait deux objectifs : nettoyer des djihadistes de l’EI les territoires jouxtant la frontière et empêcher les combattants kurdes syriens de faire la jonction entre leurs cantons à l’est et à l’ouest. Le premier est achevé, le second est en question, tout comme l’ambition de M. Erdogan de « sécuriser une zone de 5 000 kilomètres carrés » dans le nord de la Syrie pour y installer des réfugiés.

La Turquie héberge actuellement 3,5 millions de réfugiés syriens sur son sol tandis que plusieurs dizaines de milliers de personnes sont coincées dans un no man’s land à la frontière turco-syrienne, fermée à double tour depuis la signature de l’accord Turquie-UE sur les migrants.

Source d’irritation supplémentaire pour la Turquie, l’allié américain mise, lui aussi, sur les milices kurdes dans son combat contre l’EI en Syrie. Combattants aguerris, véritables moines-soldats, ces milices seront le fer de lance de l’offensive à venir sur Rakka, l’un des derniers bastions des djihadistes dans l’est de la Syrie. A cet effet, le Pentagone a commencé à armer les Forces démocratiques syriennes (FDS), une coalition militaire arabo-kurde dont les milices YPG sont le noyau.

Il s’agit d’un camouflet pour le président Recep Tayyip Erdogan, dont l’armée, la deuxième de l’OTAN en nombre d’hommes, semble avoir été tenue à l’écart des opérations. L’offensive sur Rakka et plus largement la situation en Syrie seront au centre des discussions avec Rex Tillerson, le secrétaire d’Etat américain, en visite à Ankara jeudi 30 mars.

Post Scriptum, 5 d’abril del 2017.

Avui mateix, Uzay Bulut ha publicat al Gatestone Institute aqueix article que en versió castellana porta per títol: “La verdadera intolerancia de Occidente: el rechazo a los cristianos perseguidos”.

Post Scriptum, 1 de febrer del 2022.

Ahir, a Vilaweb: Farhad Xami, dirigent kurd: “L’estat turc no tan sols protegeix Estat Islàmic, sinó que també el dirigeix.”

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