Secundària Memòria

(Efectes restringits: bloc de l'Antoni Casals i Pascual) antonicasals@mesvilaweb.cat

Si això no és un genocidi, que vingui qui sigui a explicar-ho

Fa mandra, fàstic, ràbia i em fa sentir
impotent. M’acosta al sentiment d’odi al que no voldria arribar. Em provoca repugnància. I
vergonya.

Ho expressa molt bé l’Albert Recio a la
revista “Mientras Tanto”:

(segueix)

 

Para constatar, una vez más, que
Israel tiene total impunidad para practicar cualquier barbaridad sobre el
pueblo palestino. Muchos de quienes callaron el exterminio de los campos nazis
podían alegar que no se habían enterado, que el holocausto ocurría en espacios
cerrados, fuera del ojo público. Y que estaban sometidos a un régimen
dictatorial que impedía la disensión abierta. Pero el genocidio, la limpieza
étnica que practica Israel, su ocupación sistemática de nuevos territorios, la
expulsión y expropiación de tierras y derechos, y el uso masivo y despiadado de
su fuerza militar viene ocurriendo delante de todo el mundo. Convirtiéndose
ahora en la noticia de portada de las fiestas navideñas. Muestra no sólo la
crueldad y la impudicia de los políticos israelíes (la que explica tan bien el
pequeño-gran film israelí “Los limoneros”), sino el cinismo de quienes les
apoyan. Sabemos que los hombres de Bush han sido tan genocidas como sus
aliados. Pero que Obama esté aún de vacaciones (y con una futura secretaría de
Estado netamente aliada del lobby pro israelí) no augura cambios
significativos. Por no citar a nuestro “progresista” Ministro de Exteriores,
que mientras con la boca pequeña condenaba la dureza israelí en voz clara acusaba
a Hamas de haber roto la tregua. 

Muchas de las actuaciones de Hamas
son sin duda incomprensibles, como el disparo de cohetes a territorio israelí,
injustificables moralmente e inútiles en el plano militar. Pero una actitud que
ha estado precedida, una vez más, por una agresión continua israelí durante la tregua. Si uno repasa
las hemerotecas del mes de noviembre pasado, lo que encuentra son dos cosas:
bombardeos “selectivos” de Israel causando muertos en Gaza y bloqueo
sistemático de los accesos a la llegada de ayuda humanitaria. Como puede
aprender cualquiera que haya visitado o leído sobre los campos de exterminio,
el hambre y las privaciones mataban tanto o más que los crematorios. Nadie en
los meses finales de la tregua denunció los bombardeos ni los bloqueos de
Israel. Poner a ambos contendientes en la misma balanza es una muestra del
servilismo de nuestro Gobierno hacia el Imperio decadente y una garantía de que
seguiremos sin hacer nada para cambiar las cosas.

 

Sóc
incapaç d’expressar-ho millor. Pel que llegia avui en algun diari, la major
part dels polítics europeus sembla que donen al raó a Israel. Si la raó la
donen desenes de nens morts per acabar amb un grapat de milicians de Hamàs, el
més segur és que cada una d’aquestes morts acabarà donant lloc a centenars d’enemics
de l’estat israelià. I això no és més que la garantia que aquesta guerra que fa
més de 60 anys que dura no té final possible. O sí. Probablement el final
desitjat per Israel sigui l’extermini físic del poble palestí, cosa que a la
vista de la reacció d’Europa i en general del món àrab (de la no-reacció), potser acabi sent
possible.

  1. No crec que hi hagi altre plantejament que l’extermini o la submissió. I és curiós que al món autoanomenat civilitzat i demòcrata hi hagi tanta “comprensió” amb l’assassinat planificat, el genocidi organitzat i el sadisme més visceral, propi del militarisme més repugnant. Impotència, odi, ràbia i una profunda pena.

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