Prendre la paraula

jordimartifont

1 de maig de 2015
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“Podemos, el Estado y las naciones: máxima teoría, poca realidad”, la meva contribució a “Hasta luego, Pablo”

Camiseta Pablo Iglesias
La imatge és d’El Viejo Topo

Aquest és el meu capítol al llibre “Hasta luego Pablo”, que us podeu descarregar aquí: https://reinventandomundos.wordpress.com/2015/04/28/hasta-luego-pablo/

Podemos, el Estado y las naciones: máxima teoría, poca realidad

Jordi Martí Font

5 de febrero de 2015. Una clase de primero de la ESO en un centro de Secundaria de enseñanza pública de El Vendrell, la pequeña capital de la comarca del Baix Penedès en los Països Catalans. Cuatro niños acaban un trabajo de la asignatura optativa de introducción al periodismo que consiste en crear en grupo un periódico completo con su portada, sus noticias, secciones, etc. En la portada de su periódico, que lleva por nombre “Demà” (“Mañana”) una noticia destaca por encima del resto. El titular dice “Pablo Iglesias gana las elecciones al PP i al PSOE e impide la independencia de Catalunya”. Preguntados, como el resto de alumnos, sobre por qué han creado o inventado tal noticia, los cuatro responden al unísono: “Es el único que puede hacerlo”.
Es sólo una anécdota sin más importancia, y evidentemente sin ningún valor estadístico, pero tiene relación con lo real sin recoger por ello las intenciones reales de Podemos (entre ellos hasta el nombre del partido ha desaparecido). Sí que nos indica que hay parte del mensaje de Podemos que se escapa de las manos hasta de los que diseñaron o diseñan las formas del programa y seguramente de las intenciones de los miembros de la organización. ¿Qué habrá llegado a esos cuatro niños de El Vendrell, desde la televisión o desde sus familias, para que atribuyan la característica de antiindependentista a Pablo Iglesias y piensen que es él -y su partido añadimos nosotros- el único entre los grandes partidos estatales que puede parar con éxito la independencia de Catalunya?

Constataciones

Decía al abogado y miembro de Podem Jaume Asens, en un artículo reciente1 publicado en Publico.es, que el derecho de autodeterminación de los pueblos se encuentra en el ADN de Podemos. Y efectivamente, en el manifiesto “Mover ficha” con que se hacía el llamamiento para crear Podemos y presentarlo a las Elecciones Europeas del 2014 se decía que: “La democracia no nos da miedo a las y los demócratas; estamos encantados y encantadas de que escoceses y catalanes puedan hablar y decir qué futuro desean. Por tanto, que apoya [la nueva entidad política naciente] la celebración de la consulta convocada en Catalunya para el 9 de noviembre.” En el programa para la Europeas, este enunciado concreto se convertía en otros de más generalista en el que se expresaba el deseo de “Garantizar la celebración de referéndums” que debían ser vinculantes a la vez que se hablaba del “Reconocimiento del derecho a decidir. Reconocimiento del derecho de los distintos pueblos de Europa a constituirse como tales y decidir democráticamente su futuro.” Fijémonos que la apelación concreta a Catalunya y Escocia desapareció en los pocos meses que pasaron entre el que para muchos es el manifiesto fundacional -o uno de ellos- de Podemos y su programa electoral europeo. Nada extraño si comparamos otros aspectos del programa de la formación política. A partir de aquí, para seguir la evolución del derecho de autodeterminación y su concreción final en la realidad de les naciones del Estado español no tenemos textos oficiales de la organización que nos marquen cambios importantes, aunque a cada declaración de alguien que no es de Madrid o del núcleo dirigente de la organización vemos como la tónica en Podemos es la diversidad de opiniones y nadie, hasta ahora, ha unificado discursos, ha planteado debates públicos de confluencia, etc.
Por una parte, Gemma Ubasart, la actual líder de Podemos en Catalunya [tanto orgánica como mediática] apuntaba en diciembre que Podem introduciría un “elemento realista” en el debate soberanista catalán, al mismo tiempo que insistía en decir que el derecho a decidir no se consigue “a través de la voluntad y deseándolo muy fuerte” sino “haciendo política”. Al mismo tiempo afirmaba que veía “muy poco factible” un referéndum… Marc Bertomeu, otro de los portavoces de la formación en este caso en Barcelona, declaraba ante las acusaciones de lerrouxista que parte del espectro independentista catalán lanzaba contra su formación que “Podemos no será una losa para el proceso soberanista, al contrario”. En el mismo espacio territorial, personajes como Enric Martínez, líder de Podemos Unidos en Catalunya, advertía sobre los votantes de Podemos en Cataluña que “la mayoría se sienten españoles y la independencia les tiene hartos”. Este sector explícitamente unionista liderado por Martínez es muy menor a nivel orgánico y él mismo ha sido denostado por la dirección estatal, aunque el hecho de que, a pesar de las declaraciones a que me he referido antes, sectores como éste vean en Podemos un espacio para el unionismo debería darnos alguna clave sobre la posible función del partido en los diversos conflictos nacionales que recorren el Estado español desde tiempos antiguos.
Es evidente que aunque existan las declaraciones antes aludidas, incluso como parte del programa único presentado a unas elecciones por la formación, aparte de esgrimirlas ante sectores independentistas externos a Podemos, estas declaraciones no son la carta de presentación del partido ni el núcleo del discurso de sus dirigentes ante casi ninguno de los públicos o electorados que Podemos tiene o ve como propios.
Constato que a pesar de estos sectores unionistas militantes explícitos, queda bastante claro que Podemos defiende por escrito el derecho a decidir, el derecho a hacer referéndums vinculantes e incluso el derecho a la autodeterminación de los pueblos de Europa. Por tanto, podemos afirmar, tal como gusta de hacer a sus dirigentes en Catalunya, que por primera vez alguien que puede llegar a tener el poder en el Estado español, habla, como mínimo, de la posibilidad de independencia de alguna de las partes del Estado español.
En este mismo sentido se pronunciaba el historiador especializado en procesos constituyentes Xavier Domènech, miembro del Procés Constituent de Forcades y Oliveras, en el artículo Podemos a Catalunya… de Catalunya, publicado en Crític el 13 de noviembre de 2015. Afirmaba Domènech que la posición de Podemos era “inconfusiblement favorable a l’autodeterminació de Catalunya, fins i tot a la desobediència institucional si aquesta és prohibida”,2 lo que suponía que “per primer cop existeix la possibilitat de tenir un aliat fort a l’Estat per aconseguir el seu exercici efectiu”.3
Dicho esto, queda también bien claro que el proceso independentista catalán no va a pararse (por mucho que lo intente Mas o lo exija el Estado) y hará falta, una vez Podemos consiga la representación que sea en el Congreso de los Diputados, ver qué determinaciones emprenderán los representantes de la formación ante el siguiente reto soberanista catalán que será quien ponga en cuestión las declaraciones y textos escritos a partir de su confrontación con la realidad.

Papeles menores o… el secreto está en la masa…

El pasado 11 de febrero de 2015, el diario Publico.es4 publicaba el manifiesto Podemos: plurinacionalidad y derecho a la autodeterminación. Se trata del texto más claro sobre las naciones del Estado español y su derecho a la independencia así como el programa propioi de Podemos al respecto. El texto estaba firmado por cuatro candidatos a secretarios generales de Podemos en cuatro comunidades autónomas. Éstos eran Gemma Ubasart, candidata en Catalunya además de secretaria de plurinacionalidad a nivel estatal; Roberto Uriarte, candidato a secretario general en el País Vasco; Breogán Rioboo, en Galicia; y Toni Bennàssar, en Balears. El manifiesto apostaba sin fisuras por la defensa del derecho de autodeterminacion basándose sen la afirmación que son los ciudadanos quienes deben decidir en qué modelo territorial quieren vivir y afirmaba que “Entendemos el Estado español como país de países, valorando positivamente la rica diversidad cultural y lingüística”. Su proyecto defendía la plurinacionalidad frente a la uniformización y optaba por una reformulación del modelo de estado que pasaba según ellos por “tres dimensiones”: el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado, la reforma del sistema de financiación y el repensar el modelo de organización territorial.
El texto también afirmaba que dentro de la actual Constitución Española había la posibilidad de ejercer el derecho de autodeterminación, concretamente a partir de los artículos 92 o 150.2 pero si no eran suficientes cabía la posibilidad de hacer un nuevo texto. Es más que evidente que el artículo 92, que regula la celebración de referéndums (consultivos) es inviable para solucionar este tema ya que “El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.” Podemos tener mucha imaginación pero a mí no me llega para ver un referéndum de autodeterminación en España en estas condiciones, a parte que nunca pasaría de ser consultivo y de este tipo Catalunya ya ha tenido uno. Por lo que se refiere al 150.2, éste es un artículo de transferencias de “facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación”. Podemos no va a ganar las elecciones por mayoría absoluta y por tanto necesitaría de un acuerdo general con otra u otras formaciones políticas para llegar a ese acuerdo. Un acuerdo que sería utilizado como arma arrojadiza por el PP y dejaría en una posición muy delicada quien se sumara a él. La reforma de la Constitución Española para llegar a un Estado de estas características parece aún más lejos ya que se necesitan 234 diputados en el Congreso que apoyen esa reforma y las encuestas más favorables dan a Podemos algo más de 100…
Por lo tanto, resumimos que se trata de unas formas de llegar a la autodeterminación que son puertas en si mismas, aunque los firmantes del texto sí dejan claro que el tema preocupa a algunos sectores de la formación política y parece que se esfuerzan por construir un encaje posible o un método que podría ser eficaz para salir del atolladero a dónde las movilizaciones y la vía catalana han llevado al Estado y a quien se plantea qué forma debe de tener éste.
En el manifiesto a qué nos estamos refiriendo, los próximos cuatro secretarios generales de Catalunya, Balears, País Vasco y Galicia reclaman un compromiso de las instituciones en la defensa y promoción de las lenguas catalana, vasca y gallega, exigiendo un blindaje de la inmersión lingüística y la introducción del conocimiento de estas lenguas dentro del currículum escolar en los territorios no-bilingües. Una causa importante que queda bien clara pero que resulta de momento insuficiente por los actores implicados, ya que las agresiones más duras del nacionalismo español en el ámbito lingüístico catalán han tenido lugar, a parte de Balears o Catalunya, en dos territorios que no aportaron secretarios generales entre los firmantes del manifiesto: el País Valencià y Aragón; y en el caso vasco, lo mismo ya que no participó en la firma resultante quien representase a Navarra. De momento, no sabemos cuál es la intención de los representantes de Podemos en estos territorios ante los respectivos conflictos lingüísticos…
En el caso de Balears, el comunicado era importante ya que también se refería a “la lucha contra el decreto de trilingüismo, que ha pretendido romper el consenso social existente desde el año 1983 en torno a la ley de normalización lingüística” que llevó a la comunidad educativa balear a una huelga general indefinida a comienzos del curso 2013-14. El texto servía, a la vez, para cerrar la polémica lingüística en Podemos de Balears después de que en noviembre de 2014 en el Círculo de Eivissa se negara la posibilidad de expresión en catalán a algunos de los miembros en una de las asambleas.
Sin duda alguna este proceso, explicitado en el texto que comentamos, supone un importante salto hacia delante en el marco español, aunque no podemos menospreciar propuestas anteriores de actores políticos que hicieron lo mismo o parecido en contextos históricos de cambio y acabaron dejando sus propuestas escritas en cajones oscuros de sus despachos una vez el cambio les llevó a cambiar y a tocar poder. El PSOE sería un buen ejemplo de ello, con sus propuestas autodeterministas, hasta que llegó al poder. Sin afirmar que ese sea el camino de Podemos está claro que lo importante es ver cómo los textos toman vida y se convierten en realidad…
Pero mientras el poder o su gestión no llega, hay otras cosas importantes e imprescindibles por hacer. Creo que si Podemos cree realmente en una solución federal (real en este caso, nada que ver con la palabra utilizada por el PSOE) al debate nacional en el Estado español debería llevar sus propuestas al ágora pública ya, exponerlas y darlas a conocer más allá de los espacios de sabios y expertos. Éste es un estado -y ésta es una sociedad producto en buena parte de este estado- uniformizadora y uniformada, y si estas propuestas no van más allá de los expertos, por todas las emociones que pueden aflorar y por todos los tópicos que se deben romper, pueden quedar sólo en propuestas. Un cambio de este calibre a nivel estatal en la percepción general de las realidades nacionales, culturales y lingüísticas en el Estado español necesita de una maquinaria de propaganda, de debate y de acuerdo impresionante que de momento no ha aparecido por ningún lado…
Y creo que éstas no son preocupaciones sin importancia sino precisamente el centro del debate. Más allá de las declaraciones de intenciones, ¿qué va a hacer Podemos para convertir el Estado autonómico español en una nación de naciones de base federal? ¿Como llegará a ese federalismos respetuoso con las diferencias? ¿Cómo extenderá su mensaje a la ciudadanía, a la cual a día de hoy prácticamente no ha hablado sobre el tema fuera de espacios sensibles como Catalunya? Es un misterio…

Pero qué quiere Pablo Iglesias?

En un partido en que el líder no es una anécdota sino aquello común e incuestionable que justifica en buena parte a la organización, a los seguidores (o en algunos momentos más bien a los fans) y al mismo discurso de puertas afuera, no está de menos ver qué piensa ese líder sobre la nación, su nación y la plurinacionalidad, el derecho a la autodeterminación de las naciones del Estado español y sobre el Estado mismo.
Preguntado, por urgencias periodísticas del momento, Pablo Iglesias en repetidas ocasiones sobre si este “derecho a decidir” a que se refiere Podemos incluía la posibilidad de elegir sobre la independencia de Catalunya a los ciudadanos y ciudadanas catalanas, sus respuestas han sido siempre claras en el sentido que en democracia todas las posibilidades de relación con el estado, y todas son todas, deben poder discutirse.
Es en este sentido que podemos entender las palabras de valoración sobre la consulta sobre la independencia de Catalunya del pasado 9 de noviembre del 2014,5 cuando afirmó que la propuesta de su partido pasaba por abrir un “proceso constituyente” en España que resuelva, entre otras cosas, la “cuestión territorial”. El proceso propuesto era “en España” y era ese sujeto quien debía “resolver” su “cuestión territorial”. Era fácil de entender si tenemos en cuenta que en esas mismas declaraciones Iglesias afirmaba que él no quería “que Cataluña se vaya de España, sino construir un futuro juntos” porque entendía que España “es un país de países, un país plurinacional” y “existen mecanismos institucionales para apostar por fórmulas de convivencia territorial”. El método para llegar a ese objetivo no era otro que la “tolerancia, moderación y buen talante”. Algunas palabras nos suenan por dichas y repetidas por otros labios…
Parece claro que el objetivo de Iglesias no pasa porque el pueblo que así lo decida ejerza el derecho de autodeterminación, primera porque España es el único pueblo que es sujeto en lo que él mismo esboza como solución al “problema español” y segundo porque su objetivo personal no es la independencia de Catalunya, por ejemplo, sino un encaje cómodo de ésta dentro de España, que es el elemento indisoluble que vuela en su cabeza y al cual se dirige cuando habla.
Las referencias nacionales y patrióticas del mismo Iglesias en la reciente marcha a Madrid de Podemos (citó el 2 de Mayo, el Quijote, la “patria”, etc.) son claramente españolas, pero de una España inequívocamente de cultura referencial española y castellana. Nada de la diversidad a que se refiere cuando habla sobre “el problema territorial”, sino la España de siempre con nueva música. Está claro que debemos entender la lucha por el término “patria” dentro de su guerra simbólica por arrebatar palabras centrales a la derecha española, que las ha hecho completamente suyas. Ese proceso, pero, si sigue el camino del discurso de la Puerta del Sol va directo a estrellarse no sólo contra los límites de conceptos como “patria”, que la derecha no sólo ha patrimonializado sino que ha definido de una forma única y excluyente, sino a repetir contenidos nacionales alejados de las palabras que después se escriben en manifiestos y proclamas que pocos leen y aun menos aplican.

¿Plurinacionalidad, autodeterminación, diversidad?, ¿dónde?, ¿cuándo?

Llegados a este punto, podemos afirmar que si las propuestas que solucionan grandes problemas las escondemos en programas y dejamos ver públicamente solamente los tópicos que queremos arrebatar a la derecha, en el tema nacional, en el Estado español, nuestro mensaje quedará completamente difuminado. Si insistimos en la “patria”, el Quijote y el 2 de Mayo sin haber hecho un trabajo previo de cambio de chip nacional, los niños de 12 años que nos escuchen entenderán que Pablo Iglesias es un buen elemento para impedir la independencia de Catalunya, porque ese es hoy el significado de la nación y de la patria españolas, la negación de la diversidad y evidentemente del derecho de autodeterminación.
No parece esa la intención de Podemos a juzgar por sus papeles, por lo que si realmente Podemos quiere cambiar algo a nivel estatal, abriendo un espacio para la plurinacionalidad del Estado e incluir entre los principios democráticos asumidos por las gentes del Estado español la autodeterminación efectiva de los pueblos, o lo explicita claramente -de forma radical y a la vez pedagógica- ante las masas a que se dirige desde programas televisivos con audiencia millonaria o nada será diferente a como era ayer.
Es verdad que todo se mueve positivamente a nivel teórico en Podemos por lo que se refiere a las formas que según ellos el Estado español tiene reservadas a las naciones que se encuentran hoy en día en su interior pero ese movimiento continúa siendo imperceptible para la mayoría de los posibles votantes de Podemos… La solución federal real con posibilidad de independencia para las naciones hoy presas en el Estado español continúa siendo “secreta” para la mayoría de les votantes o posibles votantes de Podemos que sí conocen muchas otras partes del programa de este partido… ¿Táctica para no espantar a las masas españolizadas en un sentimiento patriótico excluyente o tema menor para un partido que dice querer cambiarlo todo pero no incorpora el cambio territorial de momento en su discurso general? La solución, próximamente, en sus pantallas…

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