Literatura catalana moderna - Illes

Blog de l'escriptor Miquel López Crespí

20 de juny de 2017
0 comentaris

Llorenç Villalonga i la guerra civil: debat – Llorenç Capellà, José Carlos Llop, Miquel López Crespí, Bartomeu Mestre

Llorenç Villalonga i la guerra civil: debat

EL POLI BO I ELS POETES

Per Llorenç Capellà, escriptor

El tinent coronel Garrido de Oro era cap d’estat major de la comandància de Balears quan els militars s’apoderaren del carrer el juliol del trenta-sis. I va coincidir a la Capitania revoltada amb Miquel Villalonga, l’autor de Miss Giacomini, que l’octubre d’aquell any seria nomenat cap del gabinet de Premsa i Informació. És cert que no tingueren gaire temps per a planificar la manera de matar mosques a canonades, perquè el vint-i-u d’aquest mateix mes Garrido va ésser arrestat en el Castell de Sant Carles pels seus coreligionaris sota l’acusació de no encertar-ne ni una. Però és possible que el capità Villalonga ja tingués cura de la censura abans que li arribés el nomenament. Ambdós, José Garrido de Oro i Miquel Villalonga, tenien en comú el seu anticatalanisme visceral, compartit pel germà d’aquest, Llorenç, i pel coronel Ricardo Fernández de Tamarit. De fet, Tamarit va mantenir una polèmica a la premsa amb Llorenç Villalonga entorn dels signants de la Resposta al Missatge dels Catalans. També va ésser l’octubre. Tamarit gairebé proposava passar-los per les armes, als signants. I un paternalista Llorenç Villalonga n’invocava el perdó sempre que signessin una carta de rectificació, cosa que feren a corre-cuita. Llis i ras: Llorenç Villalonga va oferir un salvavides a la intel·lectualitat mallorquina, i gairebé tots els seus biògrafs han posat de relleu aquest gest humanitari per tal de maquillar la seva biografia política, marcada per l’anticatalanisme i una admiració fervorosa envers el feixisme i els sistemes totalitaris de dretes. Doncs bé, mireu per on m’ha semblat entendre que Josep Massot i Muntaner, en estudiar la paperassa que va generar l’anomenada Causa del mando instruïda contra diversos militars d’alta graduació, entre els quals hi havia Garrido de Oro, arriba a la conclusió que la polèmica entre Tamarit i Llorenç Villalonga no va sorgir espontàniament, sinó que va ésser dissenyada pel cap d’estat major amb la col·laboració de Miquel Villalonga que, al cap i a la fi, controlava tot allò que sortia publicat a la premsa de Mallorca. Si és així, sempre seguint el raonament de Massot i Muntaner, l’autor de Bearn hauria acceptat fer de poli bo, mentre que a Tamarit li hauria correspost el paper de poli dolent. No cal dir que si tot va ésser una maniobra per atemorir i humiliar un grup d’intel·lectuals i gent del país (molts d’ells demòcrates de dretes) que no valia la pena matar ni empresonar perquè no suposaven cap amenaça per als colpistes, la imatge d’un Llorenç Villalonga frívol o feixista per error s’esberla en dos trossos. Casualment veig que ahir els poetes es reuniren a dir poemes amb motiu del Dia Internacional de l’Escriptor Empresonat i per homenatjar l’algerià Salem Zènia, distingit pel PEN català amb el Premi Veu Lliure. I ho feren al Casal Llorenç Villalonga, de Binissalem. Altre lloc no trobaren? No té gaire més importància. Però admetem que dóna peu al sarcasme.
Llorenç Capellà (Ara.cat-dBalears) (26-XI-2011)

Primicia: ¿fue Villalonga Jack el destripador?

Per JOSÉ CARLOS LLOP

Cuando oigo o leo que Llorenç Villalonga fue falangista y anticatalanista, me pregunto cuántos años va a tardar en descubrirse que también fue Jack El Destripador –con lo que Scotland Yard, sin duda, me condecoraría con el lazo de la Orden de Sherlock Holmes–, o que durante unos meses vivió en la comuna capitaneada por Charles Manson y fue el responsable intelectual –así se le llama ahora– de sus tropelías criminales. Son dos líneas de investigación académica que desde aquí ofrezco a quien desee profundizar en ellas: a lo mejor acaban regalándole un doctorado.
En el verano de 1936, Llorenç Villalonga había publicado Mort de Dama y dirigía la revista Brisas, un magazine mensual entre frívolo y vanguardista y, desde luego, la publicación periódica más moderna y elegante de la Mallorca del siglo XX. Una tarde, de visita en casa de su amigo Moragues Monlau, éste –que es falangista– le aconseja afiliarse a Falange Española. Villalonga tiene 38 años y ha sido, en el período de entreguerras, un hombre de costumbres liberales –aunque de pensamiento político conservador– que ha desatado cierto escándalo entre la buena sociedad palmesana con su novela. Son tiempos difíciles: el golpe de Mola se ha convertido en guerra civil y a la intemperie apenas hay protección. Él lo sabe bien, pues es uno de los que ha encubierto al gobernador republicano y escritor Antonio Espina, internándolo en el Manicomio Provincial –del que es subdirector– para evitar que lo fusilen. Moragues insiste y Villalonga sale de la casa de San Felio –el carrer de Ses Carasses– dispuesto a vestir camisa azul y uniforme, cuando los uniformes –salvo el de su padre, militar de Artillería– no le gustan ni poco, ni mucho. Se alista, como médico que es, en Falange Sanitaria y hace guardias de defensa civil en las cercanías del Mercado Central de Palma y en un centro de socorro de la Defensa Pasiva. Tan pasiva que apenas tiene que socorrer a nadie.
Poco después del desembarco de Bayo, corren por Palma rumores sobre las represalias en Manacor. Se habla de fusilamientos masivos y –en voz muy baja– del brutal, vil y repugnante comportamiento con un grupo de enfermeras que acompañaban a la expedición. En el bar Formentor se reúnen varios médicos: uno de ellos, parece, estuvo allí. Villalonga, mirando al aire, critica la falta de piedad con los prisioneros y alza la voz recriminando el crimen de las enfermeras. Él, tan frío siempre. Villalonga se dirige al bárbaro, que enrojece de ira. Hay un tenso enfrentamiento verbal y en los ojos de su oponente, Villalonga –que ya no mira al aire– detecta la enemistad de por vida y el odio que se incuba en las guerras civiles. No es absurdo pensar que, en ese momento, recordara las palabras de su amigo Moragues Monlau sobre la dificultad de los tiempos y la intemperie.
He contado estas dos anécdotas –la de Antonio Espina y la del Formentor– porque no suelen surgir frecuentemente cuando se habla del falangismo de Villalonga. Se citan sus charlas radiofónicas –tan parecidas a sus artículos de Centro, publicados durante la República– y un poema del que se arrepintió y que pertenece más a la estética jungeriana de Tempestades de acero que a la villalonguiana, tan refinada y afrancesada. Pero hay una leyenda negra de Villalonga –uno de cuyos fundadores fue el poeta Blai Bonet, que no lo soportaba– que se pasea como un fantasma cada vez que se habla del novelista. Y que está basada en su reaccionarismo político –¿es delito no ser progresista?– y en su anticatalanismo durante la República, transformado después en indiferencia y desinterés. Respecto al anticatalanismo villalonguiano, se usa el término como sinónimo de no se sabe muy bien qué perversión moral. Como si ser pancatalanista otorgara un certificado de integridad, rectitud y bondad humanas, y no serlo sumiera a su poseedor en una inmunda poza de pecado. ¿Acaso no hubo catalanistas que durante la guerra vistieron el mismo uniforme que Villalonga? Pues la verdad es que sí y no sólo uno o dos. Y en cambio se pasa de puntillas sobre el asunto –o se desconoce: hay que borrar rastros– y sólo se proyecta sobre Llorenç Villalonga, que es uno de los dos pilares de la novela catalana del siglo XX (el otro es Mercé Rodoreda). En cuanto a sus ideas políticas: ¿alguien puede afirmar honestamente que ser reaccionario lo hizo peor escritor que si hubiera sido lo contrario? Porque en este caso estaría dispuesto a afirmar donde sea que Villalonga es tan buen escritor por distintos motivos, desde luego, pero que uno de ellos es, precisamente, su conservadurismo. En su literatura es así: las cosas como son.
He llegado a pensar que lo que molesta de Villalonga no es que fuera falangista un par de años, que escribiera Bearn en castellano, que no fuera catalanista, que tuviera el rostro inexpresivo de un mayordomo inglés, o que se mantuviera distante de las costumbres intelectuales de la época. No, lo que más molesta de Villalonga es que sea tan buen escritor –salvo en su estilo, que fue tan pobre en formas como rico era en narratividad e ideas– y que poseyera una cultura –sobre todo XVII y XVIII franceses, su armazón intelectual– bastante insólita por estos pagos. Y que fuera feliz escribiendo, al margen de todo. En fin, que se saliera por completo del paisaje habitual. Como todo eso no puede mermarse, se va a por la persona, que ya no está. Así nos las gastamos en el mundo de la cultura: encumbrando a mediocres e intentando derribar a maestros. Repito: convendría investigar a fondo porque estoy seguro de que por algún lado están las pruebas que confirman que el médico Lorenzo Villalonga fue, en verdad, el auténtico Jack El Destripador. Aunque jamás pisara Londres y el victorianismo le cayera lejos. En el tiempo, se entiende. Y ahora que lo pienso: incluso es posible que matara a Kennedy. Que alguien compruebe dónde estaba ese día y además de un doctorado, quizá gane el Pulitzer.
Diario de Mallorca (7-XI-2010)

Onada Edicions publica Les vertaderes memòries de Salvador Orlan

Per Miquel López Crespí, escriptor
Llorenç Villalonga és un autèntic personatge de novel·la. Per això he escrit Una Arcàdia feliç i Les vertaderes memòries de Salvador Orlan. Villalonga, tothom que conegui una mica la seva biografia ho sap, és un aferrissat espanyolista dels anys vint i trenta que es troba immers en la guerra i fa costat als que afusellen l’esquerra i liquiden tot l’aconseguit tan dificultosament pels intel·lectuals catalanistes de les Illes en moltes dècades. En plena matança de republicans, Villalonga escriu un article que publica en El Día (7-VIII-1936) on especifica una vegada més la seva posició envers la cultura catalana. Diu l’autor de Bearn: “Nos cabe el orgullo, a mi hermano Miguel y a mí, de haber representado siempre la resistencia anticatalanista en Mallorca”. Més documentació sobre l’atac frontal dels germans Villalonga contra la cultura catalana es pot trobar en el llibre de Josep Massot i Muntaner Cultura i vida a Mallorca entre la guerra i la postguerra (1930-1950) (Publicacions de l’Abadia de Montserrat, Barcelona, 1978) i especialment en el capítol “L’afer dels ‘Manifest dels catalans’” (pàgs. 92-108) i també en el capítol “El ‘Manifest’ i la repressió cultural” (pàgs. 108-117). Anticatalanisme i antiesquerranisme que podem trobar a tots els articles que va publicar sota el títol de Centro (Gráficas Mallorca, Palma 1934). Com hem dit més amunt, el personatge Villalonga, els fets que va viure el nostre autor, l’època de la República i la guerra civil donaven material no solament per a escriure una novel·la, sinó diverses, com finalment s’ha esdevengut. Els anys vint i trenta a Mallorca són massa exuberants –culturalment i políticament-, i el repte de provar de copsar l’ànima d’un intel·lectual reaccionari tan “atractiu”, literàriament parlant, que tot plegat em seduí profundament i m’animà a començar la feina.
Com pot imaginar el lector d’aquest article, Villalonga no m’era un desconegut. Les lectures, a mitjans dels anys seixanta, d’obres com Mort de dama, La novel·la de Palmira, Bearn, Les fures, Desbarats, L’àngel rebel, La dama de l’harem, El llumí i altres narracions, Desenllaç a Montleó i moltes altres foren bàsiques per a copsar la importància d’un narrador de vena, d’un autèntic escriptor malgrat totes les seves contradiccions amb el català. L’anticatalanisme de la seva trajectòria, el combat dels anys trenta contra els intel·lectuals de l’Escola Mallorquina i els col·laboradors de La Nostra Terra, molt especialment amb Miquel Ferrà, el feien un personatge no gaire simpàtic. No oblidem que, com explica Josep Massot i Muntaner en Cultura i vida a Mallorca entre la guerra i la postguerra (1930-1950), la feina conjunta entre el cap de la policia franquista encarregat de la matança d’esquerrans, el totpoderós Barrado, i el coronell Tamarit, instructor de la vergonyosa farsa judicial que portaria al mur de les execucions al batle de Palma, Emili Darder, i el paper dels germans Villalonga, és essencial en la liquidació de la cultura catalana en la vida pública a Mallorca. En referència al silenciament dels signants de la “Resposta” al missatge dels intel·lectuals catalans del Principat, Josep Massot i Muntaner ha escrit: “… l’afer del ‘Manifest’ és una peça important dins el procés implacable de desmantellament de la cultura autòctona a partir del mes de juliol de 1936”.
En la revista El Mirall (núm. 61, pàgs. 19-24) podem trobar una bona aproximació al que va ser el regnat del terror feixista a Mallorca. L’article “La repressió franquista a Palma”, signat per Francesc Tur Balaguer, R. Carbonell, M.L. Lax i M. Ocio Villar, és ben representatiu al respecte. “Pel que fa a la base social dels represaliats, era molt homogènia: la classe treballadora, la base social de l’esquerra i al seu costat alguns membres de professions liberals i petita burgesia progressista. Hi hagué també algun cas d’empresonament de ‘rics d’esquerres’ als quals s’incautaven els béns. Es calcula que el nombre de morts provocats per la repressió al llarg de la guerra oscil.là entre 2.000 i 2.500 persones.
‘Les zones de Palma més afectades foren les barriades obreres encara que la repressió s’estengué pràcticament a tots els barris de la ciutat. Els escamots feixistes actuaren a Son Rapinya, Son Serra, la Vileta i al bosc de Bellver, a més del mateix Castell”.
A Mallorca, els intel.lectuals d’esquerra foren cruelment assassinats pel feixisme i la dreta tradicional. Un dels treballs més importants que s’ha fet a Mallorca damunt la repressió ha estat el suplement del diari Baleares, Memòria Civil, que va coordinar i dirigir l’escriptor Llorenç Capellà de gener fins a desembre de 1986. Igualment bàsica per a copsar en tota la seva brutalitat la fondària de la repressió feixista és la consulta del Diccionari Vermell del mateix autor. Record ara mateix el llibre de Bernanos, Els grans cementiris sota la lluna, que tanta influència tengué en el meu particular descobriment de la brutalitat de la dreta mallorquina, o el més recent de l’amic Jean Schalekamp, D’una illa hom no en pot sortit.
Josep Massot i Muntaner, a la seva obra Els escriptors i la guerra civil a les Illes Balears escriu també entorn de la repressió damunt els intel.lectuals d’esquerra (Biblioteca Serra d’Or; pàgs. 218-220): “Entre els milers de morts que, poc més o menys, produí l’onada de follia que planava sobre l’illa -d’una manera ‘il.legal’, a la cuneta de les carreteres o a les tàpies dels cementiris, o d’una manera pretesament ‘legal’, a conseqüència de sentències de consells de guerra injustos i cantats per endavant-, no hi mancaren escriptors i persones relacionades d’una manera o altra amb el món cultural. Potser la xifra més elevada correspon als periodistes, amb noms com el d’Ateu (Mateu) Martí, comunista, director de les revistes Nuestra Palabra i Sotana roja, cruelment assassinat els primers dies de la guerra; Guy de Traversay, corresponsal del diari parisenc L’intransigeant, afusellat pels militars poc temps després d’haver estat fet presoner a Portocristo, a conseqüència de la carta de recomanació que Jaume Miratvilles, comissari de Propaganda de la Generalitat, li havia fet per al capità Bayo; Pere Reus i Bordoy, jutge de Felanitx, director del setmanari El Felanitxer, executat després d’ésser sotmès a consell de guerra, per ‘adhesió a la rebel.lió’, el 4 de març de 1938; Gabriel Buades, sabater inquer anarquista, col.laborador -sempre en castellà- de Cultura Obrera i de la Revista Blanca, empresonat el juliol de 1936 i executat el 22 de juliol de 1938; Joan Montserrat i Parets, sabater de Llucmajor, militant destacat del PSOE i brillant col.laborador de l’òrgan socialista El Obrero Balear; Aurora Picornell, abrandada líder comunista de Palma, anomenada la Pasionaria mallorquina, inculta però molt intel.ligent, col.laboradora de Nostra Paraula, afusellada ‘il.legalment’, com Montserrat i Parets, mentre estava tancada a la presó de dones de Can Sales, el 5 de gener de 1937; Joan Mas i Verd, batle de Montuïri, militant d’Esquerra Republicana Balear, col.laborador de Tribuna Libre, Ciudadanía i El Republicano, afusellat al cementiri de Palma el 3 de setembre de 1936: Simó Fullana, membre influent del PSOE i col.laborador del diari de Palma El Día, segons Mallorca Nova; Miquel Duran i Rosselló, ex-estudiant jesuïta, director del setmanari republicà de Manacor Nosotros, mort el 4 de setembre de 1936, nebot de l’aleshores batle de Manacor Antoni Amer i Llodrà, àlies ‘Garanya’, assassinat el 29 de desembre de 1936, el qual també havia publicat alguns articles a la premsa…
‘Estaven relacionats igualment amb el periodisme els dos afusellats més coneguts de Mallorca, Emili Darder, batle de Palma i puntal de l’Associació per la Cultura de Mallorca, i Alexandre Jaume, ex-diputat a Corts socialista que parlava i escrivia en castellà però que defensà ardidament la catalanitat de l’illa. Havia fet i publicat alguna conferència escadussera un altre dels companys d’afusellament de Darder i de Jaume, Antoni M. Ques i Ventayol, del Consell Executiu d’Esquerra Republicana Balear i president de l’agrupació mallorquina del Rotary Club”.
Tampoc no hauríem d’oblidar el redactor del diari El Día, el socialista Simó Fullana Font, assassinat a començament de la guerra juntament amb Joan Avila,, Ramon Fuster i Vicenç Forniers. També va ser empresonat el periodista, crític d’art i dibuixant Miquel Àngel Colomar i durant més de vint anys no pogués tornar a col·laborar als diaris de Mallorca. Va morir l’any 1970 després d’haver patit nombroses penalitats sota el franquisme.
Com escriu Bartomeu Mulet a “Repressió franquista (assassinats i depuracions) contra el magisteri a Mallorca (1936-1939)” (revista Lluc, núm. 784, pàg. 26): “España una, grande y libre, havia d’esser el mòbil ideològic per a justificar el totalitarisme en tots els àmbits de la vida col.lectiva. España havia d’esser imperial i triomfadora. El catalanisme s’havia de desmembrar, i més si sonava a esquerranós, d’una manera arbitrària. Maçons, republicans, anarquistes, comunistes i socialistes també eren carn de canó. En Francesc Barrado en fou el responsable fins l’abril del 37, com a comissari de la policia política, d’aquesta repressió, perquè tot era rojo i separatista”.
Josep Massot i Muntaner encerta a les totes quan situa a la perfecció l’estreta aliança d’Alfonso Zayas, que era cap de Falange; Francesc Barrado, cap de la policia i responsable de molts d’assassinats d’esquerrans; el coronell Tamarit, jutge instructor del procés contra Emili Darder, Alexandre Jaume, Antoni Mateu i Antoni Maria Ques; i de tots dos amb els germans Villalonga. Cada u ocupava el lloc que la guerra determinava: uns al capdavant dels falangistes, altres dirigint la policia i els escamots d’execució; els militars ordint falsos procesos; els escriptors, cas dels germans Villalonga, emprant la ploma per a donar suport als altres. Aquesta era la situació en els moments inicials de la guerra a Palma i que podem trobar molt ben detallada en el llibre de Josep Massot i Muntaner Cultura i vida a Mallorca entre la guerra i la postguerra (1930-1950). Qui vulgui negar aquests fets tan ben documentats està en el seu dret, però les seves opinions tendran poc valor davant la realitat del que s’esdevengué en aquells mesos terribles.
Aquest era el món de Llorenç Villalonga en aquell estiu de 1936, l’univers que he provat de fer tornar de les ombres del passat a les novel·les Una Arcàdia feliç i Les vertaderes memòries de Salvador Orlan.
De l’article El més afusellat de tots: Emili Darder

Per Bartomeu Mestre (“Balutxo”)
[….]

EL MISSATGE ALS MALLORQUINS I LA RESPOSTA ALS CATALANS
El maig de l’any passat, 2011, amb motiu del 75è aniversari del Missatge als Mallorquins i la corresponent Resposta als catalans, vaig publicar a part i a banda diversos articles. En el Diari de Balears es va publicar una crònica en tres episodis els dies 31 de maig, 1 i 2 de juny. De la darrera part, en vull transcriure un paràgraf íntegre que delata la sàdica persecució de Darderpracticada pels germans Miquel i, sobretot, Llorenç Villalonga, perquè necessita un comentari complementari final posterior:
“Febrer de 1937, Mentre encara es traslladen presos als patíbuls dels cementiris, i mentre un jurat de pantomima redacta la sentència contra Emili Darder, Alexandre Jaume, Antoni Ques i Antoni Mateu, dia 11 de febrer de 1937 Llorenç Villalonga torna a parlar des de la premsa de la Resposta. Contra tota raó i dret, fa un article incendiari per insultar els qui, ateses les circumstàncies, romanien indefensos. Retreu que l’agost de 1936 “publiqué un artículo contra los catalanes en recuerdo de aquel manifiesto amoroso que, dos meses antes, dirigiera Companys a los imbéciles intelectuales de Mallorca”. Conclou, com Barrado, que només hi podia haver “españoles o antiespañoles, y a estos hay que eliminarlos”.
Cinc dies després, a les ordres de Villalonga, els processats foren sotmesos a una farsa de judici que els condemnaria a mort (cal fer notar que el fiscal, per a Darder, només reclamava 20 anys de presó i una multa). Una setmana després foren assassinats. A Darder, retut i malalt, el mataren assegut accentuant més el crim inhumà perpetrat entre aplaudiments de gent convocada a l’efecte d’exhibir satisfacció.

CODA (POSSIBLEMENT INÈDITA) AL PUNT ANTERIOR
A l’escrit anterior hi manca un apunt que, tot i que el vaig facilitar a alguns dels meus amics historiadors que han tractat el tema, crec que encara roman inèdit. Com he explicat en anteriors ocasions, vaig visitar moltes de vegades amb mon pare el seu antic professor de llatí i amic personal, el capellà republicà i historiador solleric Antoni Pons i Pastor, que vivia al carrer de Monterrei a Santa Catalina de Palma, on solia fer classes d’amagatotis de “mallorquí” (ara sé que deficient i arcaic). Pons que va ser blasmat i humiliat pel bisbe Miralles(de les amenaces d’aquest va contreure un sanglot histèric que perduraria fins a la mort), era admirador i molt amic personal d’Emili Darder. Un dia, segurament jo ja havia tornat d’estudiar de Barcelona, encara en vida deFranco, ens va narrar l’execució de Darder. Tenia l’espina clavada ben endins, Antoni Pons! Com a capellà del Manicomi que era, hi va passar la nit del 23 al 24 de febrer de 1937. Aleshores, el meu padrí de fonts i germà de mon pare per qui faig el nom, el psiquiatre que acabaria sent el director de l’hospital psiquiàtric, encara no hi feia feina. Qui sí hi havia aquell vespre era Llorenç Villalonga. Cal explicar que, arran de la mort del psiquiatre Antoni I. Valentí Marroig la primeria de juny de 1936, Villalonga reclamà d’immediat la plaça vacant i la República li denegà ”per manca de coniexements mèdics, de mèrits i de preparació”. De tothom que ho ha estudiat un poc (encara que no tothom ho hagi escrit) és sabut com va fer la carrera Villalonga: de rodolons i pidolant assignatures amb altres examinants. Allò que sí va practicar aquest sinistre personatge varen ser electroxocs a malalts detinguts per republicans. Entre d’altres declaracions fiables de font veraç (Bartomeu Mestre i Mestre el definí com un sàdic covard i un mal metge), em consta que n’aplicà fins a l’extenaució a molta de gent i, fins i tot, arribà a la incapacitat total permanent d’una dona republicana (crec que nomia Maria Galmés o Duran). Naturalment, la nit del 23 al 24 de febrer de 1937, a Llorenç Villalonga els revoltats ja li havien lliurat (per mèrits de guerra) la plaça de Valentí i, tant si hi era de guàrdia com voluntàriament, esperava amb delit l’execució de Darder (recordau que només 12 dies abans havia escrit referint-se als quatre a punt d’afusellar: ”hay que exterminarlos”). Quan, a l’hora prevista per anteriors endemeses com aquella, Mn. Antoni Pons s’adreçà cap a la capella, es creuà amb el falangista que li recriminà que “resàs i ploràs per qui no ho mereixia”, perquè aquell era un gran dia de celebració!

ENCARA MÉS AFUSELLAMENTS DE DARDER?
Els negacionistes de l’apologia de l’assassinat que practicà Llorenç Villalonga(Roman Pinya, Jaume Pomar, José Carlos Llop i d’altres corifeus o entusiastes de la reaccionària i vomitiva Mort de Dama, ben definida per Gabriel Alomar en el pròleg que Villalonga va prohibir a les posteriors edicions, poden tornar a sortir de les cavernes fosques en defensa del seu admirat, sàdic, racista, misogin, masclista, falangista i feixista per escriure peces literàries tan eloqüents com Villalonga no era Jack el destripador i afusellar de nou, perquè ja no ve d’una vegada, si no la vida sí l’obra exemplar de Darder. També, com han pogut fer fins ara els qui no condemnen els crims del franquisme, poden recollir i escampar arreu des de les bugaderies que abunden als carrerons de les serps dels botifarres mallorquins que els patrocinen el discurs (ep, i d’aquella gent del Call que els acompanyà a aplaudir les bales de fa 75 anys), que el batle tenia “una amiga” per aportar una causa justificativa més de l’afusellament. Miserables, tots quan ho han dit i repetit!

UN NOU I RECENT AFUSELLAMENT “SOCIALISTA” D’EMILI DARDER
Arran de la decisió premeditada de l’Ajuntament de Palma presidit per Aina Calvo, amb la complicitat activa i carregada d’irregularitats tècniques (de tipus, cultural, històric i ètic) de tot el seu equip de govern, de preservar el monòlit de la Feixina per a oprobi dels vençuts i vergonya històrica dels defensors de mantenir un símbol feixista, cal observar que es va produir un nou afusellament sumaríssim d’Emili Darder, entre moltes altres persones a les quals la tristament depredadora i depravada Comisión Depuradora va embargar els seus doblers i béns, una part dels quals foren destinats a complementar i completar la subscripció popular (ei, amb aportacions simbòliques de Hitler, Mussolini iFranco) per aixecar aquell far infecte que estalona públicament el feixime a Palma, amb el nom premonitori de Inmortalidad, inaugurat per aquell GeneralÍssim que havia de servir de sant i senya als mariners en passar per la badia de Palma i així, tal com diuen les cròniques, “poder gritar: ¡Arriba España! saludando brazo en alto”. Dit en menys paraules, amb el patrimoni espoliat i incautat a la família de Darder, pendent com tants d’altres de devolució, es va aixecar un monument als seus assassins i un Ajuntament hipotèticament progressista ha legitimat l’ofensa i afusellat de bell nou les víctimes.

DEIXEU-ME UN BOCINET D’ESPERANÇA
L’afusellament o, com he detallat, els múltiples afusellaments d’Emili Dardersón la història d’una ignomínia que no ha merescut encara justícia i reparació. És cert, ho deia aquesta setmana en un article al DdB l’historiador Antoni Marimon, que existeix una nombrosa i estimable bibliografia sobre la infàmia (vg. foto 3). Hi ha (això ja és opinió meva) informació deficient i irregular, amb errades biogràfiques interpretatives, però tot plegat brinda un conjunt més que notable. Darder té un carrer a Palma, dóna nom a una Fundació, a una escola i és tot un referent que, com el bon vi, la llenya vella i els amics antics, milloren amb el pas del temps. Així i tot, encara no s’ha reparat el seu patrimoni. Quan es faci, tinc la íntima esperança que reclami també la part amb la qual la seva família va ser forçada a contribuir a l’ofensa de La Feixina i, ni que sigui aquest bocí de dignitat que correspon als hereus, sigui retirat i tirat a qualque pou sense fons, com feren amb més d’un republicà viu.

CODA ET DA CAPPO
Un batle de curt mandat, culte, dotat professionalment, defensor de la llengua, del territori, de la salut i de la sanitat, de la cultura catalana és, almenys fins avui, el darrer vestigi d’un batle honest i preparat per l’exercici democràtic de la batlia de Palma. Si voleu torcar-vos el moc amb la mànega del menyspreu, repassau els noms i les obres de l’enfilall de mediocritats que hem patit en els darrers 30 anys. Des de 1979, d’ençà del primer batle elegit després de la reinstauració borbònica, Ramon Aguiló, passant per Fageda, Cirer i Calvo, desembocau en el d’ara: Isern i confirmareu que, si totes les comparances fan oi, aquesta les supera totes.
Enllaç original: http://blocs.mesvilaweb.cat/node/view/id/215789

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Aquest lloc està protegit per reCAPTCHA i s’apliquen la política de privadesa i les condicions del servei de Google.

Us ha agradat aquest article? Compartiu-lo!